Y lleg¨® Cospedal
La nueva secretaria general del PP ha hecho posible un fen¨®meno excepcional en un partido convulso desde hace meses: todos la apoyan. Su sonrisa esconde un car¨¢cter tenaz y obstinado
En 1996, a los pocos d¨ªas de ser elegido ministro de Trabajo, Javier Arenas, del PP, celebr¨® una reuni¨®n de rutina con uno de sus colaboradores. Se trataba de una abogada del Estado que le dijo lo que pensaba del ministerio y que iba a pedir el traslado al Ministerio de Medio Ambiente por una cuesti¨®n de ascensos.
El reci¨¦n elegido ministro la despidi¨® as¨ª:
-Antes de irte, habla conmigo.
No hizo falta. Al d¨ªa siguiente, Arenas volvi¨® a llamarla para proponerle el cargo de subsecretaria. Ya no se trataba de escalar en la Administraci¨®n, sino de desviarse y ocupar un puesto de confianza en el PP. En una palabra: cruzar la l¨ªnea que separa al t¨¦cnico del pol¨ªtico.
Mar¨ªa Dolores de Cospedal, que contaba entonces con 31 a?os, dijo que s¨ª. La carrera pol¨ªtica que comenz¨® esa ma?ana en el despacho de un ministro culminaba la semana pasada, 12 a?os despu¨¦s, al tomar posesi¨®n de otro despacho, el de la secretar¨ªa general del PP. Hab¨ªa sido propuesta por Mariano Rajoy -y ratificada por el partido- en el congreso celebrado en Valencia hace 15 d¨ªas. El nombramiento m¨¢s esperado tiene mucho de excepcional en un PP acostumbrado, en los ¨²ltimos meses, a despedazarse internamente: nadie habla mal de la nueva secretaria general. Todos los sectores coinciden en que Rajoy ha acertado con esta mujer joven y con fama de eficiente, peleona, ambiciosa y trabajadora que, tan s¨®lo con aceptar el nombramiento y dar el paso al frente, ha servido para cohesionar un partido a¨²n descoyuntado por el ala de Esperanza Aguirre.
Coincide con S¨¢enz de Santamar¨ªa en haber aprobado muy j¨®venes las oposiciones a abogado del Estado
Sus adversarios la acusan de acaparar m¨¢s de lo abarcable: el PP nacional y de Castilla-La Mancha
"Soy centrada, moderada y liberal", responde cuando se le pregunta por su ideolog¨ªa
No tiene a nadie en contra ahora, pero eso tampoco le garantiza nada porque debe empezar a actuar
Mar¨ªa Dolores de Cospedal naci¨® en Madrid en 1965. Se cri¨® en Albacete, donde curs¨® el bachillerato en el instituto Sabuco. El mes pasado, su promoci¨®n celebr¨® los 25 a?os. Y a ella acudi¨® La Cospe, que era como la llamaban entonces en las clases de COU, y particip¨® como una m¨¢s, tan amable y sonriente como siempre. La Cospe fue algo parecido a una chica 10: buena estudiante, buena compa?era, muy guapa (fue Guapa de la Feria de Albacete) y siempre dispuesta a sonre¨ªr. "Era un bomb¨®n", dice sin ning¨²n rubor uno de sus ex compa?eros. Uno de sus profesores, el de filosof¨ªa, la define como "alumna brillante". No es un profesor cualquiera: se trata de Enrique P¨¦rez Castell, por aquellos d¨ªas director del instituto y profesor de filosof¨ªa, despu¨¦s alcalde de Albacete por el PSOE y, tras dejar la alcald¨ªa, diputado nacional. "Adem¨¢s de buena alumna, era una chica muy correcta y buena compa?era. Ha sido una mujer arriesgada. Pero sobre todo era una persona con tendencia a sonre¨ªr", asegura.
Sus compa?eros no la recuerdan excesivamente vinculada a la pol¨ªtica ni apasionada por ella: no era la t¨ªpica estudiante con propensi¨®n a convertirse en la delegada de la clase. Y sin embargo, Mar¨ªa Dolores de Cospedal asegura que a ella la pol¨ªtica le viene de lejos, que en su casa se hablaba mucho de eso, que su padre era militante de UCD. De hecho, cuando ten¨ªa 17 a?os, ayud¨® a su padre, Ricardo de Cospedal, que se present¨® como cabeza de lista por el Partido Reformista, entonces liderado por Miquel Roca en la llamada Operaci¨®n Roca. Mar¨ªa Dolores colabor¨® aqu¨ª o all¨¢, atendi¨® llamadas, hizo de jefa de prensa y de asistente personal. Ahora sonr¨ªe al recordar el batacazo electoral que se metieron padre e hija en aquella intentona.
