Un vals en pantuflas
El calzado casero de la nobleza brit¨¢nica triunfa en las fiestas
Dice un brit¨¢nico que un caballero que se precie de serlo no deja verse en p¨²blico sin unos zapatos sin cordones. Sin embargo, los hijos de Carolina de M¨®naco —Andrea y Pierre—, su cu?ado y novio de Carlota, Alex Dellal, y el medi¨¢tico jefe de Renault, Fabio Briatore, se ponen el mundo por montera y pasean el palmito por las fiestas m¨¢s exclusivas con esmoquin y en slippers. Dicho en rom¨¢n paladino: en zapatillas de estar por casa o pantuflas. Eso s¨ª, customizadas en terciopelo, con suela de cuero y forro interior de seda o piel. Con forma de mocas¨ªn sin antifaz, se lucen lisas en colores oscuros o con bordados que causan furor.
Las slippers (que as¨ª se llaman en origen) nacieron en el siglo XIX como el calzado de la nobleza brit¨¢nica para moverse por sus mansiones. Y tuvieron como principal valedor al pr¨ªncipe Alberto, marido de la reina Victoria, por lo que existe un modelo —personalizado con el escudo de familia o en su defecto con las iniciales del portador— conocido como Albert Slippers. Briatore no iba a ser menos, y en su estramb¨®tica boda con la despampanante modelo y presentadora Elisabetta Gregoraci tuvo el detalle de embutirse un par con las iniciales de los contrayentes —E y F— en dorado.
En la madrile?a tienda Smile Class, que importa la marca Tricker's, reconocen que las ventas se han disparado desde que las revistas las han hecho famosas. As¨ª que, pese a que el calor de estos meses no anima a usar el c¨¢lido terciopelo y su precio —alrededor de 300 euros—, han vendido ya 50 pares hechos a mano. Animados por el ¨¦xito, desde septiembre las vender¨¢n con iniciales. Su reclamo es ser los proveedores de la familia real brit¨¢nica. De hecho, muestran a los clientes un libro en el que aparece el duque de Windsor visti¨¦ndolas con esmoquin en los a?os setenta. La corona con tres plumas, s¨ªmbolo del pr¨ªncipe de Gales; el zorro; el le¨®n y, para los m¨¢s atrevidos, las calaveras, son las im¨¢genes ofertadas a bordar.
Rafael y Luis Medina, hijos de Nati Abascal y el duque de Feria, habituales del papel cuch¨¦, son los encargados de popularizar en Espa?a estas zapatillas, que lo mismo combinan con un traje de gala que con vaqueros. Claro est¨¢ que, teniendo en cuenta que son due?os de las boutiques Scalpers, es normal que no se las quiten. Los motivos con los que la firma estadounidense Stubbs and Wootton las adornan pueden ser un cocodrilo, un diablo rojo, una calavera con sables cruzados, un pulpo o una cruz. Y sus tejidos, adem¨¢s del terciopelo, el cachemir, el lino y la rafia. Crockett & Jones, George Cleverley o Church's tambi¨¦n las tienen en su cat¨¢logo.
Los m¨¢s transgresores se atreven incluso con bailarinas goyescas o toreras, rematadas con lazada de sat¨¦n o lazo zapatero (plano), con calcetines de fantas¨ªa a juego.
Los dirigentes Winston Churchill y Fran?ois Mitterrand tambi¨¦n calzaron slippers, eso s¨ª, m¨¢s pudorosos: no las sacaron de su alcoba. Las ¨²ltimas del que fuera presidente de Francia se vendieron en una subasta solidaria el pasado mes de enero, en la que se recaudaron unos 1.500 d¨®lares que han ido directos a los proyectos caritativos de su viuda, Danielle Miterrand.
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