Las muertas no denuncian

Gabriela fue cobardemente asesinada por un hombre que la quer¨ªa suya. Pesaba una orden de expulsi¨®n, una orden de alejamiento y varias denuncias por malos tratos. Gabriela no s¨®lo fue cruelmente asesinada, sino que su muerte estaba anunciada. Todos lo sab¨ªan.

Cuando una mujer denuncia el quebrantamiento de una orden de alejamiento, adem¨¢s de exponerse a la violencia del maltratador por posibles represalias, debe comparecer en el juzgado, declarar, buscar procurador y abogado; t¨¦rminos que parecer¨ªan l¨®gicos si no fuera porque la denuncia no ser¨¢ tramitada por el juzgado de violencia que extendi¨® esta sentencia de alejamiento, con lo cual el seguimiento del caso ser¨ªa total y la rapidez y efectividad en su protecci¨®n podr¨ªan ser m¨¢s adecuadas. La Administraci¨®n de justicia considera que un quebrantamiento de la orden de alejamiento es un quebrantamiento de condena, un delito contra la Administraci¨®n de justicia y no contra la v¨ªctima, ahora doblemente expuesta. El juicio puede tardar uno, dos, tres a?os, y aunque la Ley contra la Violencia de G¨¦nero diga que un reincidente puede ser castigado a un m¨¢ximo de un a?o de c¨¢rcel, suelen dejarlos en libertad provisional hasta el juicio.

Mis hijas y yo misma gozamos en el presente de tres ¨®rdenes de alejamiento, quebrantadas en tres ocasiones, y el maltratador est¨¢ en la calle, a espera de juicio desde hace cinco meses. S¨¦ de otras mujeres que llevan hasta tres a?os de espera.

Se?ores y se?oras del Gobierno, jueces, fiscales, cuerpos del Estado, Consejo General del Poder Judicial: a¨²nen esfuerzos no s¨®lo para hacer cumplir esta ley ¨ªntegramente, sino tambi¨¦n para modificar aquellas lagunas que ahogan y demasiadas veces matan. Las muertas no denuncian.