Un a?o despu¨¦s se marcha a Madrid a estudiar derecho en el CEU. Al t¨¦rmino de la carrera decide convertirse en abogada del Estado y acometer para ello una de las oposiciones m¨¢s duras que existen. Su padre asegura que nunca tuvo dudas en cuanto a lo de ser abogada del Estado. Y a?ade, con orgullo t¨ªpico de padre, que consigui¨® aprobar en tiempo r¨¦cord y convertirse, en su momento, en la abogada del Estado m¨¢s joven. Es cierto: tard¨® s¨®lo dos a?os en preparar y aprobar el examen, algo que no es en absoluto normal.
Ella cuenta que, durante el bachillerato y la carrera, fue una estudiante buena, pero que no se consider¨® jam¨¢s la empollona de la clase ni la ni?a abonada a la matr¨ªcula de honor. Eso s¨ª, cuando toc¨® la hora de abordar las oposiciones, lo hizo con ah¨ªnco. "Me apliqu¨¦. Me dije que ten¨ªa que ponerme a lo bestia, y me puse", resume.
En el hecho de afrontar estas oposiciones rompecr¨¢neos de m¨¢s de 500 temas coincide con otro cargo relevante del nuevo PP de Rajoy con el que guarda muchas similitudes: Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, portavoz en el Congreso. Las dos son j¨®venes y abogadas del Estado, y las dos entraron en pol¨ªtica despu¨¦s de desempe?ar un puesto institucional en la Administraci¨®n.
De Cospedal trabaj¨® muchos a?os como t¨¦cnico en el Ministerio de Asuntos Sociales, gobernado por las socialistas Cristina Alberdi y Matilde Fern¨¢ndez. Un alto funcionario que trabaj¨® con ella la recuerda, sobre todo, como una persona "muy profesional, competente y sin fisuras, capaz". La gente que ha compartido tareas laborales con ella la ha considerado siempre tenaz, ambiciosa, diligente y con tendencia a echar horas y horas sin cansarse.
Ya con el PP colabor¨® en los gabinetes de los ministros Javier Arenas, Manuel Pimentel, Jes¨²s Posada y ?ngel Acebes. Con este ¨²ltimo, en Interior. La ma?ana del 11-M la sorprendi¨®, precisamente, en el Ministerio del Interior, como subsecretaria, y sin que nadie le dijera nada se encamin¨® a los recintos feriales del Ifema, lugar al que fueron enviados los cad¨¢veres y los restos. "Al llegar me di cuenta de que hab¨ªa mucha gente de muchos sitios diferentes, del Ayuntamiento, de los bomberos, del Instituto Anat¨®mico Forense, pero no hab¨ªa nadie que coordinase..., y me puse yo. Pens¨¦ que era mi deber", recuerda.
Hab¨ªa que atender a los parientes que acud¨ªan desesperados en busca de noticias, habilitar salas para reunir a los cad¨¢veres, identificarlos, avisar a las familias... Permaneci¨® all¨ª desde el jueves por la ma?ana hasta la madrugada del s¨¢bado. Ni siquiera se fue a casa a cambiarse los zapatos, que le hab¨ªan causado una rozadura. Se escap¨® unos minutos a comprarse unas zapatillas de deporte.
Meses despu¨¦s de perder las elecciones generales, De Cospedal fue repescada para el poder gracias a la intervenci¨®n del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez, n¨²mero dos de Esperanza Aguirre. Gonz¨¢lez hab¨ªa coincidido con De Cospedal en el Ministerio del Interior de Acebes, cuando desempe?aba el cargo de delegado del Gobierno para la Extranjer¨ªa y la Inmigraci¨®n. Convencida la presidenta, De Cospedal fue nombrada, en diciembre de 2004, consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid, uno de los bastiones m¨¢s firmes del PP. El cargo acarreaba una presencia constante en los medios, un presupuesto estrella, gran posibilidad de brillar... Una colaboradora de ese tiempo asegura que la reci¨¦n nombrada consejera asumi¨® el cargo con una interminable capacidad de trabajo, incluidas visitas de inc¨®gnito a las obras que se desarrollaban en ese momento. "Su virtud era posiblemente su defecto: era algo obsesiva al ser tan tenaz", explica.
