La nueva selectividad ser¨¢ m¨¢s flexible
La prueba de acceso a la Universidad estar¨¢ m¨¢s enfocada a la carrera preferida por el alumno - Tendr¨¢ una parte optativa, tipo test, para subir nota y examen oral de ingl¨¦s
La nueva selectividad ser¨¢ m¨¢s flexible, m¨¢s especializada y estar¨¢ enfocada a la carrera que se quiera cursar. Dar¨¢ la oportunidad a los alumnos de subir nota en cualquier momento, de optar por una carrera en la que no hab¨ªan pensado al escoger la rama de bachillerato e incorporar¨¢ una prueba oral de ingl¨¦s o del idioma extranjero que escoja el estudiante. En lugar de una prueba formada por cinco ex¨¢menes obligatorios de los que se hace una media (m¨¢s un sexto en las autonom¨ªas con dos lenguas oficiales), el nuevo sistema de acceso a la Universidad constar¨¢ de dos partes. La primera ser¨¢ general, formada por cuatro ex¨¢menes obligatorios, uno menos que ahora. Y la segunda, la espec¨ªfica, ser¨¢ voluntaria, tipo test, para los estudiantes que necesiten subir nota para acceder a la carrera deseada.
Los alumnos podr¨¢n escoger entre dos ejercicios en cada examen
Se reduce el n¨²mero de pruebas y la duraci¨®n de las mismas
Las universidades podr¨¢n ponderar m¨¢s determinadas asignaturas
El Gobierno presentar¨¢ el texto a las comunidades en unos d¨ªas
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Adem¨¢s, se baraja que las universidades puedan decidir aumentar hasta medio punto la ponderaci¨®n de la nota de alguna materia que sea muy relevante para alguna de sus carreras (como matem¨¢ticas, dibujo t¨¦cnico o anatom¨ªa aplicada). Esto supondr¨ªa presumiblemente que, aparte de la calificaci¨®n final, el alumno que tuviera una nota alta en una materia relacionada con la carrera que le gusta pudiera tener una segunda calificaci¨®n para acceder a determinados centros.
Los ministerios de Educaci¨®n y de Ciencia e Innovaci¨®n est¨¢n ultimando esta reforma, junto con las universidades y las comunidades, seg¨²n ha podido conocer EL PA?S. Est¨¢n elaborando el texto de real decreto por el que se establece el nuevo acceso a las carreras de grado (que sustituyen a las diplomaturas y licenciaturas). El Gobierno prev¨¦ presentarlo formalmente a las comunidades en los pr¨®ximos d¨ªas.
La propuesta no var¨ªa la ponderaci¨®n de la media del bachillerato en la nota final. Seguir¨¢ representando el 60%. El resto se calcular¨ªa bien s¨®lo con la nota de la parte general (si no se hacen espec¨ªficas) o haciendo una media con ¨¦stas. En el bachillerato (1? y 2?) hay asignaturas comunes y se puede escoger entre tres tipos o modalidades. La selectividad se seguir¨¢ realizando, como hasta ahora, sobre materias de 2? de bachillerato.
La prueba oral de idioma extranjero, que se viene barajando desde hace a?os, es una de las novedades, pero no empezar¨ªa a implantarse hasta dentro de unos cinco a?os. Adem¨¢s, cada examen no podr¨¢ durar m¨¢s de hora y media. Ahora se llega a las tres horas, por ejemplo, en el comentario de texto.
En este proyecto, la flexibilidad aumenta notablemente. En cada uno de los ex¨¢menes de la parte general, los estudiantes podr¨¢n elegir de antemano (cuando hagan la solicitud de inscripci¨®n en la selectividad) tanto la asignatura com¨²n como la de modalidad de la que quieren examinarse. Ahora tienen obligaci¨®n de examinarse de una materia com¨²n (que pueden elegir), de dos asignaturas concretas de modalidad relacionadas con la especialidad que escogieron al principio del bachillerato y de otra tercera, que deciden los alumnos. Con esta reforma se aumenta la capacidad de elegir. Hasta el punto que, una vez en el examen, podr¨¢n optar entre dos ejercicios diferentes en las pruebas de todas las materias. En el comentario de texto podr¨¢n escoger, por ejemplo, entre un escrito m¨¢s informativo o divulgativo u otro m¨¢s cient¨ªfico o especializado. Otro de los objetivos de esta reforma es que los estudiantes puedan cambiar de opini¨®n en el ¨²ltimo momento, a lo largo de su carrera o de su vida, para reciclarse y volver a cursar otros estudios. Gobierno, comunidades y universidades buscan as¨ª m¨¢s movilidad.
La parte general tendr¨¢ una validez indefinida pero la nota final se podr¨¢ variar present¨¢ndose cuantas veces se desee a cualquier materia de modalidad, se haya cursado o no durante el bachillerato. Esto permitir¨ªa que, por ejemplo, un estudiante que quiera acceder a Arquitectura, pero haya cursado la modalidad de Ciencias y Tecnolog¨ªa (que no incluye dibujo t¨¦cnico) pueda estudiarse la materia y optar a estos estudios.
Sin embargo, la parte espec¨ªfica tendr¨¢ una validez de dos cursos despu¨¦s de realizarse, para garantizar la actualizaci¨®n de los conocimientos de los estudiantes que accedan.
Captar a inmigrantes y mayores
La reforma de la prueba de selectividad es uno de los proyectos educativos estrella de la legislatura. Es una materia a caballo entre dos ministerios, lo que complica m¨¢s el proyecto. Los socialistas tienen pendiente su cambio desde que se aprob¨®, en 2006, la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE). Esta norma elimin¨® de ra¨ªz la pol¨¦mica Ley de Calidad, que introdujo (aunque no se lleg¨® a aplicar) una rev¨¢lida al final del bachillerato, que fue muy criticada. El Gobierno de PP tambi¨¦n quiso establecer pruebas por facultades. Los socialistas no quieren o¨ªr hablar de nada parecido.De cara al futuro, a la hora de reformar la prueba pesan factores como la reducci¨®n de alumnos por la bajada de la natalidad y la captaci¨®n para la educaci¨®n superior de nuevas generaciones de familias inmigrantes, de estudiantes de otros pa¨ªses, sobre todo de la UE y de Latinoam¨¦rica, y de alumnos mayores, que quieran reciclarse.En la actualidad, m¨¢s del 80% de los alumnos aprueban la selectividad en la mayor parte de Espa?a. Una prueba que tiene dos funciones: medir el nivel de conocimientos de los alumnos y distribuirlos en las diferentes carreras. Sin embargo, el n¨²mero de universitarios lleva bajando lentamente una d¨¦cada. El curso que acaba de terminar hab¨ªa 1.381.749 en toda Espa?a, 24.145 menos que el anterior. Hace 10 a?os, en el curso 1997-1998, hab¨ªa 1.570.588.
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