Curas pederastas
A veces las m¨¢s terribles experiencias de la vida se convierten en poco menos que alta pol¨ªtica. Es el caso de los abusos sexuales sufridos por cientos de ni?os a manos de sacerdotes de la Iglesia cat¨®lica, en Estados Unidos. En estos d¨ªas, en Australia, Benedicto XVI ha pedido perd¨®n en nombre de la instituci¨®n. Contra las bajas pasiones, alta pol¨ªtica. Agua de borrajas. Ausencia de asunci¨®n de responsabilidades.
L¨ªbranos del mal, notable documental de la estadounidense Amy Berg, escoge una de las astillas del ¨¢rbol ca¨ªdo para intentar llegar a conclusiones sobre el derrumbe moral de la instituci¨®n. As¨ª, centra su relato en la rocambolesca, deleznable, casi tragic¨®mica historia del padre Oliver O'Grady, al que su di¨®cesis fue trasladando de pueblo en pueblo sin ponerlo a disposici¨®n de la justicia. ?Durante m¨¢s de 20 a?os!
L?BRANOS DEL MAL
Direcci¨®n: Amy Berg.
Int¨¦rpretes: Oliver O'Grady, Nancy Sloan, Patrick Wall.
G¨¦nero: documental. EE UU, 2006. Duraci¨®n: 101 minutos.
Berg tiene lo m¨¢s importante para la realizaci¨®n del documental: la confesi¨®n de O'Grady, el relato de los horrores de aquellas jornadas de amistad familiar, de aquellas noches en casa de sus fieles, de aquellas violaciones tras la puerta del infierno, expuestas con una displicente media sonrisa de lobo disfrazado de cordero, y sin el m¨¢s m¨ªnimo ¨¢pice de remordimiento. A ello se suman las declaraciones de sus superiores en los (tard¨ªos) interrogatorios y juicios, y, por supuesto, la dolorosa evocaci¨®n de los entonces ni?os de los a?os setenta, hoy personas adultas a¨²n destrozadas f¨ªsica y mentalmente.
En la diana
A trav¨¦s de opiniones de distintos especialistas, Berg aborda todos los aspectos de la problem¨¢tica (personal, social, moral, legal, m¨¦dica) y se llega a conclusiones que parecen dar en el centro de la diana: la clave puede estar en el concepto del celibato; la mayor¨ªa de los sacerdotes pederastas entr¨® en el seminario muy joven, cuando su sexualidad ni siquiera estaba formada, y ese encierro carnal puede provocar tantos casos de semejantes caracter¨ªsticas.
S¨®lo el empe?o de buena parte de los actuales documentales de denuncia por calcar el efecto Michael Moore resta algo de credibilidad a la pel¨ªcula. La falta de respuestas del m¨¢ximo responsable de los males no siempre es la mejor demostraci¨®n de culpabilidad. De modo que la supuesta traca final resulta, precisamente, lo m¨¢s artificioso en una historia de terrible verosimilitud.
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