"No queremos un prost¨ªbulo en casa"
Vecinos de un edificio del Eixample se quejan de la existencia de una casa de citas en el entresuelo
Las protestas vecinales mediante pancartas no s¨®lo se dirigen contra el AVE. El pasado martes, en el n¨²mero 339 de la avenida Diagonal apareci¨® un enorme lienzo blanco con grandes letras en rojo donde se lee: "No volem prost¨ªbul a casa". Ha sido colocado por los vecinos justo encima de las ventanas del entresuelo, donde se ha instalado el problem¨¢tico local que ha venido a alterar la paz vecinal.
Los vecinos manifiestan su enfado por tener un negocio de este tipo en su edificio. Oriol Bas, de 42 a?os, admite que la situaci¨®n se ha convertido en preocupante porque el flujo de clientes es continuo y porque, a?ade, "hay de todo, borrachos y gente violenta". En el edificio viven 25 personas, entre ellos, ni?os. "El otro d¨ªa pregunt¨¦ a un cliente ad¨®nde iba. 'Al prost¨ªbulo', me respondi¨®, delante de mis tres criaturas", se?ala Bas, que en una ocasi¨®n fue amenazado por un cliente.
Al menos siete j¨®venes de origen chino trabajan en el local
El negocio funciona las 24 horas y los gemidos se oyen en el patio interior. Tambi¨¦n se han dado discusiones a gritos de clientes disconformes en el portal del edificio. "La semana pasada me llamaron dos d¨ªas a las cuatro de la madrugada", comenta Ariana D¨ªaz, de 27 a?os.
"Se habla mucho de que los bares de prostituci¨®n est¨¢n cerrando, pero al final van a parar a casas de vecinos", se quejan los residentes, que hace dos semanas contrataron un guardia de seguridad para que actuara como factor disuasorio pidiendo a los visitantes del prost¨ªbulo su DNI. Al aparecer el vigilante, explicaron los vecinos, enseguida se present¨® el abogado de la casa de citas, amenazando con repercusiones legales contra el guardia, que, por no ser funcionario p¨²blico, carece de autoridad legal para pedir la documentaci¨®n.
Los vecinos han enviado numerosas cartas al Ayuntamiento para explicar el problema, sin que hayan surtido efecto, y han denunciado el caso ante el Consistorio. El Ayuntamiento ha confirmado que existe una demanda en contra del prost¨ªbulo por operar sin licencia de actividad econ¨®mica, pero hasta el momento no ha habido resultados porque la resoluci¨®n del caso depende de la justicia. Ayer por la ma?ana una patrulla de la Guardia Urbana se present¨® en las puertas del burdel para entregar un documento, pero nadie les abri¨®.
La impotencia ha llevado a los vecinos a exponer p¨²blicamente su desaz¨®n. "Hemos agotado todas las v¨ªas y nos sentimos indefensos", comenta Xavier L¨®pez, de 48 a?os.
Todo empez¨® el pasado septiembre, cuando un hombre espa?ol y una mujer china alquilaron ese piso del Eixample con un contrato de cinco a?os para realizar masajes y acupuntura. En diciembre la realidad quedaba muy clara.
El prost¨ªbulo tuvo un ¨¦xito rotundo, incentivado por su p¨¢gina web, donde aparecen siete j¨®venes chinas. Durante las 24 horas, clientes de todas las edades, etnias y clases sociales empezaron a tocar el timbre, y se gener¨® un tr¨¢fico continuo de personas en la porter¨ªa del edificio.
La pancarta es la ¨²ltima iniciativa tomada por la comunidad. El presidente de los vecinos del edificio denunci¨® el caso ante la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, que nunca pudieron entrar en el prost¨ªbulo por carecer de la preceptiva orden judicial. S¨®lo agentes del grupo de extranjer¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa accedieron en marzo al entresuelo; se llevaron a algunas chicas sin papeles y a un hombre que es el que recibe a los clientes.
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