Las Arenas: de plaza de toros a la promiscuidad en los usos
La c¨²pula que cubrir¨¢ el viejo coso estar¨¢ rodeada por una rambla
Las Arenas: antigua plaza de toros situada en Barcelona, entre las calles de Tarragona y Llan?¨¤, Gran Via y Diputaci¨®. Inicio de obras: 2003. Fecha probable de terminaci¨®n: 2009. Promotor, Sacresa. Arquitectos: Richard Rogers y sus correpondientes en Barcelona, el despacho Alonso Balaguer. Presupuesto de las obras: sobre los 100 millones de euros, todos ellos de aportaci¨®n privada.
La idea es mezclar los usos, de forma que est¨¦ ocupada el m¨¢ximo de horas
"La plaza de las Arenas, construida a principio del siglo XX, no ten¨ªa valor arquitect¨®nico", se?ala Alonso, pero se decidi¨® "mantener la fachada" y, en su opini¨®n, fue un acierto porque pertenece a la "memoria personal de todos los barceloneses, forma una estampa grabada en la retina ciudadana".
Lo primero que se hizo fue limpiar su estructura. Por dentro y por fuera, hasta dejar la pura c¨¢scara, la fachada. Luego se procedi¨® a mantenerla elevada para poder trabajar en el interior e incluso en el subsuelo, donde se ha construido un aparcamiento de cuatro plantas. En el exterior hab¨ªa de todo: desde un barecillo en desuso hasta una gasolinera. A eso hab¨ªa que a?adir algunos problemas de actuaci¨®n porque en el subsuelo coinciden dos l¨ªneas de metro que se cruzan perpendicularmente (la 1 y la 3) y un desag¨¹e de gran tama?o procedente del dep¨®sito pluvial situado bajo el parque del Escorxador.
Adem¨¢s, la plaza se hizo descentrada respecto al Ensanche barcelon¨¦s y cuatro metros por encima del nivel actual de las calles, que entonces a¨²n no estaban ni siquiera trazadas. Ahora se ha aprovechado para reordenar la manzana. La plaza estar¨¢, por primera vez en d¨¦cadas, desnuda y ser¨¢ visible, salvo desde la zona de la calle de Llan?¨¤, donde se han construido dos edificios de oficinas ordenando la calle a la anchura del Ensanche. Adem¨¢s, se recuperan las aceras propias de ¨¦ste en todo el entorno de la construcci¨®n.
Alonso se muestra satisfecho del resultado, pese a las dificultades t¨¦cnicas. Cree que ha conseguido una obra dotada de "promiscuidad funcional", lo cual la asocia definitivamente a la Barcelona en que se halla. "Se trata de mezclar los usos, de forma que est¨¦ ocupada el m¨¢ximo de horas posibles, tantos d¨ªas como se pueda". Esto hace que el edificio sea, a?ade, "sostenible tanto en t¨¦rminos econ¨®micos como sociales". Y pone un ejemplo: "Podr¨¢s ba?arte mientras ves una pel¨ªcula de los Beatles".
Los 105.000 metros cuadrados que albergar¨¢ la nueva construcci¨®n, porque en realidad la fachada es una mera piel y todo lo dem¨¢s es nuevo, incluye usos comerciales: 12 salas del cine de la cadena Bala?¨¢, un balneario de nueva generaci¨®n de la firma Duet Sports, oficinas, un museo musical, bares y restaurantes, un centro de la FNAC y una c¨²pula multiusos, que es la que ahora se est¨¢ empezando a instalar, aprovechando que se terminan los interiores. Adem¨¢s, se trata, insiste Alonso, de un edificio permeabilizado, es decir, abierto al paso del p¨²blico. En el subsuelo, el aparcamiento tendr¨¢ una capacidad de 1.250 plazas.
Abierto en el nivel de la calle, permitiendo la conexi¨®n entre la Gran Via y el parque del Escorxador, y tambi¨¦n abierto a los vientos y a la visi¨®n. La gran b¨®veda que cubrir¨¢ el edificio, "una de las mayores de Europa en una ciudad que apenas tiene edificios abovedados", explica Alonso, es de material ligero y madera laminada que busca "dar calidez y calidad de espacio". Un espacio que tendr¨¢ una altura de 12 metros y 90 de di¨¢metro.
La b¨®veda estar¨¢ rodeada de una rambla de 300 metros de longitud y 12 de anchura, tan circular como la plaza, por la que se podr¨¢ pasear y mirar hacia todos los puntos de la ciudad, en uno de los espacios m¨¢s abiertos de Barcelona: el que forma el conjunto de la plaza de Espanya con la de la Exposici¨®n tras las torres venecianas.
Lo que se conserva de la plaza es obra del arquitecto Augusto Font, disc¨ªpulo de Elias Rogent. Font construy¨® mucho en Barcelona, pero la historia no lo ha respetado. Adem¨¢s de la plaza de Las Arenas, de la que s¨®lo queda la fachada, se conserva de ¨¦l un peque?o edifico en el Raval y poco m¨¢s. El peso de lo que queda de la vieja plaza de Las Arenas, que dej¨® de funcionar en 1977, es de 4.000 toneladas, que han permanecido elevadas durante a?o y medio con una serie de gatos hidr¨¢ulicos. Ahora ya no, la plaza vuelve a apoyarse en el terreno y los arquitectos, con los pies en el mismo suelo fijo, empiezan a mirar como la b¨®veda avanza para configurar una nueva forma que quede en la futura retina ciudadana.
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