Tributo a los h¨¦roes gallegos del Batall¨®n Literario

Partieron a la batalla el 18 de julio de 1808. Eran 1.600 estudiantes reconvertidos en militares. Los dioses de la guerra y la sabidur¨ªa, Marte y Minerva, se hab¨ªan unido en su campa?a y el escudo de la Universidad y la Cruz de Santiago presid¨ªan sus estandartes. Luchaban por la independencia, combat¨ªan por librar a su patria de los franceses. Y desde ayer, el mundo de la cultura, la comunidad universitaria y la pol¨ªtica les recuerdan y homenajean en la exposici¨®n que podr¨¢ verse hasta el 21 de septiembre en el Pazo de Fonseca, en Santiago.

Los estudiantes defendieron al pa¨ªs de la ocupaci¨®n napole¨®nica

Los pol¨ªticos, la cultura y la comunidad universitaria se vieron ayer las caras sobre las vitrinas donde se exponen los estandartes que portaba el Batall¨®n Literario. El ministro de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina, y el rector de la Universidad de Santiago (USC), Sen¨¦n Barro, presentaron ayer la muestra en una de las p¨¦treas salas del rectorado.

La exposici¨®n est¨¢ dividida en dos salas. En una se exponen los estandartes, banderolas y el Himno de la Guerra de la Independencia y las ense?as del Batall¨®n, que el comisario de la muestra define como el eje simb¨®lico del proyecto. La otra, armas, lienzos, mapas y documentos de la ocupaci¨®n y la resistencia.

El ministro afirm¨® sentirse "muy emocionado" al recordar su etapa de estudiante universitario de Derecho. "Me vence cierta melancol¨ªa al recordar estos tiempos", cont¨®. "Adem¨¢s recuerdo haber visto, colgada en clase, la bandera del Batall¨®n Literario". Los gallegos se defendieron de la ocupaci¨®n francesa desde la dial¨¦ctica y la guerra; partiendo desde Santiago de Compostela a Bembibre (Le¨®n). Tras la batalla, s¨®lo volvieron 200, muchos de los cuales llegaron a ser altos cargos militares. Se luch¨® desde la sabidur¨ªa y la milicia y portando una bandera con dos escudos: el de la Cruz de Santiago y el de la Universidad. Sobre ellos, el lema: Auspice Deo: Pro libertatis Regis: Palladis Regio.

Molina resalt¨® el papel de la historia en la reconstrucci¨®n de la vida social y pol¨ªtica de la ¨¦poca. "Esta exposici¨®n forma parte de nuestra historia y es una magn¨ªfica forma de conocer nuestro pasado", expuso. Adem¨¢s, quiso resaltar el papel literario de la historia que cuenta la muestra, y parafraseando a Paul Val¨¦ry, a?adi¨®: "La historia es la forma m¨¢s ingenua de literatura".

Un ej¨¦rcito universitario

Un maniqu¨ª vestido con uniforme negro y oro con sombrero de copa, cierra la exposici¨®n; en una banda sobre el ala se lee "Fernando VII". El sable del Marqu¨¦s de Santa Cruz de Rivadulla, comandante del batall¨®n, banderas, bayonetas, ca?ones, lienzos de los principales protagonistas de la contienda, uniformes de la lucha, manuscritos, pinturas y panor¨¢micas o grabados en blanco y negro, son algunas de las piezas que conforman la panor¨¢mica. Todas ellas constituyen claves para reconstruir un contexto social y cultural que recrea la guerra en Galicia.

Antes de pasar a ver la exposici¨®n al completo, el cortejo de personalidades, compuesto tambi¨¦n por el alcalde de la ciudad, Xos¨¦ S¨¢nchez Bugallo, el presidente de la Real Academia Galega y comisario de la muestra, Xos¨¦ Ram¨®n Barreiro, y el conselleiro de Presidencia, Jos¨¦ Luis M¨¦ndez Romeu, entre otros, se hab¨ªan detenido unos minutos a repasar los cub¨ªculos que guardaban las banderas que lideraron la revuelta.

El rector de la USC, Sen¨¦n Barro, resalt¨® el "valor social y p¨²blico incalculable" de la muestra. Barro hizo un r¨¢pido recorrido por la historia y evoc¨® a los "1.200 o 1.600 estudiantes que conformaron el Batall¨®n Literario". Destac¨® su "heroica muerte" un a?o despu¨¦s, y resalt¨® el papel de la comunidad acad¨¦mica en esta batalla. "Esta es una Universidad que tuvo un especial empe?o por servir a Santiago, a Galicia y a Espa?a", dijo.

Las cintas de los uniformes del Batall¨®n portaban la leyenda: "Por rescatar a Fernando [el Rey Fernando VII] y acabar con Bonaparte uni¨®se Minerva a Marte". Sus miembros hab¨ªan sido bendecidos un mes antes en la Praza de A Quintana por el arzobispo. Estaban dirigidos por un militar que tuvo que ser nombrado doctor por todas las universidades para poder acompa?arles en la lucha. Hace tiempo que la Quintana les recuerda (con una placa en su memoria y en la de los escolares compostelanos y de los alcaldes de la ciudad), y esta exposici¨®n, que recupera parte del archivo hist¨®rico de la Universidad, documentaci¨®n de la guerra y otras colecciones privadas, pretende rendirles homenaje.