Silvio en la tierra
Esquizofrenia. Espacio protegido ha cumplido 10 a?os; el programa y su director, Jos¨¦ Mar¨ªa Montero, cuentan ya con el reconocimiento de muchos premios, siempre merecidos. Muy sinceramente, enhorabuena. Me entero de la noticia el mismo d¨ªa que Greenpeace descarga sobre las costas andaluzas un cat¨¢logo de desastres encabezado por El Algarrobico, que ah¨ª sigue. ?Qu¨¦ pensar de esta esquizofrenia de tener un programa de televisi¨®n tan bueno como Espacio protegido y una gesti¨®n tan catastr¨®fica como la que hizo posible El Algarrobico?
Documentos. La programaci¨®n del mi¨¦rcoles de Canal Sur 2 fue extra?a: hecha con piezas de calidad notable, respond¨ªa a un criterio de la casa (y de tantas otras cadenas de televisi¨®n) tan discutible como el de quemar series a todo trapo emitiendo de una tacada dos y hasta tres entregas seguidas. El mi¨¦rcoles dieron de un tir¨®n, de once de la ma?ana a una de la tarde, dos de los Documentales hist¨®ricos andaluces de Nonio Parejo (El ¨²ltimo chicuco y Americanos en nuestras tierras) y el cap¨ªtulo sobre los toros de Con otros ojos, todo ello en redifusi¨®n. Para la noche estaba preparado A la diestra del cielo. Silvio, un cantaor rockero, de Paco Bech, producido por La Mirada Oblicua y Canal Sur. ?No les parece un poco excesivo este atrac¨®n en un solo d¨ªa? La impresi¨®n que queda al final es que este tipo de programas son tratados como algo que quema en las manos y hay que quitarse de encima como sea. La segunda oportunidad que es la redifusi¨®n tambi¨¦n debe promocionarse: ?c¨®mo quieren que la adivinemos?
Y Silvio. Me parece m¨¦rito m¨¢s que suficiente del documental sobre Silvio la enorme curiosidad que crea en el espectador: queda claro, al final, que poco se sabe de lo que hab¨ªa en la cabeza de este hombre y que el conformismo que pregonaba, adem¨¢s de a una probada generosidad consigo mismo, respond¨ªa a un gusto pr¨¢cticamente ilimitado. Silvio no era ecl¨¦ctico porque todo lo abrazaba con una pasi¨®n sin m¨¢s l¨ªmites que los que el cuerpo lograba imponerle. La convivencia del jazz y el flamenco hoy es algo casi convencional; pero todav¨ªa llama la atenci¨®n que jazz y flamenco se sumen con el rock a la m¨²sica de Semana Santa y que de la copla se pase a Adriano Celentano (un excelente momento del documental es esa versi¨®n de La Zarzamora que Silvio acaba como una tarantela). Y otro m¨¦rito de la pel¨ªcula: no se juega la carta del antih¨¦roe que desprecia la vida y la muerte. Se cita una frase de alguien ("muri¨® de s¨ª mismo") que en realidad vale para todos. Una buena pel¨ªcula, en fin. Por favor, avisen de la redifusi¨®n.
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