La directiva de la infamia

Dicho de la manera menos demag¨®gica posible: el Parlamento Europeo ha aprobado, por resoluci¨®n legislativa del 18 de junio, una directiva que establece la posibilidad de internar en centros penitenciarios por un plazo de seis meses, ampliable 12 meses m¨¢s, a los nacionales de terceros pa¨ªses que sean objeto de procedimientos de retorno. Al establecer esta posibilidad, los parlamentarios europeos han tenido la delicadeza de aclarar que estos nacionales que sean internados en c¨¢rceles estar¨¢n separados de los presos ordinarios y gozar¨¢n de control judicial de su situaci¨®n lo m¨¢s r¨¢pidamente posible desde el comienzo de su internamiento. Han mostrado tambi¨¦n una sensibilidad a flor de piel al disponer que los menores internados puedan participar en juegos y actividades recreativas adecuados a su edad.

Hay que restregarse los ojos para creer lo que se est¨¢ leyendo, pero lo arriba transcrito es cita literal de parte de los art¨ªculos 15, plazo de internamiento de seis meses prorrogable por otros 12 meses m¨¢s; 16, posibilidad de utilizar las c¨¢rceles; 17, internamiento de menores no acompa?ados, y 18, periodos m¨¢s largos que lo m¨¢s r¨¢pidamente posible para el comienzo del control judicial. Dejando de lado esta ¨²ltima virguer¨ªa, propia de r¨¢bulas redomados, si hay alguna demagogia en todo esto es la cometida por los parlamentarios al aprobar una directiva que trata peor que a delincuentes a los nacionales de terceros pa¨ªses que se encuentren ilegalmente en el territorio de un Estado miembro, a los que por un procedimiento administrativo se les puede encerrar en una c¨¢rcel por un periodo de 18 meses.

Contaba una cr¨®nica del reciente congreso del PSOE que, en medio del jolgorio general, un delegado comentaba en voz lastimera que los socialistas no hab¨ªan sabido explicar esta directiva del retorno, y que Leire Paj¨ªn, paradigma de renovaci¨®n dentro de la renovaci¨®n, le dijo: s¨ª que es verdad, no lo hemos sabido explicar. ?No lo han sabido explicar? ?C¨®mo es eso? ?Acaso no lee la flamante secretaria de organizaci¨®n del PSOE las declaraciones de su secretario general y presidente del Gobierno de Espa?a? Pues claro que lo han sabido explicar; demasiado bien lo han sabido explicar: la directiva europea es progresista. Eso es lo que dice el presidente del Gobierno: que la directiva es PRO-GRE-SIS-TA. Tambi¨¦n hay que restregarse los ojos para creerlo.

Pero puesto que estamos metidos en un acto de fe, vamos a creerlo. Vamos a creer que esta directiva es progresista y que quienes la han criticado lo han hecho por "ignorancia supina o demagogia irresponsable". Vale: lo dice el presidente, y el presidente es un hombre honrado. Pero al explicar por qu¨¦ la directiva es progresista y los cr¨ªticos son ignorantes y demagogos, el presidente incurre en una peque?a falacia. Hasta ahora -dice- hab¨ªa nueve Estados de la UE que no guardaban plazos, ni establec¨ªan garant¨ªas jurisdiccionales para los nacionales de otros pa¨ªses en situaci¨®n ilegal, ni nada de nada. Con la directiva habr¨¢ un plazo que nadie podr¨¢ superar. Tal es la explicaci¨®n del avance progresista que Leire Paj¨ªn no supo ofrecer al delegado.

Volvamos a los hechos, ¨²nica manera de responder a la fea costumbre de descalificar al cr¨ªtico llam¨¢ndole ignorante y demagogo: salvo dos diputados que votaron en contra, la representaci¨®n del PSOE en el Parlamento Europeo ha votado a favor de una directiva que permite -?pero no impone!, dicen las almas benditas, preservando as¨ª su buena conciencia- a los Estados miembros de la UE internar en una c¨¢rcel durante 18 meses a personas que no han sido procesadas por ning¨²n delito. Es posible -y v¨¢lido para el argumento- que, antes de esta directiva, nueve Estados tuvieran encerrados en pocilgas a los inmigrantes ilegales durante dos, tres o m¨¢s a?os, sin procesarlos ni expulsarlos. Ahora, si para limitar el plazo de esta flagrante violaci¨®n de derechos humanos se aprueba una directiva que permite a todos los Estados encerrar a esos inmigrantes durante 18 meses, entonces habremos reducido el nivel de infamia de unos Estados por el procedimiento de elevar el nivel de infamia de todos los dem¨¢s. ?ste es el hecho. Y este hecho, sencillamente, no tiene explicaci¨®n, aunque el presidente, que es un hombre honrado, llame demagogos e ignorantes a quienes se preguntan si para aprobar este tipo de directivas merece la pena votar, primero, y mantener, despu¨¦s, a la clase pol¨ªtica m¨¢s costosa, mejor pagada y m¨¢s viajada que nos representa en el Parlamento Europeo. -