El renacimiento de Al Qaeda
La estructura terrorista de Bin Laden result¨® seriamente da?ada con la p¨¦rdida de su santuario en Afganist¨¢n. Pero no lleg¨® a desaparecer, y en los ¨²ltimos a?os incluso ha recuperado capacidad operativa
Mucho se est¨¢ especulando sobre la naturaleza del actual terrorismo global, es decir, del terrorismo relacionado de uno u otro modo con Al Qaeda. Se trata de una pol¨¦mica muy extendida en los c¨ªrculos acad¨¦micos y en las comunidades de inteligencia, con implicaciones para el enfoque que ha de darse a las pol¨ªticas nacionales de seguridad y a la cooperaci¨®n internacional en dicha materia. Una pol¨¦mica en torno a c¨®mo ha evolucionado ese fen¨®meno tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y al tipo de amenaza que supone en nuestros d¨ªas tanto para los pa¨ªses cuyas poblaciones son mayoritariamente musulmanas como para otras sociedades, incluidas por supuesto las del mundo occidental.
El n¨²cleo central de Al Qaeda est¨¢ en zonas monta?osas entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n
Alrededor de otros 30 grupos en el mundo tienen alg¨²n tipo de asociaci¨®n con Al Qaeda
Como consecuencia de la reacci¨®n estadounidense a lo ocurrido aquel d¨ªa en Nueva York y Washington, la estructura terrorista liderada por Osama Bin Laden perdi¨® el santuario del cual ven¨ªa disfrutando en Afganist¨¢n desde mediados los noventa y qued¨® seriamente menoscabada. No pocos de sus grupos afines, que de igual manera contaban con campos de entrenamiento y otras infraestructuras al amparo del r¨¦gimen de los talibanes, se vieron asimismo afectados. Y las organizaciones directa o indirectamente vinculadas con Al Qaeda que ten¨ªan sus bases fuera de ese pa¨ªs surasi¨¢tico fueron desde entonces objeto de una decidida represi¨®n por parte de los Gobiernos con autoridad sobre las diferentes jurisdicciones estatales donde se encontraban.
Estos acontecimientos son suficientemente conocidos y no parece que respecto a ellos exista demasiada controversia entre los observadores atentos del fen¨®meno. Sin embargo, no pocos de ¨¦stos concluyeron, a partir de aquellos hechos, que Al Qaeda hab¨ªa dejado de existir, transformada en una ideolog¨ªa o en un movimiento. Concluyeron tambi¨¦n que el terrorismo global se hab¨ªa convertido en un fen¨®meno amorfo, carente de estructuraci¨®n formal y de liderazgo. Concluyeron, finalmente, que la verdadera amenaza terrorista procede ahora de c¨¦lulas locales constituidas de manera espont¨¢nea y compuestas por individuos radicalizados a s¨ª mismos bajo el influjo de una serie de ideas diseminadas sobre todo a trav¨¦s de Internet.
A esta visi¨®n ha contribuido la obra de un influyente doctrinario del terrorismo yihadista. Un individuo de origen sirio pero nacionalizado espa?ol que responde al sobrenombre de Abu Musab al Suri, miembro fundador de la c¨¦lula establecida por Al Qaeda en nuestro pa¨ªs una d¨¦cada antes del 11-M y luego incorporado al c¨ªrculo inmediato de Osama Bin Laden. Fue detenido en Pakist¨¢n en 2005, no sin que antes publicase su Llamada a la resistencia isl¨¢mica mundial.
Ahora bien, afirmar que aquella estructura terrorista ha desaparecido, que el terrorismo global es ahora un fen¨®meno amorfo y que la amenaza emana hoy de c¨¦lulas locales surgidas espont¨¢neamente no parece que se corresponda con la realidad. Para empezar, Al Qaeda sigue existiendo. Se ha transformado en los ¨²ltimos a?os, mostrando gran resistencia y una sobresaliente capacidad de adaptaci¨®n, pero est¨¢ regenerada y los servicios de inteligencia occidentales lo saben. Su n¨²cleo de liderazgo, reconstituido en distintas ocasiones, permanece en la zona fronteriza de Pakist¨¢n con Afganist¨¢n, donde dispondr¨ªa de algunos centenares, si no unos miles, de miembros propios. Dispone adem¨¢s de tramas y c¨¦lulas, as¨ª como de agentes y colaboradores, fuera de aquella zona. Eso s¨ª, ha venido subsanando su estado previo, como remanente de la estructura terrorista que exist¨ªa antes del 11-S, con una extraordinaria producci¨®n de propaganda audiovisual. Sus capacidades operativas no son las mismas que en el pasado, pero han vuelto a ser considerables.
