Manifi¨¦stese all¨ª

Una de las peores pesadillas de los organizadores de los Juegos Ol¨ªmpicos es la posibilidad de que se produzcan protestas de peticionarios, activistas y organizaciones no gubernamentales delante de las c¨¢maras de todo el mundo, da?ando la imagen de los que el Gobierno pretenden que sean los mejores Juegos de la historia. Para evitarlas, Pek¨ªn ha tomado todas las medidas imaginables, que van desde la restricci¨®n en la concesi¨®n de visados -lo que ha obligado a miles de extranjeros residentes en China a abandonar el pa¨ªs- hasta la implantaci¨®n de controles en las carreteras de acceso a la capital y el arresto de disidentes chinos.

Pero, consciente de que, pese a todo, algunos activistas pueden conseguir colarse a trav¨¦s de la fina malla de la seguridad, las autoridades municipales han optado por el pragmatismo y ayer anunciaron que han designado varias zonas espec¨ªficas para manifestaciones. Las ¨¢reas estar¨¢n situadas en tres parques p¨²blicos en las proximidades de algunos de los estadios deportivos, seg¨²n dijo Liu Shaowu, director de seguridad del Comit¨¦ Organizador de los Juegos (Bocog), pero lejos de las principales instalaciones ol¨ªmpicas. "Invitaremos a los manifestantes a que realicen sus protestas en los lugares establecidos", dijo Liu. Como en la mayor¨ªa de pa¨ªses, la ley china exige que cualquier tipo de manifestaci¨®n sea aprobada previamente por la polic¨ªa. Este tipo de ¨¢reas ha existido en Juegos anteriores, como Atenas 2004.

Los Juegos se emitir¨¢n con un retardo de 10 segundos para censurar las cr¨ªticas a Pek¨ªn

Pek¨ªn parece haber aceptado que ser¨¢ casi imposible evitar que se produzcan algunos actos contra el Gobierno, debido a su pol¨ªtica en T¨ªbet, su papel en la crisis de Darfur (Sud¨¢n), su masiva aplicaci¨®n de la pena de muerte, la falta de libertad de informaci¨®n o sus continuas infracciones de los derechos humanos, entre otros. Pero, como se?alan expertos extranjeros, el problema no es tanto que tengan lugar manifestaciones -a las que Occidente est¨¢ acostumbrado, aunque no los dirigentes chinos- sino c¨®mo se gestionen ¨¦stas. La televisi¨®n china, por ejemplo, retransmitir¨¢ las pruebas con 10 segundos de retraso para omitir posibles manifestaciones contra el gobierno del pa¨ªs anfitri¨®n -tambi¨¦n la Superbowl, en Estados Unidos, se emite con un desfase de cinco segundos-.

Liu afirm¨® que la polic¨ªa est¨¢ intentando mantener un equilibrio entre la necesidad de seguridad y al aire festivo que debe acompa?ar al evento deportivo. "Estamos convencidos de que podemos dar a los Juegos de Pek¨ªn un ambiente bueno y alegre", dijo. Las fuertes medidas de seguridad, incluido el control, casa por casa, de los extranjeros y los chinos que no tienen permiso de residencia en la capital, han hecho temer que no sea as¨ª. Muchos bares han sido cerrados, otros han sido obligados a retirar sus terrazas de la calle, y el negocio tur¨ªstico ha ca¨ªdo, hasta el punto que los hoteles se han visto obligados a rebajar sus tarifas en agosto.

Pek¨ªn ha invertido 41.442 millones de d¨®lares (26.252 millones de euros) en infraestructuras y organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos m¨¢s caros de la historia, con los que pretende mostrar al mundo que ha recuperado su papel como gran potencia econ¨®mica y pol¨ªtica.