La Guardia Civil interroga a otro empresario por el pago del chantaje
Guibert, de 81 a?os, fue secuestrado por terroristas de ultraizquierda en 1983
La madeja en la que se ha convertido la investigaci¨®n del pago del denominado impuesto revolucionario a la organizaci¨®n terrorista ETA en la Audiencia Nacional arroja a veces sorpresas y contrasentidos. Por ejemplo ayer, cuando la Guardia Civil detuvo para interrogarle a un hist¨®rico empresario vasco, Jes¨²s Guibert Azkue, de 81 a?os, en relaci¨®n con supuestos pagos realizados a ETA.
Jainaga y Guibert declarar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas en la Audiencia Nacional
Es el mismo empresario que en marzo de 1983, cuando era gerente de la empresa sider¨²rgica guipuzcoana Marcial Uc¨ªn, fue secuestrado durante 17 d¨ªas por el grupo terrorista de ultraizquierda Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas, el mismo grupo que asesin¨® a balazos un a?o despu¨¦s en su domicilio donostiarra al senador socialista vasco Enrique Casas.
El caso del octogenario Guibert es muy similar al de Jos¨¦ Antonio Jainaga, consejero delegado de la acer¨ªa vasca Sidenor, que la v¨ªspera estuvo declarando durante varias horas ante los agentes del instituto armado enviados por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n, encargado del desmadejar el ovillo del chantaje terrorista. La Guardia Civil investiga el pago de 90.000 euros por parte de Sidenor a ETA. En el caso de Guibert, no ha trascendido a cu¨¢nto ascienden los posibles pagos que puede haber efectuado a la organizaci¨®n terrorista. Los agentes buscaban ayer en su domicilio, situado en una zona c¨¦ntrica de San Sebasti¨¢n, las posibles cartas de ETA en la que se le exigir¨ªa el pago del chantaje terrorista.
En ambos casos, la informaci¨®n que ha servido para la investigaci¨®n de esos supuestos pagos a ETA fue incautada en Burdeos el pasado 20 de mayo a Francisco Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, uno de los jefes etarras, seg¨²n fuentes de la lucha antiterrorista. La orden de registro del domicilio de Guibert hab¨ªa sido librada la v¨ªspera, seg¨²n adelant¨® ayer este peri¨®dico, aunque dada la avanzada edad del hist¨®rico empresario del acero vasco, la Guardia Civil evit¨® prolongar el interrogatorio tanto como en el caso de Jainaga, que pas¨® pr¨¢cticamente todo el d¨ªa en manos de los agentes del instituto armado.
Aunque a¨²n no hay ninguna citaci¨®n, se espera que tanto, tras la informaci¨®n nueva que pueda aportar la Guardia Civil al juez producto de los registros efectuados estos dos d¨ªas, tanto Guibert como Jainaga declaren en los pr¨®ximos d¨ªas como imputados ante el magistrado que investiga en la Audiencia Nacional los pagos del chantaje etarra. La investigaci¨®n sigue su curso y no se descartan nuevas detenciones e interrogatorios.
En este mismo sumario, y gracias a la misma informaci¨®n hallada en el piso de Burdeos donde fue detenida parte de la c¨²pula etarra, el juez Garz¨®n envi¨® a mediados de junio a prisi¨®n a las hermanas Blanca y Mar¨ªa Isabel Bru?o Azpiroz acusadas de pagar "voluntariamente" a ETA un total de 6.000 euros.
Se da la circunstancia de que la familia Guibert ha sido un objetivo reiterado de los terroristas y de sus chantajes. El industrial navarro Jos¨¦ Ignacio Guibert Azpiroz, sobrino del empresario interrogado ayer por la Guardia Civil, fue objeto en marzo de 1986 de un intento de secuestro perpetrado por tres personas en una calle c¨¦ntrica de Pamplona. Jos¨¦ Ignacio Guibert era entonces propietario de la empresa Comercial Gazpi, SA, concesionario oficial para la comunidad de Navarra de los veh¨ªculos Mercedes Benz.
Guibert, que ya no tiene capital en Marcial Uc¨ªn, pag¨® supuestamente 150 millones de pesetas para recuperar la libertad tras su secuestro a manos de los Comandos Aut¨®nomos Anticapitalistas. La venta de Marcial Uc¨ªn al grupo acerista Aceralia se produjo hace varios a?os, aunque Guibert mantiene varias empresas relacionadas con la fabricaci¨®n de v¨¢lvulas, las bodegas y diversos negocios inmobiliarios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.