Por entonces aborda una tarea personal pendiente: se queda embarazada en una inseminaci¨®n artificial. Llevaba a?os soltera despu¨¦s de haber recibido la anulaci¨®n eclesi¨¢stica de su matrimonio. Hab¨ªa decidido ser madre soltera. Y lo fue. Alguien cercano a ella asegura que desconoc¨ªa que eso iba en contra de la Iglesia, pero que, si lo hubiera sabido, habr¨ªa actuado exactamente de la misma manera. Una ma?ana se lo comunic¨® a la presidenta Aguirre. Y d¨ªas m¨¢s tarde, despu¨¦s del consejo de gobierno, se lo dijo al resto de los consejeros.
Ten¨ªa 41 a?os cuando naci¨® su hijo Ricardo, en mayo de 2006. Su vida acababa de cambiar. Una semana despu¨¦s dio otro vuelco: Mariano Rajoy le pide que se presente como cabeza de lista del PP en Castilla-La Mancha. De Cospedal sopesa mucho la decisi¨®n. Por un lado est¨¢ la vida profesional en constante ascenso, un puesto dif¨ªcil (Castilla-La Mancha es una suerte de p¨¢ramo para el PP), pero de proyecci¨®n nacional. De otro est¨¢ el hijo reci¨¦n nacido, la vida particular razonablemente ordenada en Madrid, el c¨®modo y vistoso futuro que le quedaba como consejera de Transportes.
Al final acept¨® y escogi¨® lo m¨¢s dif¨ªcil y lo m¨¢s arriesgado. "Por responsabilidad", asegura. Tambi¨¦n da la misma raz¨®n que le convenci¨® a tomar las riendas del Ifema en el 11-M: "No hab¨ªa nadie; el anterior l¨ªder de Castilla-La Mancha del PP se hab¨ªa ido. Por eso hab¨ªa que ir".
Durante la campa?a defendi¨® la figura de Dimas Cuevas, un periodista de Albacete, incluido en la lista del PP para el Senado, que a?os atr¨¢s hab¨ªa escrito art¨ªculos ofensivos sobre gays y lesbianas. "Lo hice porque el se?or Cuevas se disculp¨®, y le defend¨ª pidiendo tambi¨¦n disculpas por si alguien se hab¨ªa ofendido. Y le defend¨ª dejando claro que yo no compart¨ªa ninguna de esas afirmaciones", se defiende. Perdi¨® las elecciones, pero recort¨® considerablemente la diferencia con el PP.
Sus adversarios pol¨ªticos (del PSOE y del PP) la acusan de acaparar m¨¢s de lo abarcable (la secretar¨ªa general del PP y el liderazgo del partido en Castilla-La Mancha), de esconder una ambici¨®n ingobernable, de ocultar su ideolog¨ªa y de regentar un car¨¢cter autoritario que se desencadena cuando se enfada. Ella responde que es ambiciosa, pero que jam¨¢s ha pisado a nadie para subir. Y en cuanto a la ideolog¨ªa se manifiesta "centrada, moderada y liberal".
Guarda con Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, el otro rostro nuevo del PP, muchas semejanzas, es cierto, pero hay una diferencia crucial: S¨¢enz de Santamar¨ªa trabaj¨® exclusivamente con Rajoy, pertenec¨ªa a su m¨¢s ¨ªntimo c¨ªrculo de poder, y su nombramiento despert¨® un alud de cr¨ªticas en el seno mismo del partido. De Cospedal, sin embargo, ha colaborado con muchos sectores diferentes, y eso la blinda contra determinadas cr¨ªticas de bienvenida. Ha entrado con buen pie en el grupo de dirigentes y cuenta con un tiempo vital para aprovechar su imagen impecable.
De Cospedal no tiene a nadie en contra por principio. Pero eso tampoco le garantiza nada porque ahora debe empezar a actuar. Su despacho es una especie de met¨¢fora. Est¨¢ vac¨ªo. En el inmenso mueble-librer¨ªa que recorre la pared s¨®lo hay un par de carpetas y una foto grande de su hijo, que ahora tiene dos a?os. -
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