Hyde

Tim Haines fue el productor del documental Caminando entre dinosaurios, una cuidada recreaci¨®n visual del planeta en su etapa jur¨¢sica. Eso explica que con este casting de criaturas virtuales pensara en una miniserie de ficci¨®n que la BBC titul¨® Primeval. Cuando la estren¨® Canal + se llam¨® Mundo primitivo, y el domingo la repuso Cuatro rebautiz¨¢ndola como Invasi¨®n jur¨¢sica para, con este aroma spielberguiano, dar pistas r¨¢pidas sobre el tema del producto. Los dinosaurios no coincidieron jam¨¢s con los humanos, a pesar de lo que diga Raquel Welch, gracias al gran Ray Harryhausen, en Hace un mill¨®n de a?os. En Invasi¨®n jur¨¢sica, este imposible encuentro se explica por un agujero temporal. A partir de ah¨ª, la trama resulta previsible: dinos simp¨¢ticos (herb¨ªvoros), mort¨ªferos, ar¨¢cnidos monstruosos, carreras, cient¨ªficos indagando el misterio... Un juguete que ha tenido mucho ¨¦xito en las televisiones donde se ha emitido.

Mucha m¨¢s sustancia tiene el otro estreno de Cuatro, Jekyll, tambi¨¦n de la BBC. El mito del doble que inspira el relato de El extra?o caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde tiene m¨¢s de una treintena de t¨ªtulos audiovisuales, pero uno m¨¢s no sobra si hay originalidad, sorpresa, como este caso. Stevenson escribi¨® una alegor¨ªa sobre la hipocres¨ªa. El lado oscuro, pecador, de Jekyll (Dr. Jackman en esta versi¨®n) se llama Hyde (oculto). Aqu¨ª, Jackman, que lleg¨® a este mundo sin dejar rastro y puede ser pariente del personaje de Stevenson, tiene un pacto con su lado oscuro y se dejan mensajes en una grabadora como, por ejemplo, donde han dejado el coche. Una psic¨®loga contratada por Jackman convive con los dos. El primer d¨ªa, la aparici¨®n de Hyde, m¨¢s sexy que su otro, tuvo un punto farsesco. Adem¨¢s de la cl¨¢sica aventura moral, de derrotar tu propio diablo, estamos ante la aventura de conocerse. Un giro absolutamente inteligente. Este cap¨ªtulo aport¨® otros esbozos intrigantes: la existencia de una organizaci¨®n que conoce perfectamente a Hyde; o el peligro que tiene Jackman de verse sustituido en casa por Hyde. Merece la pena seguir Jekyll, nos puede deparar una turbadora revisi¨®n del mito. Esper¨¦moslo.