M¨¢s a¨²n, Al Qaeda ha conseguido establecer, aunque no siempre de la misma manera, algunas extensiones territoriales. Es el caso de la denominada Al Qaeda en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, que dio comienzo a su campa?a terrorista en 2003. O el de la altamente burocratizada Al Qaeda para la Yihad en la Tierra de los Dos R¨ªos, constituida en 2004 en Irak, a partir de un grupo denominado Unicidad de Dios y Yihad, muy activo en ese pa¨ªs desde que fuera militarmente invadido el a?o anterior. A inicios de 2007, apareci¨® la no menos estructurada Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico, resultante de una fusi¨®n, anunciada unos meses antes, entre la propia Al Qaeda y el Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate, de origen argelino.
Por otra parte, alrededor de 30 grupos y organizaciones activos en distintos lugares del mundo mantienen alg¨²n tipo de asociaci¨®n con Al Qaeda. Difieren mucho en sus dimensiones, grado de articulaci¨®n, composici¨®n y alcance operativo. Entre ellos se encuentran los talibanes afganos, los neotalibanes paquistan¨ªes de Tehrik e Taliban (Fuerza de Talib¨¢n), Lashkar e Tayiba (Ej¨¦rcito de los Puros), el Movimiento Isl¨¢mico del Turkest¨¢n Oriental, Harakat ul Jihad ul Islami (Movimiento de la Yihad Isl¨¢mica), Abu Sayaf (Portadores de la Espada), la Yemaa Islamiya (Asamblea Isl¨¢mica), Jund as Sham (Ej¨¦rcito del Levante), Asbat al Ansar (Liga de los Seguidores) o Harakat Shabab al Muyahid¨ªn (Movimiento de la Juventud Combatiente) o la Uni¨®n de la Yihad Isl¨¢mica escindida del Movimiento Isl¨¢mico de Uzbekist¨¢n.
Cierto que Al Qaeda ha inspirado la formaci¨®n y el desarrollo, en numerosos pa¨ªses del mundo pero quiz¨¢ especialmente en los occidentales, de grup¨²sculos o c¨¦lulas carentes, al menos en un principio, de lig¨¢menes con alguno de esos otros componentes del actual terrorismo global. Sin embargo, estos grup¨²sculos o c¨¦lulas que se autoconstituyen influenciados por los fines y los medios propugnados desde el n¨²cleo de Al Qaeda pueden llegar a establecer esos v¨ªnculos. En cualquier caso, estas redes y c¨¦lulas autoconstituidas no deben confundirse, como a menudo ocurre, con las que est¨¢n bajo el mando directo de Al Qaeda, situadas en la periferia de sus extensiones territoriales o integradas en grupos y organizaciones afiliados con esa estructura terrorista.
Como tampoco debe exagerarse su importancia a expensas de los otros componentes del terrorismo global. La inmensa mayor¨ªa de los atentados relacionados con Al Qaeda que se han perpetrado en los ¨²ltimos seis a?os y medio son obra de esta misma y, sobre todo, de sus extensiones territoriales y de grupos u organizaciones afines. Y esos tres componentes del terrorismo global destacan en general por un significativo grado de articulaci¨®n, con disciplina interna, especializaci¨®n funcional, jerarqu¨ªa y direcci¨®n reconocida. Algo que no casa con la noci¨®n de un fen¨®meno desorganizado que ser¨ªa la suma de grup¨²sculos independientes y c¨¦lulas espont¨¢neas. Estos actores locales son parte del terrorismo global, pero no debe tomarse esa parte por el todo.
En conjunto, tanto Al Qaeda y sus extensiones territoriales, como los grupos y organizaciones relacionados con aquella estructura terrorista o los grup¨²sculos y c¨¦lulas que se autoconstituyen influenciados por la misma forman un heterog¨¦neo pero definido entramado internacional. Es una urdimbre que evoluciona, cuyos componentes est¨¢n interconectados entre s¨ª de muy diferentes maneras y pueden variar con el tiempo en n¨²mero, condici¨®n e importancia relativa. Los riesgos y amenazas que el terrorismo global plantea para distintos pa¨ªses o regiones del planeta dependen precisamente del modo en que se combinan esos distintos componentes.
En todo caso no es el modelo de Abu Musab Al Suri el que impera, sino el dise?ado por otro ide¨®logo del yihadismo violento, Abu Bakar Naji, en su La gesti¨®n de la ferocidad. En suma, el actual terrorismo global no es un fen¨®meno amorfo sino polimorfo. Que es distinto.
Fernando Reinares es director del Programa sobre Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos.
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