Dylan satisface a sus fieles en un recital sin concesiones
Un escenario grande pero sencillo, una iluminaci¨®n suficiente pero tambi¨¦n simple; nada de pantallas gigantes, nada de fot¨®grafos de prensa, s¨®lo el sonido, la gente, la banda y ¨¦l. Tan solo sus letras.
Lleva muchos a?os sobre los escenarios y no requiere presentaci¨®n, aunque la tuvo. Su p¨²blico es incondicional. "Estoy nerviosa", murmuraba una mujer de unos sesenta a?os que se hallaba entre la multitud que llen¨® el mi¨¦rcoles por la noche la pista del Centro de Tecnificaci¨®n de Alicante para asistir a la actuaci¨®n de Bob Dylan. Pese a ello, hab¨ªa m¨¢s gente sentada que de pie.
El mito logr¨®, de nuevo, desatar la euforia. Desde el que acud¨ªa por primera vez a uno de sus conciertos hasta quien hab¨ªa incluso cruzado el charco para o¨ªr su m¨²sica en directo. Todos se reunieron para disfrutar con los temas que Robert Allen Zimmermann hab¨ªa escogido para un p¨²blico en el que se dejaban notar los turistas extranjeros.
Con una escueta reverencia, Dylan salud¨® a las m¨¢s de 3.000 personas que acudieron a la cita. Sin concesiones. El artista, inmerso en una gira por Espa?a de 11 conciertos, no se dirigi¨® a sus seguidores en ning¨²n otro momento, salvo para presentar a la banda que siempre le acompa?a: al bajo, Tony Garnier; a la guitarra, Denny Freeman y Stu Kimball; George Recile, a la bater¨ªa; y al viol¨ªn, viola, mandolina, junto con guitarra y bajo, Donnie Herron.
El cantautor de Minnesota hizo un recorrido por su carrera discogr¨¢fica a lo largo de todo el concierto, que abri¨® al son de Maggie's farm. Se pudieron escuchar algunas de sus m¨¢s recientes producciones del Modern Times como Rollin' and tumblin', adem¨¢s de temas como Just like a woman o It ain't me, babe. Finalmente, y como segundo bis del recital, el p¨²blico vibr¨® con la legendaria Like a Rolling Stone, con la que la estrella estadounidense cerr¨® la primera actuaci¨®n que daba en la capital de la provincia de la Costa Blanca, la n¨²mero 47 de su gira Never Ending Tour.
A las 23.35 el artista abandonaba el escenario, de vuelta al autob¨²s sleeper negro, con cortinas para preservar su intimidad, camino del siguiente encuentro con sus seguidores.
Ser¨ªa imposible conocer al ser humano que se esconde detr¨¢s del cantante en el concierto que dio en Alicante, aunque no acercarse a sus canciones. El mi¨¦rcoles no se mostr¨® el personaje, sino su m¨²sica. Y ¨¦sta habl¨® por s¨ª sola.
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