Los fogones que hacen m¨¢s caja

Los cien primeros restaurantes de Galicia no pararon de servir comidas en la ¨¦poca del auge econ¨®mico. En el a?o 2006 llegaron a facturar casi 150 millones de euros, un 14% m¨¢s que un a?o antes. Aunque la fama se la llevan el cocido y el marisco, quien verdaderamente hizo negocio vendi¨® -y vende- pizzas. Se trata de la empresa de capital portugu¨¦s Vidisco, con sede en Vigo, que lleva varios a?os de n¨²mero uno entre los restaurantes que m¨¢s facturan. Su marca se llama Pizza M¨®vil, y es la tercera cadena espa?ola del ramo, con 68 establecimientos, por detr¨¢s de Telepizza y Pizza Hut, seg¨²n los datos del directorio econ¨®mico Ard¨¢n. Sus ingresos de 2006 ascendieron a 17,6 millones de euros, un 10% m¨¢s que lo que generaba dos a?os antes. La empresa, fundada por vigueses en 1989, fue posteriormente adquirida por el grupo luso Ibersol, que explota otras marcas de comida r¨¢pida como Burguer King, Pans & Company o la propia Pizza Hut.

La segunda compa?¨ªa del sector por ventas s¨ª sigue en manos gallegas. Se llama igual que el apellido de su fundador, Jos¨¦ Villasen¨ªn, y naci¨® en los a?os 50 con la concesi¨®n del bar del aeropuerto de Lavacolla, que por aquel entonces se limitaba casi exclusivamente a la aviaci¨®n militar. El despegue de los vuelos comerciales supuso tambi¨¦n el de Villasen¨ªn, que aprovech¨® para colocar su comida en todos los aviones. En el a?o 81 falleci¨® el fundador y sus hijos decidieron abrir un restaurante llamado Ruta Jacobea. Hoy tienen dos m¨¢s y son propietarios de dos pazos para convenciones, un hotel, y de la concesi¨®n de la cafeter¨ªa en el aeropuerto de Vigo. Complementan el negocio con una divisi¨®n de catering que aprovecha su experiencia en el servicio a¨¦reo en los vuelos de Iberia, Spanair, Air Europa y Air Nostrum, -que sigue prestando- para lanzarse al servicio en tierra en todo tipo de actos, desde bodas a reuniones de empresa. En estos momentos tiene 120 empleados en plantilla y alcanza una facturaci¨®n de 6,6 millones de euros.

Las bodas tambi¨¦n son una buena fuente de ingresos para la tercera empresa, La Palloza Gallega. Con sede en Lugo, lleva desde el a?o 69 en la brecha. El viernes pasado dio de comer a 1.100 personas, y en los meses de verano puede llegar a poner manteles para 150 enlaces. Ramiro L¨®pez, su gerente, bromea con que "ahora son celebraciones de manos limpias" porque nadie se quiere pelear con las patas de las n¨¦coras. Los novios prefieren comer el marisco con cubiertos y no pagar por un desfile interminable de bandejas cargadas hasta los topes. "Esto est¨¢ cambiando y nosotros tenemos que enfocar nuestro negocio de otra manera" pronostica. Porque lo que es cierto es que "las bodas van a menos" y, con la crisis, la gente vuelve a comer y a cenar en casa. Un hecho que tampoco pasar¨¢n por alto los del cuarto local de la clasificaci¨®n, el sal¨®n de banquetes Chicolino, de Boiro. Sus ingresos crecieron un 22% en esos a?os de bonanza, en los que lleg¨® a facturar cuatro millones, a una media de casi 11.000 euros diarios. En sus 40 a?os de historia ha celebrado 3.500 enlaces.