El PP guipuzcoano se repone r¨¢pido de la pol¨¦mica marcha de San Gil
"Tenemos que dejar de ser un partido de m¨¢rtires", afirman afiliados de base
La anunciada retirada de la actividad pol¨ªtica de Mar¨ªa San Gil en el Partido Popular y las circunstancias en las que se ha producido, con amplia repercusi¨®n nacional, han conmocionado especialmente a sus compa?eros de militancia de Guip¨²zcoa. La crisis que provoc¨® en la formaci¨®n vasca ya est¨¢ solventada, pero ha dejado una cicatriz en el territorio de la ex presidenta, donde su liderazgo estaba marcado por la proximidad personal y por su condici¨®n de s¨ªmbolo de la lucha por las libertades, reconocido y valorado especialmente porque la amenaza terrorista y la presi¨®n ambiental es mucho m¨¢s intensa.
Pero, ante la inminencia del congreso que se celebrar¨¢ a partir del pr¨®ximo viernes en Bilbao, a cuyo adelanto los guipuzcoanos accedieron para satisfacer el deseo de la entonces presidenta apoy¨¢ndole mayoritariamente frente a alaveses y vizcainos, acuden repuestos del impacto y el mal trago iniciales. A ello ha contribuido el acuerdo de los tres presidentes territoriales que cerr¨® la crisis y el paso a las posibilidades de Carmelo Barrio, siempre fiel a San Gil, como candidato frente a Antonio Basagoiti respaldado por los comit¨¦s de direcci¨®n de ?lava, Vizcaya y Guip¨²zcoa, as¨ª como los gestos de apoyo multiplicados del reforzado l¨ªder, Mariano Rajoy.
En la trastienda de este ¨²ltimo mes y medio han sido numerosos los movimientos tendentes a incorporar a San Gil o integrar a sus seguidores. La presidenta, Maria Jos¨¦ Usandizaga, ha mantenido, a t¨ªtulo personal, conversaciones con su compa?era y Antonio Basagoiti se ha acercado a sus partidarios guipuzcoanos con los que ha contactado en varias ocasiones. El m¨¢s multitudinario, una cena en Ir¨²n con medio centenar de militantes durante los recientes Sanmarciales.
"Se trata de romper el esquema de adhesiones incondicionales basadas en el culto a las personas", afirman militantes guipuzcoanos, que critican la tendencia que ha existido de convertir el partido en un "club de fans" en el que hay que opinar siempre lo que diga el l¨ªder. Est¨¢n convencidos de que la lealtad se debe al partido, porque "las personas pasan", afirman, como se ha demostrado con l¨ªderes carism¨¢ticos como Aznar o el propio Gregorio Ordo?ez.
El afecto y reconocimiento a Mar¨ªa San Gil -del que todos destacan su total validez y entrega- no est¨¢ cuestionado. Pero s¨ª la forma en que ha gestionado la crisis que ella provoc¨®, sin contar con la militancia ni la direcci¨®n territorial. "Ha estado mal asesorada", afirman. Critican tambi¨¦n que su papel de s¨ªmbolo le haya llevado a creerse la representaci¨®n exclusiva de la defensa de unos principios y valores que ellos tambi¨¦n representan sin que, por ello, crean que la pol¨ªtica del actual l¨ªder popular los pone en peligro. "Tenemos que dejar de ser un partido de m¨¢rtires para ser algo m¨¢s que eso", afirman.
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