La ausencia m¨¢s presente
El veto a la televisi¨®n y sus altos honorarios fuerzan la exclusi¨®n de Jos¨¦ Tom¨¢s de los carteles de Bilbao, en donde pod¨ªa haber toreado en junio
Hist¨®ricamente, la Junta Administrativa gestora del coso de Vista Alegre ha venido dise?ando una Semana Grande basada en otorgar pleno protagonismo a lo que se conoce como el toro de Bilbao. Ejemplares que integran la cabeza de camada de ganader¨ªas contrastadas que por su seriedad y trap¨ªo, adjetivo de la jerga taur¨®maca equivalente a presencia en plaza cumplen la tradici¨®n taurina de la plaza bilba¨ªna.
La programaci¨®n de los diestros actuantes se dise?a con la misma exigencia. Las corridas generales de Bilbao siempre han sido consideradas en el mundillo taurino como la ¨²ltima cima que debe de hollar un torero para superar con buena nota su temporada.
Las figuras del toreo de todas las ¨¦pocas han asumido la responsabilidad de comparecer en Bilbao con la exigencia precitada. Desde Juan Belmonte a Joselito 'El Gallo', pasando por Domingo Ortega, Luis Miguel Domingu¨ªn, Antonio Ord¨®?ez, Paco Camino o Santiago Mart¨ªn, 'El Viti'.
El diesto madrile?o ped¨ªa alrededor de 270.000 euros por venir a Vista Alegre
En la corrida de la fundaci¨®n de Bilbao no hab¨ªa televisi¨®n y era fecha id¨®nea
En esta tesitura, la ausencia de Jos¨¦ Tom¨¢s de las combinaciones de las corridas generales de agosto provoca plantearse si, en el momento actual, es Bilbao quien necesita al torero de Galapagar o, si por el contrario, es ¨¦ste quien necesita triunfar en una plaza donde la suerte le ha sido esquiva en sus escasas comparecencias.
A pesar de que la Junta Administrativa se?ale que la ausencia del torero obedece a su falta de voluntad de comparecer en un coso de la responsabilidad de Vista Alegre, no debe olvidarse de que las negociaciones con el diestro fueron dilatadas y que, incluso se baraj¨® una cifra cercana a los 270.000 euros como honorarios para ¨¦l.
La presencia de la televisi¨®n (Canal Plus oferta la feria bilba¨ªna), a la que el diestro tiene vedada su presencia, y porqu¨¦ no decirlo, el p¨¢nico a que los honorarios reconocidos al torero de Galapagar generaran un efecto directo en los del resto de los comparecientes, principalmente de Enrique Ponce y El Juli, hicieron que la Junta Administrativa tuviese la coartada perfecta para justificar la ausencia del torero.
En esta tesitura, el mayor pecado que puede arrogarse a los gestores de Vista Alegre radica en su falta de ambici¨®n e imaginaci¨®n para cerrar una contrataci¨®n que si ha conseguido el asesor empresarial de la Junta para San Sebasti¨¢n. Su presencia hubiese convertido al ciclo de este a?o en la mejor feria de todo el orbe taurino.
As¨ª, el an¨¢lisis nos conduce a examinar el precedente de Madrid La ausencia del torero de Galapagar en la plaza que le consagr¨® no pod¨ªa ser permitida ni por el propio artista, ni por el empresario Jos¨¦ Antonio Chopera, ni por la propietaria del coso, la Comunidad de Madrid, que presiona pol¨ªticamente al empresario para acuciarle a la b¨²squeda de un acuerdo, que finalmente se alcanza pocas horas antes de presentar los carteles. Doble comparecencia tras la feria de San Isidro y sin televisi¨®n.
Y as¨ª en los d¨ªas 5 y 15 de junio, donde ante expectaci¨®n inusitada y a favor de corriente, consigue la concatenaci¨®n de triunfos m¨¢s contundente registrados en Madrid desde la explosi¨®n de El Cordob¨¦s.
La oportunidad de Bilbao se encontraba en incluir al torero en la corrida del aniversario de la fundaci¨®n de la Villa que se celebra en junio y en cuya primera edici¨®n compareci¨®, con ¨¦xito en los tendidos. No hab¨ªa televisi¨®n e, incluso, al tratarse de un festejo fuera de las corridas generales se pod¨ªa haber negociado a la baja sus emolumentos que no hubiesen generado un precedente directo en el del resto de sus compa?eros.
La inclusi¨®n en el cartel de Cayetano, aquejado de la misma fobia televisiva que Jos¨¦ Tom¨¢s, y que tampoco comparecer¨¢, por voluntad propia en agosto, constituye la mejor prueba que ese era el d¨ªa en el que debiera haberse programado al diestro madrile?o.
Adem¨¢s, la apuesta hubiese sido altamente positiva, ya que, la corrida del aniversario se fechaba inmediatamente despu¨¦s a la segunda comparecencia del diestro en Madrid, por lo que Bilbao se hubiese beneficiado del incre¨ªble eco medi¨¢tico que acompa?¨® al torero.
Jos¨¦ Tomas, ha supuesto una irrupci¨®n medi¨¢tica impagable para el mundo de una fiesta que siempre ha contado entre sus limitaciones la f¨®rmula de acceder al gran mercado sin t¨®picos ni prejuicios, ha acercado los toros al p¨²blico en general sacando al taurino de las catacumbas en las que parec¨ªa encontrarse por el mero hecho de serlo. Y Bilbao, perdi¨® la oportunidad de disfrutar en primera persona de este bendito efecto.
Como ¨²ltima de las objeciones con la que, parte de los aficionados se posicionan en contra de la presencia de Jos¨¦ Tomas en Bilbao, estriba en defender una posici¨®n totalmente esc¨¦ptica, acus¨¢ndole de ventajista y de practicar una suerte de inmolaci¨®n que no se corresponde con los c¨¢nones ortodoxos del toreo.
El ventajismo del que se acusa no es nada distinto a lo que ha sido una constante en la historia de la tauromaquia: el que manda en el escalaf¨®n pone las condiciones. S¨ª resulta m¨¢s preocupante el orientar sus actuaciones por la senda del tremendismo como llave maestra para cualquier p¨²blico y plaza. As¨ª hay que reivindicar, la dimensi¨®n art¨ªstica y est¨¦tica de su primer tarde en Madrid. Por ese camino hubiese alcanzado el ¨¦xito en Bilbao.
La ¨²nica oportunidad de presenciar a Jos¨¦ Tomas en ruedos vascos ser¨¢ , finalmente, el 14 de agosto en San Sebasti¨¢n.
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