"Hay m¨¢s riesgo en el teatro que en la ¨®pera: es m¨¢s dif¨ªcil hacerlo cre¨ªble"
"No hay que ense?ar historias decorativas", sentencia Luc Bondy (Z¨²rich, 1948) desde un sill¨®n en el Teatro Real con vista a los jardines del palacio. Le da una calada a su cigarrillo light y explica que en la puesta en escena del Idomeneo de Mozart, que estrena el pr¨®ximo 17 de julio en Madrid, predomina lo simple (al menos en la escenograf¨ªa), y que "lo complejo est¨¢ en el drama del padre y el hijo. Se trata de algo m¨¢s psicol¨®gico, m¨¢s interior de los personajes".
Bondy, director esc¨¦nico de referencia mundial, curtido en el trabajo con Peter Handke, Botho Strauss -por quien profesa gran admiraci¨®n-, Peter Zadek, Peter Stein y Michael Gr¨¹ber, ha resaltado la arquitectura del Teatro Real de Madrid como el escenario id¨®neo para representar la que considera una de las ¨®peras m¨¢s intimistas de Mozart. "Entre el despliegue medi¨¢tico y las dimensiones del Teatro alla Scala de Mil¨¢n, me sent¨ª chocado en el estreno, porque creo que esta obra, que rezuma intimidad y refinamiento, requiere de un acercamiento al p¨²blico que se logra en este escenario", aclara.
"Brecht es un malentendido; si he de elegir, me quedo con Shakespeare"
En noviembre traer¨¢ a Madrid un montaje de Genet y otro de Marivaux
Idomeneo, rey de Creta, est¨¢ en la encrucijada de tener que sacrificar a su hijo Idamante para cumplir una promesa al dios Neptuno, que le ha salvado del naufragio. De no hacerlo, todo su pueblo se expone a la furia del dios del mar. "Se trata de la ¨²nica obra dram¨¢tica en la que Mozart no ha tenido contacto directo con el libretista", cuenta Bondy; "es extra?o porque siempre estuvo el padre de por medio y puede ser, es una interpretaci¨®n, que Mozart haya escogido esta obra por el momento que estaba pasando. Volv¨ªa de Par¨ªs, el arzobispo lo echaba de Salzburgo, su padre le reclamaba dinero y creo que todo el drama de esta obra recae justo en la relaci¨®n del padre y el hijo".
El libretista al que se refiere Bondy es Gianbattista Varesco, que se basa en un texto del franc¨¦s Antoine Danchet. Por sugerencias del joven Mozart (que particip¨® de manera epistolar y a trav¨¦s de su padre en la escritura de los libretos), Varesco le da un giro a la historia que originalmente acaba con la muerte, a manos de su padre, del joven Idamante.
Al margen de las tensiones padre-hijo que se viv¨ªan en la familia Mozart, el final de esta ¨®pera seria del compositor austriaco no es tr¨¢gico, ya que los dioses deciden dejar vivir a Idamante a cambio de que su padre le ceda el trono. ?Un final feliz?
"No, no es un final feliz", responde Bondy, "creo que el final est¨¢ sobrevalorado. Lo m¨¢s interesante est¨¢ en los momentos dram¨¢ticos, buenos y malos, a lo largo de la historia. Este final se hizo pensando en la m¨²sica, y como era un encargo para las fiestas de Baviera, un regalo que el rey se hac¨ªa a s¨ª mismo, la historia no pod¨ªa acabar mal".
El montaje del director de escena suizo es una coproducci¨®n del Teatro Real, el Teatro alla Scalla de Mil¨¢n y la ?pera Nacional de Par¨ªs. Al frente de la direcci¨®n musical ha estado Jes¨²s L¨®pez Cobos, que cuenta en el reparto con los tenores Kurt Streit y Kobie van Rensburg, en el papel de Idomeneo. Las voces femeninas de Bernarda Fink y Joyce DiDonato como Idamante; Cinzia Forte y Mar¨ªa Bayo en el papel de Ilia, y Emma Bell e Iano Tamar como Elettra.
En la d¨¦cada de los noventa, el director suizo llev¨® a escena numerosas ¨®peras, entre otras Don Giovanni (1990, ¨®pera estatal de Viena) y Las bodas de F¨ªgaro (1995, festival de Salzburgo), de Mozart, o Don Carlos, de Verdi (1996, Par¨ªs). Sin embargo, Bondy se confiesa m¨¢s c¨®modo dirigiendo para teatro: "En el teatro hay una mayor responsabilidad del director de escena. En la ¨®pera est¨¢s protegido por la fuerza de los cantantes, y de alguna manera el riesgo es mayor en teatro porque es m¨¢s dif¨ªcil hacerlo cre¨ªble". Y aunque lleva un buen tiempo familiarizado con las venenosas descargas del personaje de Elettra y las divagaciones y temores del rey Idomeneo -el trabajo de montaje comenz¨® en 2005-, a Bondy le brillan los ojos cuando adelanta las piezas teatrales que traer¨¢ al Festival de Oto?o de Madrid, en noviembre. "Son dos montajes con actores jovenc¨ªsimos, que estoy seguro de que van a brillar", asegura. Los debutantes de Bondy son la actriz Cleotilde Some y el c¨®mico Micha Lescaut, -"no tienen m¨¢s de veinte a?os"-, que protagonizan La segunda sorpresa de amor, de Marivaux, con el Th¨ºatre Vidy-Laussane de Suiza. Y Edith Clevens, en el cl¨¢sico de Jean Genet Las criadas, que Bondy dirige con la compa?¨ªa berlinesa Volksb¨¹hne am Rosa Luxembourg Platz.
No es casualidad que se trate de autores franceses; Bondy es un confeso admirador del teatro alem¨¢n y del franc¨¦s. Justamente su primer gran ¨¦xito le lleg¨® en 1973 con El mar, de Edward Bond en el Residenztheater de M¨²nich. La cr¨ªtica de teatro Christine D?ssel le retrata como "el analista delicado de las cosas del coraz¨®n, el psic¨®logo y terapeuta", y agrega "su tema eterno es Cupido en todas sus manifestaciones: deseo, atracci¨®n, amor, muerte...".
Son famosas sus puestas en escena del Triunfo del amor, de Marivaux, en 1985 en el Schaub¨¹hne de Berl¨ªn, y la sucesi¨®n de piezas de Botho Strauss, que hizo entre 1982 y 2002 en distintos escenarios.
Aunque es un admirador del teatro alem¨¢n, llama la atenci¨®n que no haya interpretado nunca a Brecht, pero tiene una raz¨®n de peso, as¨ª que no lo piensa y dispara: "Porque no me gusta. Para m¨ª es demasiado ir¨®nico, demasiado demostrativo. Cada frase se la ha calculado al mil¨ªmetro. Dirigiendo a un autor as¨ª siento como que lo tengo detr¨¢s de m¨ª. Es como si volviera al colegio", y sentencia: "Brecht es un malentendido". Bondy se r¨ªe entre dientes como si hubiera hecho una travesura, que no termina all¨ª. "Yo creo que en el teatro contempor¨¢neo, a excepci¨®n de Strauss, no hay autores que est¨¦n proponiendo cosas nuevas. Si tengo que elegir, me quedo con Shakespeare. ?l es un fen¨®meno ¨²nico".
Babelia
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