Hay un sustituto del petr¨®leo (si todo va bien)
El mar guarda reservas de metano que duplican la energ¨ªa de todos los combustibles f¨®siles
Parecen trozos de hielo, pero echan a arder al acercarles una llama. Se ocultan bajo el suelo marino junto a los litorales continentales, y los investigadores acaban de descubrirlos en el mar de Albor¨¢n que ba?a el oriente andaluz.
Se llaman hidratos de gas, y "pueden convertirse en una de las principales fuentes de energ¨ªa si se desarrollan t¨¦cnicas econ¨®micamente rentables para extraer su metano", seg¨²n el Departamento de Interior norteamericano.
El ?rtico tiene gas suficiente para rentabilizar su extracci¨®n
Siete potencias mundiales buscan este posible sustituto del crudo
Existen dep¨®sitos de hidrato de gas en el golfo de C¨¢diz y el mar de Albor¨¢n
La contaminaci¨®n por metano supera a la del di¨®xido de carbono
"En colaboraci¨®n con un buque oceanogr¨¢fico ruso, acabamos de confirmar la presencia de abundantes dep¨®sitos de hidratos de gas en el mar de Albor¨¢n", explica Menchu Comas, investigadora del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC) y delegada espa?ola en el comit¨¦ cient¨ªfico del Programa Integrado de Perforaci¨®n Oce¨¢nica (IODP), un consorcio internacional dedicado a explorar las altas profundidades del subsuelo marino.
"Los hidratos de gas son probablemente una de las principales reservas de hidrocarburos que quedar¨¢n disponibles a largo plazo", prosigue Comas. "Ya sab¨ªamos que hab¨ªa hidratos de gas en el Golfo de C¨¢diz, as¨ª que ya podemos afirmar que todo el litoral meridional espa?ol abunda en reservas"
El m¨¢s com¨²n de estos compuestos, tanto en Espa?a como en el resto de los dep¨®sitos marinos que se han hallado en el mundo, es el hidrato de metano. Su estructura es bien curiosa: 20 mol¨¦culas de agua se disponen en los 20 v¨¦rtices de un dodecaedro, formando una aut¨¦ntica jaula que atrapa a una mol¨¦cula de metano. Es una especie de hielo que ocupa los poros de los sedimentos oce¨¢nicos, y s¨®lo es estable a profundidades de m¨¢s de 500 metros (de agua).
Los cient¨ªficos calculan que los hidratos de gas del planeta contienen m¨¢s de 10 billones de toneladas de carbono (en forma de metano), entre el doble y el triple que la reserva mundial de combustibles f¨®siles (donde el carbono est¨¢ en forma de petr¨®leo, carb¨®n y gas natural). En rigor, los hidratos de gas son tambi¨¦n combustibles f¨®siles, porque su metano proviene de la actividad de antiguas bacterias.
Los dep¨®sitos de esta posible fuente energ¨¦tica est¨¢n repartidos por los sedimentos oce¨¢nicos de los litorales continentales -a veces enterrados 1.000 metros bajo el suelo marino-, y tambi¨¦n en las regiones polares.
El Congreso norteamericano aprob¨® en 2000 un programa de investigaci¨®n sobre los hidratos de gas, y el departamento de Energ¨ªa de ese pa¨ªs financia actualmente cinco proyectos cient¨ªficos para evaluar "su potencial energ¨¦tico, su seguridad y el impacto ambiental de su exploraci¨®n y desarrollo". Al frente de uno de ellos est¨¢ Stephen Kirby, del Geological Survey del Gobierno estadounidense (USGS). ?Cu¨¢les son los principales problemas t¨¦cnicos que quedan por resolver para plantearse la explotaci¨®n industrial de estas reservas?
"Hay tres problemas principales", responde Kirby a EL PA?S. "El primero es encontrar dep¨®sitos de hidratos de gas que est¨¦n lo bastante concentrados como para ser comercialmente viables. Hasta ahora, los dep¨®sitos terrestres de la regi¨®n ¨¢rtica son los ¨²nicos que presentan una saturaci¨®n de hidratos en el sedimento lo bastante alta como para considerarlos un objetivo industrial a d¨ªa de hoy. Ciertas estructuras oce¨¢nicas en el mar de Bering, llamadas vamps [por 'anomal¨ªas de velocidad y amplitud'], tambi¨¦n pueden revelarse como un objetivo con fines pr¨¢cticos".
"En segundo lugar", prosigue el investigador norteamericano, "necesitamos aprender c¨®mo se puede operar de manera econ¨®micamente rentable en condiciones de alta profundidad, m¨¢s de 500 metros, que es donde est¨¢n la gran mayor¨ªa de los dep¨®sitos de hidratos. Y en tercer lugar hay que desarrollar mejores t¨¦cnicas para extraer gas natural de la descomposici¨®n de los hidratos de gas". Hasta el momento se han probado dos m¨¦todos de extracci¨®n en condiciones reales, utilizando un dep¨®sito experimental en el delta del r¨ªo Mackenzie canadiense. El primero es la "despresurizaci¨®n". Se taladra un agujero en la capa de sedimentos que contiene los hidratos de gas para reducir la presi¨®n.
Los dodecaedros que forman la jaula son un modo especial de congelaci¨®n del agua, que se forman a temperaturas superiores a los 0?C, pero s¨®lo gracias a las altas presiones reinantes en las profundidades. Al bajar la presi¨®n, por lo tanto, la jaula se disgrega y deja escapar la mol¨¦cula de metano. El gas sube entonces por una tuber¨ªa. El segundo m¨¦todo se llama "inyecci¨®n t¨¦rmica" y consiste en bombear agua caliente dentro del sedimento en cuesti¨®n. Como pasaba antes con la reducci¨®n de la presi¨®n, tambi¨¦n el aumento de la temperatura desestabiliza la estructura del hidrato de gas, el metano se libera y es recogido por una conducci¨®n.
