La fiscal¨ªa lleva a 650 empresarios a juicio por accidentes laborales
El 40% de las muertes en el trabajo a¨²n escapa al control de los tribunales
La clandestinidad que ha envuelto durante a?os los accidentes laborales tiende a remitir. Los fiscales presentaron el a?o pasado 650 escritos de acusaci¨®n por delitos relacionados con la siniestralidad, casi el doble (un 86% m¨¢s) que en 2006. El escrito de acusaci¨®n es el paso decisivo para determinar la responsabilidad de un accidente en los tribunales y supone la apertura de juicio. El mayor celo de los fiscales y la colaboraci¨®n con la Inspecci¨®n de Trabajo han facilitado el cerco a la siniestralidad laboral, una lacra que cada a?o cuesta la vida a casi 1.000 trabajadores.
La siniestralidad baj¨® al menor nivel de la democracia en 2007, pero vuelve a subir
La mayor parte de esos escritos de acusaci¨®n corresponde a procesos antiguos. "Algunos datan de 1999. La actuaci¨®n de los fiscales ha logrado que afloren esos casos", explica Juan Manuel de O?a, responsable de la fiscal¨ªa especial que desde abril de 2006 se ocupa de perseguir los accidentes en el puesto de trabajo. Los datos, que este a?o se han demorado m¨¢s de la cuenta por la huelga de funcionarios de justicia que paraliz¨® durante semanas los juzgados, reflejan esa mayor actividad, aunque a¨²n queda mucho por hacer.
La cifra m¨¢s elocuente de la tarea pendiente procede de 2007. De las 844 muertes en el tajo que se produjeron en ese ejercicio, la fiscal¨ªa lleg¨® a controlar 503. Es decir, un 40% de los fallecimientos a¨²n escapa a los ojos de la justicia, aunque el porcentaje ha mejorado en los dos ¨²ltimos a?os.
De O?a explica que los que pasan inadvertidos son fundamentalmente accidentes de tr¨¢fico (por ejemplo, la muerte de un transportista), m¨¢s dif¨ªciles de perseguir en los tribunales y de determinar la culpa, aunque tengan consideraci¨®n de accidente de trabajo porque se han producido en jornada laboral. "En construcci¨®n y en industria est¨¢n pr¨¢cticamente controlados", subraya el fiscal.
En 2007, esa mayor persecuci¨®n coincidi¨® con los accidentes de trabajo en el m¨ªnimo nivel de la democracia. De O?a aventura que el endurecimiento de la acci¨®n penal ha incidido en la mejora de esas cifras. Pero de momento, los logros de 2007 no parecen tener continuidad. Las muertes por accidente han crecido un 5,8% en los cuatro primeros meses del a?o, pese a que el menor empuje del empleo, especialmente en la construcci¨®n, deber¨ªa contribuir a relajar esas cifras.
Otro elemento de mejora en el ¨¢mbito judicial ha sido el n¨²mero de sentencias penales promulgadas. En 2007 hubo 337 en los juzgados de primera instancia, un 35% m¨¢s que el a?o anterior. La Fiscal¨ªa no tiene datos sobre cu¨¢ntas de ellas son condenatorias, pero las sentencias a empresarios o a responsables de prevenci¨®n de riesgos han aumentado en los ¨²ltimos a?os.
Tambi¨¦n ha crecido el n¨²mero de quienes no se conforman con el primer dictamen que reciben. Los recursos, generalmente ante la Audiencia Nacional, han aumentado casi un 83%, aunque en este caso el porcentaje es menos representativo, pues se trata de cantidades peque?as (86 el a?o pasado).
El mayor n¨²mero de operaciones que registran los juzgados corresponde a las diligencias previas, primer paso para saber si un accidente (o una actividad de riesgo) es constitutivo de delito. Los fiscales abrieron el a?o pasado 917, un 18,6% m¨¢s. La mayor¨ªa de ellas proceden de avisos de la Inspecci¨®n de Trabajo, que colabora estrechamente con la Fiscal¨ªa. "Algunas se archivan sin m¨¢s", se?ala Juan Manuel de O?a.
El reto consiste ahora en revertir la tendencia ascendente de este a?o para lograr una nueva reducci¨®n de los accidentes. El Ejecutivo deber¨¢ desarrollar los pactos que alcanz¨® en 2007 con patronal y sindicatos. Las principales carencias se dan en las empresas m¨¢s peque?as, donde la prevenci¨®n es a¨²n deficiente.
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