?Viva la evoluci¨®n!
Bjarke Ingels (Copenhague, 1974) es el hombre del s¨ª, que no se detiene ante un no. Cualquier situaci¨®n que deje una puerta abierta le da una raz¨®n para salirse con la suya, por ah¨ª se colar¨¢. Sus proyectos llevan impresa la cabezona insistencia del espermatozoide triunfador que, a costa de sus convecinos, desea perpetuar la especie. Nunca da una idea por perdida. Con 33 a?os y una importante carga de ambici¨®n, ha conseguido agrupar a m¨¢s de ochenta profesionales, entre arquitectos, dise?adores y gente con ideas, en una empresa que lanza proyectos hacia Dinamarca y al resto del mundo, all¨ª donde hagan falta, o no. Es como si siempre diera la raz¨®n a un reticente interlocutor de otra cultura, en la que negar fuera mover la cabeza de arriba hacia abajo.
BIG conjuga una vanguardia llena de ideas locas en incestuosa uni¨®n con la mon¨®tona efectividad de una empresa
La oficina de BIG, Bjarke Ingels Group, est¨¢ en el segundo piso de un ordinario edificio de oficinas de hormig¨®n y ladrillo de la calle N?rrebro de Copenhague. Desde sus ventanas se puede ver la tapia que encierra al cementerio de Kierkegaard. En este antiguo barrio de clase obrera -reemplazada ahora por una juventud reivindicativa-, situado al noroeste del centro, reside una gran cantidad de poblaci¨®n inmigrante y se ha convertido en un ¨¢rea con renovada intensidad creativa y comercial.
Bjarke Ingels tiene el aire de un joven actor de pel¨ªculas de acci¨®n americanas. Viste camiseta gris con siniestro motivo de encapuchado negro en el pecho. Golpe de efecto. Aporta ese grado de provocaci¨®n latente que sirve para explicar algunas contradicciones danesas. "El mejor modo de ser arquitecto -como dir¨ªa Bernard Rudofsky, autor de Arquitectura sin arquitectos- es no ser arquitecto, sino evolucionar desde otras situaciones y otros ambientes", comenta Ingels. En 1997, estudi¨® un a?o en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona. "Me result¨® extra?o el cambio de cultura. Sobre todo lo diferente que era el tempo. En el sur de Europa las cosas requieren maduraci¨®n. Tambi¨¦n trabaj¨¦ en el estudio de [Enric] Miralles. Aquel fue el periodo formativo m¨¢s importante de mi carrera. Creo que la arquitectura espa?ola actual tiene rasgos distintivos que la hacen ¨²nica. Es reconocible en su materialidad, en la condici¨®n portante de su estructura, en la verdad de sus detalles. Adem¨¢s, todav¨ªa permanece viva la l¨ªnea docente desde maestro hasta el aprendiz. Se puede seguir esa trayectoria, que va de Gaud¨ª a la joven arquitectura catalana, pasando por Miralles a trav¨¦s de Albert Viaplana. Ocurre algo parecido en Madrid y Sevilla".
En la oficina de BIG no se ven croquis. Todo son maquetas. Parece la colecci¨®n de cole¨®pteros de un entom¨®logo a la que s¨®lo le faltan los alfileres. Las hay de todos los tama?os y de todos los materiales. Llenan estanter¨ªas y explican la evoluci¨®n natural de las formas. De un proyecto surgen otros y estudiando la cronolog¨ªa de las maquetas se puede seguir el hilo de la mutabilidad de las especies. Sus trabajos provienen de un ancestro com¨²n que condensa la conjunci¨®n de dos extremos opuestos: el de una vanguardia llena de ideas locas arrejuntada incestuosamente con la mon¨®tona efectividad de una organizaci¨®n empresarial. Ingels llama a este modelo la "utop¨ªa pragm¨¢tica".
