Desafecci¨®n y federalismo

El futuro de la pol¨ªtica catalana saldr¨¢ de los congresos que se est¨¢n celebrando este verano. El de ERC ha apuntalado, hasta nuevo aviso, el Gobierno de la Generalitat, cuya estabilidad es apoyada por las diversas corrientes de ese partido. El de CDC se ha debatido entre la realidad -el tripartito, seguramente, agotar¨¢ la legislatura- y la necesidad de ampliar el apoyo electoral o las alianzas para recuperar el Gobierno. Derecho a decidir, pero sin ninguna menci¨®n a un Estado propio -la frontera con ERC y el l¨ªmite del socio de coalici¨®n, UDC-, y retorno a la centralidad catalanista que tan buenos resultados le dio a Jordi Pujol, con el proyecto de la Gran Casa del Catalanismo. El congreso del PP, donde G¨¦nova ha impuesto la presidencia, ha demostrado, una vez m¨¢s, la ausencia de voz propia de este partido en Catalu?a y su marginalidad pol¨ªtica.

El congreso del PSC es un reto para la escasa sensibilidad federal del PSOE

Un 16,1% se siente s¨®lo catal¨¢n, y un 27,8%, m¨¢s catal¨¢n que espa?ol

Lo que hoy est¨¢ en juego para los estrategas de los partidos es el espacio abierto por la "desafecci¨®n emocional de Catalu?a hacia Espa?a y las instituciones comunes", tal como advert¨ªa, en "prueba de lealtad institucional", el president Jos¨¦ Montilla en el Foro Nueva Econom¨ªa de Madrid del pasado 7 de noviembre. Es en este espacio donde se cree que se van a jugar las pr¨®ximas mayor¨ªas sociales y pol¨ªticas. Es un malestar que tiene que ver con lo que se percibe como una desatenci¨®n del Estado hacia Catalu?a y sus ciudadanos ("un periodo demasiado largo de desatenci¨®n inversora", seg¨²n Montilla), y que comporta "el riesgo de desafecci¨®n si los ciudadanos de Catalu?a no sienten que la pol¨ªtica espa?ola atiende, comprende y apuesta por hacer frente a las necesidades de Catalu?a" (Jos¨¦ Montilla, Falso dilema, EL PA?S, 10 de mayo).

La desafecci¨®n es un estado de ¨¢nimo derivado de la percepci¨®n de la realidad. Y, aunque dicha percepci¨®n sea err¨®nea, seguir¨¢ ah¨ª, acrecent¨¢ndose, mientras perdure la sensaci¨®n de malestar. Es lo que indican los bar¨®metros de opini¨®n pol¨ªtica (BOP) elaborados por el Centre d'Estudis d'Opini¨® desde junio de 2005. La media de ciudadanos catalanes pol¨ªticamente insatisfechos se sit¨²a en el 59,3%, con una tendencia al alza desde octubre de 2007 y llegando el pasado abril a una insatisfacci¨®n coyuntural del 66,4%. Tambi¨¦n se han incrementado los porcentajes de los que consideran que la situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a es mala o muy mala, que la econom¨ªa va mal o muy mal -en abril, con el 43%, superaban en 10 puntos a los que pensaban que iba bien o muy bien- y de los insatisfechos con el funcionamiento de la democracia. Mientras, la confianza en los pol¨ªticos nunca ha superado la barrera del 30% de los encuestados, y m¨¢s de las dos terceras partes creen que no tienen en cuenta lo que piensa la gente.La interrelaci¨®n entre las variables anteriores es clara y tambi¨¦n se da en otras comunidades a medida que se agudiza la recesi¨®n econ¨®mica. Demuestran un profundo malestar, pero no necesariamente la desafecci¨®n hacia Espa?a y la pol¨ªtica espa?ola. En cambio, en esa direcci¨®n apuntan las preocupaciones de los catalanes sobre d¨¦ficit en infraestructuras y transporte, acceso a la vivienda, inmigraci¨®n, paro, precariedad laboral, econom¨ªa, inseguridad e insatisfacci¨®n pol¨ªtica, variando el orden de las cuatro primeras variables seg¨²n la coyuntura. Son factores relacionados con el Estatut y su despliegue. De ah¨ª la preocupaci¨®n por el sistema de financiaci¨®n y las relaciones Catalu?a/Espa?a. En este ¨²ltimo caso, los porcentajes crecen desde marzo de 2007, con un m¨¢ximo del 10,6% en enero de 2008. Adem¨¢s, el porcentaje de ciudadanos que s¨®lo se sienten espa?oles ha ca¨ªdo m¨¢s de tres puntos entre 2005 y 2008, y la media se sit¨²a en el 5,3%, mientras que la de los que dicen sentirse m¨¢s espa?oles que catalanes ha ca¨ªdo dos puntos y es del 4,9%. Por el contrario, un 16,1% se sienten s¨®lo catalanes, y la tendencia es al alza. El grupo mayoritario lo configuran los que se sienten tan espa?oles como catalanes (42,6%), seguidos de los que se consideran m¨¢s catalanes que espa?oles (27,8%).

