?Financiaci¨®n sanitaria?
En estos momentos en que se discute sobre un nuevo modelo de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas y se cuestiona la legalidad de medidas como el c¨¦ntimo sanitario que grava los carburantes, conviene reflexionar sobre la financiaci¨®n del sistema sanitario p¨²blico para tener un debate fundamentado. Lo primero que hay que decir es que, aunque hablamos de manera cotidiana de financiaci¨®n sanitaria, la realidad es que ¨¦sta es inexistente como tal si exceptuamos la de INGESA (organismo dependiente del Ministerio de Sanidad que gestiona la atenci¨®n sanitaria en Ceuta y Melilla), y ello se debe a que el acuerdo sobre financiaci¨®n de las CC AA de r¨¦gimen com¨²n en vigor desde 2001 (que por cierto, se aprob¨® por imposici¨®n del PP) incluye la financiaci¨®n de todas las competencias transferidas a las CC AA como un paquete ¨²nico y son estas CC AA las que deciden, de acuerdo con sus propios criterios, la distribuci¨®n de estos fondos entre las distintas consejer¨ªas.
La atenci¨®n sanitaria es un derecho de los ciudadanos espa?oles y no de los territorios
Y as¨ª se comprueba si vemos la gran dispersi¨®n de fondos destinados a la sanidad por cada una de las CC AA: una media de 1.326 euros por habitante, con una diferencia entre la que m¨¢s y la que menos gasta de 523,8 euros por habitante; o si se prefiere verlo en porcentaje sobre el PIB, un 5,92% de media, con una diferencia entre los extremos de 6,41%. Y tambi¨¦n si analizamos por ejemplo el destino de las aportaciones extraordinarias "para sanidad" de la conferencia de presidentes, que en CC AA como Madrid o Valencia no supuso ni un solo euro extra para el presupuesto sanitario, desconoci¨¦ndose hasta el presente su destino final. Ni siquiera puede garantizarse que los aumentos recaudatorios que produce el llamado "c¨¦ntimo sanitario" acaben en sanidad en todas las CC AA.
Por eso habr¨ªa que acabar con los ejercicios de demagogia actuales. Es obvio que a las CC AA en general les resulta m¨¢s atractivo hablar de necesidades de financiaci¨®n sanitaria, porque tienen un mayor apoyo y comprensi¨®n de la ciudadan¨ªa, y no deja de ser sintom¨¢tico que las que hacen m¨¢s alharaca con el tema sean precisamente las que menos dinero dedican a sanidad mientras lo derrochan en los pozos sin fondo de los metros varios o de los parques tem¨¢ticos de m¨ªtica rentabilidad.
Y para ello se necesita delimitar claramente lo que es financiaci¨®n sanitaria de lo que no lo es, o lo que es lo mismo asegurarse del car¨¢cter finalista de esta financiaci¨®n para la sanidad, y ello por varios motivos. El primero es que la atenci¨®n sanitaria es un derecho de las personas, de los ciudadanos espa?oles, y no de los territorios, y que no se ejerce s¨®lo en el lugar del domicilio fiscal porque la movilidad de las personas se ha incrementado notablemente, por motivos de vacaciones y ocio, pero tambi¨¦n de trabajo: s¨®lo hay que ver los desplazamientos diarios entre Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Valencia o Valladolid. Y esta movilidad va a ir en aumento. Por eso todos los espa?oles estamos interesados en que en todas las CC AA haya un dispositivo sanitario p¨²blico de calidad que asegure el ejercicio del derecho a la salud.
El segundo, por supuesto, es un ejercicio de transparencia en las cuentas p¨²blicas que deber¨ªa ser elemental en cualquier sistema democr¨¢tico, lo que adem¨¢s permitir¨¢ aclarar los t¨¦rminos del debate sobre financiaci¨®n y eliminar el ruido y la demagogia. El tercero tiene que ver con la necesaria cohesi¨®n de los territorios del pa¨ªs. Si se ha de producir un esfuerzo solidario entre CC AA, es preciso justificar que estas aportaciones solidarias se destinan a servicios b¨¢sicos.
El asunto no es f¨¢cil porque las CC AA prefieren una situaci¨®n que les da m¨¢s margen de maniobra a la hora de asignaci¨®n de sus presupuestos, pero siempre se pueden articular f¨®rmulas m¨¢s complejas que permitan aportaciones finalistas junto con otras indeterminadas; en cualquier caso, deber¨ªa estar claro que cualquier incremento que se produzca en el modelo actual de fondos destinados a sanidad tendr¨ªa que estar condicionado a su aplicaci¨®n a la atenci¨®n sanitaria, y tambi¨¦n el que se priorizasen objetivos del Sistema Nacional de Salud. Si as¨ª fuera, el sistema sanitario mejorar¨ªa en cohesi¨®n y las CC AA podr¨ªan justificar las necesidades especificas que pudieran tener en estas ¨¢reas para lograr aportaciones suplementarias.
Marciano S¨¢nchez Bayle es m¨¦dico y portavoz de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica.
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