"Cuando en 2001, Julien de Smedt, ahora JDS, y yo fundamos PLOT- "trama", en castellano-, era porque inicialmente quer¨ªamos hacer una pel¨ªcula. Copenhague era el sitio ideal, con el movimiento Dogma y todo eso. Luego nos dimos cuenta de que lo que realmente nos gustaba era la arquitectura. Nos hab¨ªamos conocido un a?o antes trabajando en Holanda para Rem Koolhaas. Pero Copenhague en aquella ¨¦poca era una ciudad anclada en la ¨¦poca dorada del dise?o n¨®rdico. Aparecimos sin filiaci¨®n conocida y sin padrinos. Abrimos el camino a una serie de arquitectos que han destacado despu¨¦s, y que en su mayor¨ªa colaboraron con nosotros". Para BIG, cada lugar significa un experimento pragm¨¢tico y ut¨®pico al mismo tiempo. Impone siempre una pauta de amable radicalidad a la realidad y esta tarea de mantenerse en vanguardia parece no desgastar a Bjarke Ingels. Desmesura, ambici¨®n, optimismo y humor son las caracter¨ªsticas que definen su obra. BIG ha supuesto un revulsivo motivador para la arquitectura danesa tradicional. De las generaciones anteriores, Bjarke Ingels s¨®lo nombra a J?rn Utzon y a Arne Jacobsen. "Jacobsen fue quien introdujo la modernidad en Dinamarca, pero siempre como una traducci¨®n. En el Royal Hotel de Copenhague emple¨® el mismo lenguaje que SOM ya hab¨ªa utilizado en la Lever House de Nueva York. En sus piezas de mobiliario, su vocabulario proven¨ªa de los Eames. Podr¨ªamos decir que no aport¨® nada nuevo. En cambio, lo que me interesa de Utzon fue la apropiaci¨®n de las formas de otras culturas y su transposici¨®n a nuevos lugares. Las pagodas, las pir¨¢mides escalonadas son formas potentes que pueden servir en multitud de emplazamientos. Un edificio que planteamos para Suecia y que no funcion¨® lo hemos reconvertido en un hotel con centro deportivo y de congresos para la Exposici¨®n Mundial de Shanghai 2010. Adem¨¢s, luego nos enteramos de que su forma se corresponde con el pictograma chino que significa 'gente'. Por eso ahora lo llamamos People's Building".
Otro caso: "Cuando nuestro cliente nos plante¨® un Hotel y Centro de Congresos en el aeropuerto de Arlanda, Estocolmo, intentamos darle la vuelta al tradicional edificio de 'torre que sobresale de z¨®calo' y pensamos que el camino ser¨ªa una base alta fina y estrecha con una gran plataforma encima. No hubo manera, pero seguimos d¨¢ndole vueltas. Cedimos en que el prisma saliera del suelo, pero no con planta cuadrada, sino triangular. En cada una de sus caras planteamos un recorte de ventanas que, desde lejos, diera la impresi¨®n de gigantescos retratos a lo Warhol de cada uno de los tres pr¨ªncipes de Suecia. Es como si la familia real viniera a recibirte o a despedirte. Cuando ense?amos nuestro trabajo en Emiratos ?rabes, con motivo de la presentaci¨®n de otro proyecto, esta idea le gust¨® tanto al califa de turno, que nos propuso que hici¨¦ramos lo mismo con un retrato suyo para un edificio en el desierto".
El principal proyecto que BIG tiene ahora entre manos en Dubai, Emiratos ?rabes, es Bawadi, un dorado edificio multiusos, con oficinas, espacios comerciales y viviendas. Se sit¨²a en duod¨¦cima l¨ªnea de playa y trata de darle la vuelta al antiecon¨®mico rascacielos americano de acero y cristal, de manera que, agrupando cinco torres invertidas y coloc¨¢ndoles una tapadera com¨²n, a modo de mesa con cinco patas, se consigue un edificio de cien metros de altura con las fachadas rehundidas para evitar la incidencia de los rayos solares y una amplia superficie sombreada en la calle. De esta forma, la mayor cantidad de volumen construido se encuentra en la parte m¨¢s alta, all¨ª donde el precio de venta es mayor. Para darle sentido al esquema, cada pata corresponde a uno de los cinco preceptos del islam. La soluci¨®n estructural se obtiene de la conexi¨®n catalana con Gaud¨ª, quien investig¨® el sistema de fuerzas con la catenaria para aplicarlo despu¨¦s, de manera invertida, a los arcos y b¨®vedas de sus edificios. Bjarke Ingels relaciona estas formas con los moc¨¢rabes de las construcciones hispanomusulmanas que convierten, mediante complicados juegos geom¨¦tricos, lo que es curvo en recto y lo que es b¨®veda en muro.
Charles R. Darwin escribi¨® en El origen de las especies: "Las razones dadas en este libro pueden chocar con los sentimientos religiosos de algunas personas". Los comentarios de Bjarke Ingels, por su ausencia de principios, pueden escandalizar de igual modo a algunos docentes y te¨®ricos con fuertes convicciones asentadas en la disciplina arquitect¨®nica tradicional, pero por ah¨ª es por donde va el mundo.
Ingels termin¨® la carrera cuando apareci¨® el libro S, M, X, XL y ha le¨ªdo a Rem Koolhaas antes que a Le Corbusier. Existen etapas en su formaci¨®n que no ha cubierto de forma lineal. Por eso, al visitar sus edificios se debe sentir la misma sensaci¨®n que experiment¨® Darwin cuando desembarc¨® del HMS Beagle y se encontr¨® con los marsupiales australianos. Con gran naturalidad, Bjarke Ingels explica que sus obras son el resultado de un experimento de alquimia program¨¢tica. "Si una idea no funciona en un sitio, ir¨¢ buscando acomodo en otros proyectos, hasta que termine por concretarse". La revoluci¨®n ha muerto, ?viva la evoluci¨®n! -
The BIG CPH Experiment. Exposici¨®n en la galer¨ªa POP UP. 1- 5 Exhibition Road, Londres. Hasta el 27 de julio. www.BIG.dk
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