Un tercer m¨¦todo se ha probado ¨²til, pero s¨®lo en condiciones de laboratorio. Consiste en inyectar di¨®xido de carbono para intercambiarlo por el metano en el interior de las jaulas. Si este m¨¦todo llegara a generalizarse, tendr¨ªa la ventaja a?adida de servir como una trampa para secuestrar bajo el mar el di¨®xido de carbono atmosf¨¦rico, el principal gas de efecto invernadero que est¨¢ detr¨¢s del cambio clim¨¢tico.
Las petroleras Chevron, Shell, Petrobras y Statoil tambi¨¦n colaboran en las investigaciones, aunque no aspiran a una aplicaci¨®n industrial inmediata.
"El principal problema para la utilizaci¨®n industrial de los hidratos de gas es que ocurren como menas finamente dispersas por los sedimentos del suelo oce¨¢nico", dice a EL PA?S Martin Hovland, investigador de la petrolera de origen noruego Statoil. "Es sabido lo dif¨ªcil que resulta extraer menas dispersas de tierra firme, por ejemplo en las minas abiertas de oro y cobre. Si uno tiene que procesar grandes cantidades de sedimentos en aguas profundas, el gasto energ¨¦tico no compensa realmente".. "Por lo tanto", prosigue Hovland, "mi opini¨®n es que los hidratos de gas seguir¨¢n siendo una destacada oportunidad de investigaci¨®n para los cient¨ªficos acad¨¦micos durante mucho tiempo. Del mismo modo, hay un mont¨®n de oro y aluminio en este planeta, pero cuesta demasiada energ¨ªa extraerlo y refinarlo".
Tambi¨¦n investigan en hidratos de gas los servicios geol¨®gicos de los gobiernos de Canad¨¢, Alemania, Rusia y Jap¨®n. Australia abri¨® el mes pasado una instalaci¨®n especial de alta presi¨®n dedicada a investigar la formaci¨®n y la transportabilidad de los hidratos de gas. Tambi¨¦n el mes pasado, los ministros de energ¨ªa de Jap¨®n y Estados Unidos firmaron un convenio con el mismo fin, que incluye estudios de campo en las reservas del norte de Alaska.
A finales de la d¨¦cada pasada, investigadores de la Universidad de Mosc¨² y el Instituto Tecnol¨®gico Geominero de Espa?a, a bordo de un buque oceanogr¨¢fico ruso, descubrieron abundantes dep¨®sitos de hidratos de metano en el golfo de C¨¢diz, a una profundidad de 900 metros. Repsol tiene plataformas en la zona, pero a s¨®lo 100 metros de profundidad. A estos dep¨®sitos se unen ahora los reci¨¦n descubiertos bajo el suelo del mar de Albor¨¢n.
Los hidratos de gas pueden liberar al mar grandes burbujas de metano (a veces llamadas volcanes de fango), lo que les ha procurado una publicidad no solicitada. "Las burbujas de metano procedentes del suelo oce¨¢nico", anunci¨® en 2003 el servicio de noticias del Discovery Channel, "pueden ser responsables de los misteriosos naufragios en el Tri¨¢ngulo de las Bermudas, seg¨²n ha confirmado una investigaci¨®n australiana".
La investigaci¨®n australiana se queda en realidad muy lejos de confirmarlo, pero la historia ha calado lo bastante como para merecer un desmentido oficial del USGS norteamericano. Bill Dillon, ge¨®logo del USGS, afirma: "La evidencia indica que el colapso y la liberaci¨®n abrupta de metano, debida a la disgregaci¨®n de los hidratos de gas, ocurri¨® hacia el final del ¨²ltimo periodo glacial, hace unos 15.000 a?os, cuando mucha agua oce¨¢nica estaba retenida en forma de grandes hojas de hielo continentales, y por tanto el nivel del mar baj¨® mucho. El menor nivel del mar implic¨® menores presiones sobre los sedimentos, lo que desestabiliz¨® los hidratos y liber¨® el metano en forma de burbujas".
Es cierto que las aguas del sureste de Estados Unidos, que forman el v¨¦rtice occidental del Tri¨¢ngulo de las Bermudas, son particularmente ricas en sedimentos con hidratos de gas. Pero, cuando salieron de all¨ª las burbujas de metano capaces de causar naufragios, "el barco m¨¢s avanzado t¨¦cnicamente era un tronco de ¨¢rbol hueco", como se?ala Dillon.
Las burbujas de metano, en cualquier caso, tienen inter¨¦s para los cient¨ªficos del clima, porque el efecto invernadero del metano supera en 21 veces al del di¨®xido de carbono. Y los hidratos de gas almacenan una cantidad de metano 3.000 veces mayor que el disuelto en la atm¨®sfera. Los futuros m¨¦todos de extracci¨®n, por tanto, deber¨¢n poner un especial cuidado en evitar fugas a la atm¨®sfera.
Los hidratos de gas se conoc¨ªan como curiosidades acad¨¦micas desde el siglo XIX, aunque no recibieron la atenci¨®n de la industria hasta los a?os treinta, cuando se comprob¨® que causaban atascos en las conducciones de gas natural, que por entonces empezaban a extenderse a latitudes relativamente fr¨ªas. La capacidad del agua para congelarse en jaulas dodeca¨¦dricas por encima de los 0?C fue conocida originalmente como un engorro para la industria energ¨¦tica. Pero esa misma capacidad puede convertirse en el petr¨®leo del futuro.
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