Caminos, canales y puertos
No voy a hablarles de t¨ªtulos acad¨¦micos, aunque sean tan prestigiosos como los de las ingenier¨ªas de caminos, canales y puertos y que tantos buenos profesionales han proporcionado al desarrollo de las infraestructuras espa?olas. Quiero hablarles de caminos, canales y puertos, y de su relaci¨®n con el mundo global al que pertenecemos, queramos o no.
Y en este mundo global es bueno que recuperemos nociones b¨¢sicas de geograf¨ªa, sobre todo ahora que nuestro sistema educativo se orienta a conocer muy bien los r¨ªos de nuestra respectiva comunidad aut¨®noma, su clima o sus cultivos, aunque sea a merma de conocer los grandes r¨ªos mundiales, los continentes o los oc¨¦anos. Y creo que no exagero, ahora que tantos muestran su preocupaci¨®n -que entiendo- por lenguas comunes -y que entender¨ªa a¨²n m¨¢s si mostraran tambi¨¦n su preocupaci¨®n por lenguas minoritarias y en peligro de marginalizaci¨®n-, si digo que me preocupa mucho m¨¢s que nuestra juventud no sepa el mapamundi y situar debidamente "caminos, canales y puertos".
"Una alternativa novedosa para movernos por el mundo est¨¢ en el ?rtico. Y la disputa es enorme"
Algunos grandes visionarios lo tuvieron muy claro: por ello, Ferdinand de Lesseps (con plaza se?era en Barcelona, por cierto) emprendi¨® la gran obra del canal de Suez y que permiti¨®, a partir de 1869, enlazar directamente el oc¨¦ano ?ndico con el Mediterr¨¢neo. Verdi escribi¨® nada menos que A¨ªda para la ocasi¨®n. Sublime. Franco-brit¨¢nico con toque italiano. Hasta que Nasser lo nacionaliz¨®, en 1956, y provoc¨® una reacci¨®n injustificable franco-brit¨¢nica y que, gracias al rechazo de EE UU, permiti¨® la soberan¨ªa egipcia sobre el Canal, m¨¢s all¨¢ del impacto de las guerras y, particularmente, con Israel, que bloquearon el Canal de forma temporal pero significativa. De ah¨ª la enorme relevancia estrat¨¦gica de los acuerdos de Camp David entre Sadat y Beguin, bajo los auspicios de James Carter.
Otro camino evidente, en t¨¦rminos globales, se abre en Panam¨¢. Ahora, el 15 de agosto, vamos a cumplir el 94 aniversario de su inauguraci¨®n. Curiosa historia. EE UU, iniciado ya el siglo XX, y, por tanto, con ambiciones hegem¨®nicas para el conjunto de Am¨¦rica (la doctrina Monroe: Am¨¦rica para los americanos), decide abrir un canal que una el Atl¨¢ntico con el Pac¨ªfico, sin tener que cruzar -misi¨®n imposible entonces- el ?rtico, o sin tener que bordear el lejan¨ªsimo cabo de Hornos. Y para ello deben producirse grandes cambios pol¨ªticos. Por ejemplo: despu¨¦s del rechazo del Parlamento colombiano -con soberan¨ªa plena sobre la actual Panam¨¢- al proyecto de EE UU, en agosto de 1903, en noviembre se produce -?oh, casualidad!- la declaraci¨®n de independencia de Panam¨¢ respecto de Colombia y su inmediato reconocimiento diplom¨¢tico por EE UU.
A partir de ah¨ª se inician las obras que culminan en 1914 y EE UU administra el Canal hasta que, el primero de enero de 2000, pasa a ser administrado por la Autoridad del Canal de Panam¨¢, bajo soberan¨ªa y control del Gobierno paname?o.
Vuelvo a la geograf¨ªa.
He hablado ya del cabo de Hornos, entre el Atl¨¢ntico y el Pac¨ªfico, por la v¨ªa m¨¢s austral. Cabr¨ªa hablar del cabo de Nueva Esperanza, entre el Atl¨¢ntico y el ?ndico. Son y seguir¨¢n siendo v¨ªas -caminos y canales- estrat¨¦gicos. Pero hay y va a haber muchos m¨¢s.
A estas alturas no vamos a recordar la importancia del estrecho de Ormuz, v¨ªa vital de paso de buena parte del petr¨®leo que necesita el mundo y de rabiosa actualidad por la reciente amenaza de Ir¨¢n de bloquearlo si recibe un ataque de Occidente por su programa nuclear; o de la creciente importancia estrat¨¦gica, para todos, desde EE UU a China o India, del estrecho de Malaca, que une el mar de la China con el ?ndico. Y, para no hablar solo de aguas abiertas, no creo que sea novedoso, a estas alturas, hablar de la relevancia del mar Caspio, por razones energ¨¦ticas, de materias primas o, simplemente, geoestrat¨¦gicas.
Bien. Volvamos a los caminos y canales.
Hay nuevas alternativas para movernos por el mundo. La m¨¢s novedosa est¨¢ en el ?rtico, por el deshielo. Y la disputa es enorme. Cinco pa¨ªses discuten por la tarta: EE UU, Rusia, Noruega, Canad¨¢ y Dinamarca. Pocas bromas, ya que est¨¢ en juego una de las principales reservas de hidrocarburos del mundo, despu¨¦s del Golfo y del Caspio, y, por otra parte, estamos hablando de una zona vital para las comunicaciones intercontinentales. Ir por el ?rtico, si no est¨¢ helado, cambia mucho las cosas para el futuro, por ejemplo, del canal de Panam¨¢.
Vuelvo a eso.
El canal de Panam¨¢ se est¨¢ ampliando para que, en 2014, pueda pasar de los actuales 5.000 contenedores a 12.000. Hoy lo atraviesan 14.000 barcos al a?o -un 5% del comercio mundial-, y esto puede multiplicarse por m¨¢s del doble. Estamos ante una de las grandes obras de ingenier¨ªa del siglo XXI, con una inversi¨®n que puede superar los 7.000 millones de euros.
Pero que, de nuevo, nos obliga a los europeos a ser muy conscientes de por d¨®nde va el mundo: si el ?ndico y el Pac¨ªfico se sit¨²an, cada vez m¨¢s, en el centro de gravedad del planeta, las conexiones entre ?ndico y Mediterr¨¢neo -canal de Suez- y entre Pac¨ªfico y Atl¨¢ntico -nuevo canal de Panam¨¢- son absolutamente vitales.
Y, en este contexto, un a?adido sobre puertos. No voy a insistir sobre la importancia para Espa?a de potenciar Barcelona, Valencia o Algeciras. Ni sobre la necesidad vital de aprovechar todo el potencial del nuevo superpuerto de T¨¢nger, que va a ser el m¨¢s importante del Mediterr¨¢neo y uno de los cinco m¨¢s importantes del mundo. En el contexto de la globalizaci¨®n todo esto no es balad¨ª. Debemos hablar mucho, pues, desde una perspectiva global, sobre caminos, canales y puertos. Aunque pueda parecer una boutade (una ocurrencia) m¨¢s o menos esnob. No lo es en absoluto. -
Josep Piqu¨¦ es economista y ex ministro.
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