Los santos terribles
Al comienzo de nuestra era, el romano Celso describ¨ªa as¨ª a los primeros cristianos: "Hay una nueva raza de hombres, nacidos ayer, sin patrias ni tradiciones, unidos contra todas las instituciones religiosas y civiles, perseguidos por la justicia, universalmente marcados de infamia, pero que se enorgullecen de la execraci¨®n com¨²n". En cierto modo, estos rasgos que con raz¨®n alarmaban al erudito pagano constituyen el retrato robot que identifica a lo largo de la historia a los grupos de activistas radicales. Sin embargo, aquellos primeros cristianos son todav¨ªa un precedente demasiado remoto y a¨²n no suficientemente pol¨ªtico de los revolucionarios modernos. Los or¨ªgenes de ¨¦stos han de localizarse m¨¢s bien en los calvinistas de los siglos XVI y XVII, tal como estudia muy bien Michael Walter en un libro apasionante que antes fue su tesis doctoral: La revoluci¨®n de los santos (Katz). Fueron estas bandas de hombres juramentados entre s¨ª, autodisciplinados, decididos a todo y con una n¨ªtida ideolog¨ªa revolucionaria los que rompieron con la pasividad de los s¨²bditos medievales e inventaron, para lo peor y para lo mejor, la intervenci¨®n civil en la pol¨ªtica. Pose¨ªdos por una fe sin fisuras ni remilgos ante la violencia, descabezaron reyes, tumbaron tradiciones y dinamizaron el incipiente Estado moderno. De ellos provienen los partidos totalitarios y los movimientos terroristas, pero tambi¨¦n la exigencia ya definitiva de participaci¨®n ciudadana en la gesti¨®n p¨²blica.
Ah¨ª est¨¢ el veneno, en hacer enemigos a los que no comparten nuestra fe
Sin duda ha sido el siglo XX el periodo hist¨®rico m¨¢s atrozmente propenso a la intervenci¨®n de "santos" terribles en el juego pol¨ªtico. Y no hay mejor testimonio para conocer el funcionamiento interno de tales sectas revolucionarias que La noche qued¨® atr¨¢s (Seix Barral), de Jan Valtin, una larga y estremecedora cr¨®nica que mereci¨® los parabienes de lectores tan poco comunes como F. D. Roosevelt, H. G. Wells, Hannah Arendt o Mario Vargas Llosa. Hoy se han puesto de moda novelones inacabables sobre la II Guerra Mundial, la Guerra Civil espa?ola, el nazismo, etc¨¦tera, escritos por autores que s¨®lo conocen esos acontecimientos por las hemerotecas y proyectan sobre ellos sus prejuicios retrospectivos. La obra de Valtin, en cambio, est¨¢ narrada por un protagonista que vivi¨® lo que cuenta y que, adem¨¢s, sabe hacerlo con una fuerza y una vivacidad de detalle incomparables. Fue un entregado revolucionario comunista de primera hora en Europa y Am¨¦rica, para despu¨¦s caer en las redes del nazismo y convertirse en agente doble involuntario. Sus peripecias son la historia secreta de esos a?os turbulentos y tambi¨¦n la prueba de c¨®mo los grandes ideales sin escr¨²pulos desembocan en la falta de escr¨²pulos sin ideales de ninguna clase.
Esta mutaci¨®n es uno de los temas principales del argumentado y vigoroso ensayo Cr¨ªtica de las ideolog¨ªas (Taurus), de Rafael del ?guila, cuyo subt¨ªtulo es El peligro de los ideales. Repasa los principales absolutismos ideol¨®gicos que siguen amenaz¨¢ndonos, tanto estrictamente pol¨ªticos como pol¨ªtico-religiosos y no exculpa ni al conspirador Bin Laden ni al esforzado cruzado Bush. Especialmente interesante es su estudio de la intransigencia nacionalista o tribal, seg¨²n la cual "en nombre del pueblo, el ethnos masacr¨® al demos". En Espa?a tenemos ejemplos de ello, aunque cualquiera se lo mete en la mollera a los progres multiculturalistas...
Por lo dem¨¢s, claro est¨¢, la soluci¨®n no es renunciar totalmente a los ideales, pues, como bien dice Rafael del ?guila, "su peligro no consiste en tenerlos, sino en c¨®mo se tienen. No consiste en creer o no creer, sino en c¨®mo se cree". En 1641, Stephen Marshall exhortaba as¨ª a los santos calvinistas: "Ten¨¦is grandes obras que hacer, establecer un nuevo cielo y una nueva tierra entre nosotros, y las grandes obras tienen grandes enemigos...". Ah¨ª est¨¢ el veneno, en transformar en grandes enemigos a cuantos no comparten nuestra fe en la llegada del para¨ªso.
Babelia
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