Ibarretxe usar¨¢ el recurso a su consulta como arma electoral

"Aqu¨ª estamos, celebr¨¢ndolo". Horas despu¨¦s de sacar adelante el controvertido proyecto de ley de consulta, el Gobierno vasco festej¨® su triunfo, que hizo posible el PCTV el viernes con uno de sus nueve votos y que deja partido el Parlamento vasco en dos bloques irreconciliables hasta el final de legislatura. Un colaborador ideol¨®gico del tripartito reconoc¨ªa que, "por supuesto, hay motivos para estar contentos". Y es que, desde el viernes, Juan Jos¨¦ Ibarretxe sabe que su estrategia pol¨ªtica y personal sigue invariable su rumbo previsto. Para ratificarlo, un curtido pol¨ªtico nacionalista recordaba el manido refr¨¢n que gustaba hacer suyo Xabier Arzalluz y que, a su juicio, "identifica" la bit¨¢cora del lehendakari: "Ladran, luego cabalgamos".

Prohibir el proyecto refuerza la estrategia pol¨ªtica y personal del presidente vasco

El tripartito ve la convocatoria de elecciones vascas a partir de febrero

El entorno de Ibarretxe admite que el nuevo tiempo juega a su favor. El proceso jur¨ªdico y pol¨ªtico que se abre a partir de la resoluci¨®n de la C¨¢mara vasca es un bal¨®n de ox¨ªgeno para apuntalar su discurso. Para demostrarlo, una voz pr¨®xima al presidente vasco reconoc¨ªa abiertamente que "cada uno elige su estrategia y elige tambi¨¦n los escenarios que le son m¨¢s favorables".

En este contexto, es comprensible que Ibarretxe repita la t¨¢ctica que salv¨® al PNV de abandonar el poder en 2001 y que, como premio, le convirti¨® en la referencia nacionalista. "Sabemos que ahora nos encontraremos con el victimismo de Ibarretxe, pero desde el PSE vamos a ir a lo nuestro, a hablar de entendimiento, de soluciones a los problemas del Pa¨ªs Vasco y a no entrar en su juego", advert¨ªa Rodolfo Ares, secretario general de los socialistas vascos.

Una vez que "Madrid" frene la pr¨®xima semana la consulta, el Gobierno vasco iniciar¨¢ su precampa?a electoral. Hasta que el Constitucional resuelva el recurso de prohibici¨®n del Ejecutivo socialista, el tripartito tendr¨¢ cinco meses para reforzar su estrategia. "Todo depender¨¢ de c¨®mo se muevan los partidos", dicen desde Ajuria Enea, la sede del Gobierno vasco.

Desde el tripartito no entienden que el apoyo recibido del PCTV sea "una carga" a futuro. "El PSE no se acuerda de cuando ha sacado adelante algunos proyectos en contra del Gobierno con los votos de EHAK (PCTV). La misma validez tienen". Pero en el sector m¨¢s pactista del PNV se ha instalado, a rega?adientes, la resignaci¨®n. Roto el cord¨®n umbilical con Zapatero y aniquiladas las relaciones con el PSE-EE, el equipo de I?igo Urkullu se ha echado en manos, otra vez, de Ibarretxe, confiado en que les vuelva a sacar del atolladero electoral.

En la oposici¨®n ven clara la estrategia de Ibarretxe y de ah¨ª que preparen su r¨¦plica. "No vamos a caer en los errores anteriores. En 2001 la alternativa era [Jaime] Mayor Oreja, pero ahora es Patxi L¨®pez, a quien se ve como un pol¨ªtico capaz para atender las necesidades de este pa¨ªs, que no quiere divisiones ni enfrentamientos", dice Ares.

L¨®pez ya jug¨® el papel de alternativa en el pleno de la consulta. Arranc¨® su intervenci¨®n en euskera como reflejo de su avance en el estudio diario de esta lengua y no se despeg¨® un mil¨ªmetro de su argumentario en favor del entendimiento y el Estatuto como contraposici¨®n al enfrentamiento y la consulta. Desde el Gobierno vasco lo ven muy diferente. "?Pero qu¨¦ tel¨¦fono ha levantado Patxi L¨®pez para que se incumplan el Estatuto, los acuerdos de Ajuria-Enea, la propuesta de un nuevo Estatuto vasco?", se preguntan intencionadamente.

En realidad, son dos mundos antag¨®nicos, condenados a resolver sus fuerzas en las urnas. Ocurrir¨¢ en unas elecciones auton¨®micas todav¨ªa sin fecha, pero condicionadas por un calendario previsible. "Antes de noviembre no habr¨¢ fallo del Constitucional y los meses de diciembre y enero son inh¨¢biles para el Parlamento, as¨ª que se puede disolver en febrero y a partir de ah¨ª es f¨¢cil acertar", calculaban desde la C¨¢mara vasca.

El nuevo marco pol¨ªtico no ha llevado la alegr¨ªa a la casa del PNV, aunque la seriedad en los gestos de Urkullu en el pleno de la consulta tampoco deben ser interpretados en clave de malestar. "Que no se confundan los socialistas con nosotros porque nuestra gente ve los esfuerzos que estamos haciendo y que ellos no presentan ninguna alternativa", advert¨ªa un dirigente vizca¨ªno del PNV. A esta tesis s¨ª se suman en Ajuria-Enea. "Lo que tiene que hacer L¨®pez es presentar un plan, traerlo de una vez al Parlamento y no a los hoteles y sacarlo por mayor¨ªa".

Al sector mayoritario del PNV no le gusta la deriva que han tomado los acontecimientos, pero sabe que el "victimismo" es una t¨¢ctica que le ha dado buenos resultados en los momentos m¨¢s comprometidos. Pero Urkullu ha visto c¨®mo el debate de la consulta ha diluido su ambicioso proyecto (Think Gaur 2020) para cimentar ideol¨®gicamente a su partido ante los cambios sociales. Hace unas semanas, el EBB (la c¨²pula del PNV) prepar¨®, con una especial sensibilidad de ambientaci¨®n modernista y corte informal, un multitudinario acto (14.000 personas en la tarde del primer Espa?a-Rusia) para proyectar una nueva imagen. Urkullu, convencido de la necesidad de adaptar el mensaje, se entreg¨® a la tarea. Fue aplaudido. Pero cuando Ibarretxe agit¨® la conciencia del afiliado peneuvista, defendi¨® la capacidad de decisi¨®n del pueblo vasco y advirti¨® de que "nos quieren silenciar", el pabell¨®n se vino abajo. ?xtasis nacionalista.

El PSE asume esta capacidad de arrastre del PNV, pero advierte de que "el PNV quiere ganar tiempo para recuperarse de sus derrotas, pero se ve a un Urkullu sin capacidad para orientar su pol¨ªtica y entregado totalmente a Ibarretxe, que est¨¢ perdido y s¨®lo busca dividir porque aqu¨ª nadie se levanta por la ma?ana con la preocupaci¨®n de la capacidad de decidir".

Mientras, entre unos y otros, la izquierda abertzale, a la espera de la resoluci¨®n judicial sobre ANV y PCTV, y su entorno. Y es que un atentado de ETA durante el proceso abierto tras el acuerdo sobre la consulta agudizar¨ªa el actual atolladero, pero, sobre todo, como descifra un veterano pol¨ªtico vitoriano, "romper¨ªa el c¨¢ntaro de Ibarretxe".