Las encuestas deben tomarse con precauci¨®n, pero 12 ediciones del BOP apuntan tendencias firmes. Y a¨²n falta la decisi¨®n del Tribunal Constitucional sobre el Estatut y negociar la financiaci¨®n.

?se es el contexto de todos los congresos del verano; tambi¨¦n para el del PSC que comienza hoy. En la ponencia marco (La fuerza del socialismo catalanista y federal), el PSC se define como un partido internacionalista que quiere "fortalecer la vigencia y la eficacia del proyecto del socialismo democr¨¢tico, catalanista y federal, defendiendo el autogobierno de Catalu?a, el desarrollo pleno del Estatuto y unas relaciones de unidad y amistad con Espa?a, impulsando la evoluci¨®n federal del Estado de las Autonom¨ªas". El PSC, que apuesta por el "catalanismo social y federal", afirma que "el elemento central del catalanismo pol¨ªtico es la voluntad de autogobierno del pueblo de Catalu?a. Es en este punto donde el federalismo es un punto central de referencia, teniendo en cuenta que este autogobierno tendr¨¢ que ser ejercido en un marco pol¨ªtico complejo, con distintos niveles de gobierno (el europeo, el espa?ol, el catal¨¢n y el local)".

El socialismo catal¨¢n aboga, pues, por una Espa?a democr¨¢tica, plural y federal para encarar la relaci¨®n Catalu?a/Espa?a. Entronca as¨ª con su propia tradici¨®n federal y con la percepci¨®n de los ciudadanos: un 6,2% cree que Catalu?a es una regi¨®n de Espa?a, y un 37,8%, una comunidad aut¨®noma; pero un 34% piensa que deber¨ªa ser un Estado en una Espa?a federal, y un 15,6%, independiente.

En definitiva, entre la conllevancia orteguiana y la Espa?a unitaria, el PSC "defiende un Estado federal plurinacional". Y "un catalanismo que defiende la Catalu?a plural en el marco de la Espa?a plural y de la Europa federal, un Estatuto que ha de abrir las puertas a un federalismo ambicioso como modo de articular el Estado plurinacional espa?ol".

Federalismo para combatir la insatisfacci¨®n pol¨ªtica y para integrar la riqueza cultural y ling¨¹¨ªstica de un patrimonio que, por plural, deber¨ªa ser de todos. "Espa?a es plural o no ser¨¢", sentenci¨® Montilla en Madrid.

?sta es la apuesta y, para algunos, la ¨²ltima oportunidad ante una creciente desafecci¨®n que alimenta el "derecho a decidir". Otra cuesti¨®n es si Ferraz es consciente del reto -y de la apuesta- y si el PSC encontrar¨¢, m¨¢s all¨¢ de algunos sectores del socialismo vasco, interlocutores entre un socialismo espa?ol de escasa sensibilidad federal.

Antoni Segura es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea y director del Centre d'Estudis Hist¨°rics Internacionals (CEHI) de la Universidad de Barcelona.