Una ciudad como Anjelica Huston
Una belleza angulosa, personalidad y car¨¢cter. Con la herencia de Goya, la Expo del agua y los impactos de la artiller¨ªa francesa en las paredes de direcciones como la calle del Palomar, 8
Zaragoza es como Anjelica Huston: hay quien la ve fea, hay quien la ve hermosa. Tambi¨¦n hay quien no lo tiene del todo claro. Lo que nadie pone en duda es que tiene car¨¢cter, mucha personalidad y un alma antigua. El diario The Independent, en un art¨ªculo sobre la ciudad, la ha calificado como "el secreto oculto de Espa?a". Secretos ocultos salen a la luz casi todos los d¨ªas. El teatro romano se descubri¨® no hace muchos a?os en el centro de la ciudad y una parte sigue enterrada bajo una iglesia desacralizada donde se guarda y expone al p¨²blico el Rosario de Cristal, que s¨®lo sale una vez al a?o, en la procesi¨®n del d¨ªa 13 de octubre. Impresiona el tama?o del teatro, excesivo para la poblaci¨®n que se calcula que ten¨ªa Cesaraugusta. Tambi¨¦n impresionan las termas, el puerto fluvial y el Museo del Foro. La Zaragoza romana es para los zaragozanos quiz¨¢ la menos conocida, pero la que aporta un pedigr¨ª tranquilizador.
Junto a los restos de la muralla romana, el dedo alzado de C¨¦sar Augusto (que tiene un gemelo id¨¦ntico en la ciudad de Tur¨ªn) parece una advertencia de algo. A su espalda, en una de las piedras de la muralla romana, se puede ver una inicial grabada como con un punz¨®n, una G id¨¦ntica a la aut¨®grafa de Goya. S¨®lo queda en pie una de las nueve casas en las que habitaron el pintor y su familia entre 1747 y 1783: se trata de una casa situada en el n¨²mero 4 de la plaza de San Miguel, en cuyos bajos funciona un asador de pollos, frente a la torre mud¨¦jar de la iglesia. Desde esta casa sali¨® el joven pintor hacia Italia. Y en apenas dos minutos a pie se llega desde esta casa hasta el magn¨ªfico Museo de Zaragoza, en la plaza de los Sitios. Goya e Italia es el t¨ªtulo de la exposici¨®n que podr¨¢ visitarse hasta el 15 de septiembre.
Ca?ones y piquetas
Tampoco hay que perderse el renovado Museo Cam¨®n Aznar (palacio renacentista de la calle de Espoz y Mina), los goyas de su sal¨®n dorado y las series completas de los impresionantes grabados del pintor. Cayeron decenas de palacios durante los Sitios de Zaragoza, y permanecieron en pie algunos de ellos, aqu¨ª y all¨¢, embelleciendo un entramado urbano en el que la piqueta ha hecho tantos estragos como los ca?ones franceses. Hay m¨¢s de treinta localizaciones de impactos de la artiller¨ªa francesa en distintos lugares de la ciudad. Mi preferida es la de la casa de la calle del Palomar, 8, cuya esquina de ladrillo est¨¢ triturada por los impactos. En la misma calle, en el n¨²mero 35, se acaba de destapar otra fachada con impactos en su parte alta, parecidos a los de la fachada del Ebro de la bas¨ªlica del Pilar. Desde el pasado 11 de junio ya no se pueden encender velas a la Virgen (ahora se echa una moneda en un gran panel el¨¦ctrico), y se echa de menos ver la vela en la mano de alguna persona que cruza la inmensa y desolada plaza del Pilar desde alguna de las tiendas de souvenirs de los alrededores. Las pinturas de Goya en el coreto y en la c¨²pula Regina Martyrium son dos de las mayores atracciones del interior del Pilar.
Muy cerca, decenas de turistas fotograf¨ªan el pa?o mud¨¦jar en la fachada norte de La Seo y luego visitan el Museo de Tapices en su interior. Al salir, el arco del De¨¢n los conducir¨¢ a la calle de Pabostr¨ªa, una de las m¨¢s tranquilas y hermosas del casco hist¨®rico. He descubierto que son muchos los zaragozanos que, como yo, suben de vez en cuando al bus tur¨ªstico para ver su ciudad con ojos de forastero, para renovar quiz¨¢ el amor que sienten hacia su ciudad y el Ebro, cuyos puentes se llenan de curiosos que se asoman a ver las crecidas del r¨ªo. Con motivo de la Expo, en el mismo meandro de Ranillas, se ha inaugurado el grandioso y espectacular parque de Luis Bu?uel, tres veces mayor que el parque Grande de toda la vida. Tambi¨¦n se han recuperado m¨¢s de cuarenta kil¨®metros de riberas, un lujo para los paseantes que no temen al cierzo y que, contrariamente al t¨®pico de que Zaragoza vive de espaldas al Ebro, disfrutan de los puentes m¨¢s viejos (el de piedra y el de hierro) y de los nuevos, como el pabell¨®n puente de Zaha Hadid o la pasarela del voluntariado dise?ada por Manterola y que el escritor Ant¨®n Castro ha rebautizado como "la paserola". Existi¨® una pasarela peatonal de pago hasta mediados del siglo XX, y la nostalgia por dicha pasarela es quiz¨¢ una de las claves por las que la de Manterola est¨¢ teniendo tanto ¨¦xito. Se puede percibir una ligera vibraci¨®n al cruzarla, igual que sobre la famosa pasarela de Norman Foster en Londres. Cuando el sol apriete en el meandro de Ranillas, muchos visitantes se acercar¨¢n al casco viejo, callejear¨¢n y tapear¨¢n por el m¨ªtico Tubo, donde han revivido decenas de locales en los que sofisticadas tapas han sustituido al bocadillo de calamares, y se ha reabierto el caf¨¦ cantante El Plata con un gran mural del pintor Pepe Cerd¨¢; y seguir¨¢n por los alrededores de la plaza de Santa Marta, deteni¨¦ndose en el callej¨®n de Jord¨¢n de Urri¨¦s o en el a¨²n m¨¢s estrecho callej¨®n de Los Victorinos.
En esta zona sobreviven dos palacios del Renacimiento, el de El Justicia de Arag¨®n en la calle de Don Juan de Arag¨®n, y el impresionante de La Maestranza, cuya visita guiada es casi un regreso a un pasado de noblezas y riqueza que contrasta con el af¨¢n renovador de una ciudad en continua reconstrucci¨®n. Si la Exposici¨®n Hispano-Francesa de 1808 transform¨® las huertas de Santa Engracia en un nuevo espacio urbano, la Expo de 2008 ha hecho lo mismo con las huertas del meandro de Ranillas. Es posible que el paseante no se enamore de inmediato de esta ciudad de bellezas discontinuas, pero reconocer¨¢ que es hermosa y valiente en su af¨¢n de refundarse y refundirse constantemente.
? Cristina Grande es autora de la novela Naturaleza infiel (RBA, 2008).
Gu¨ªa
Visitas- Museo Cam¨®n Aznar (976 39 73 28). Espoz y Mina, 23- Museo de Zaragoza (976 22 21 81). Plaza de los Sitios, 6.- Museo de Tapices (976 29 12 31). Plaza de La Seo, s/n.Informaci¨®n Turismo de Zaragoza (www.zaragoza.es; 976 39 35 37). Expo Zaragoza (www.expozaragoza2008.es; 976 70 20 08). Turismo de Arag¨®n (902 47 70 00; www.turismodearagon.com).
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