Palabras

La vicepresidenta del Gobierno, do?a Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, dijo hace unos d¨ªas: "Con la crisis, nadie ser¨¢ abandonado a su suerte". No s¨¦ si tomarlo en serio, re¨ªr a mand¨ªbula batiente o jartarme de llorar cual media docena de magdalenas. Tengo 59 a?os, muchas ganas de trabajar, experiencia en varios tipos de trabajo especializados y hablo cuatro idiomas. Quien me conoce dice que soy resuelto y extravertido. He entregado docenas de curr¨ªculos y no encuentro trabajo. Espero que do?a Mar¨ªa Teresa ponga en pr¨¢ctica las medidas que tenga el Gobierno en mente para no quedar abandonado a "mi suerte" y que no sean palabras que se las lleva el viento. Pertenezco a ese, cada d¨ªa m¨¢s extenso, colectivo de los cincuentones que cada d¨ªa lo tiene m¨¢s dif¨ªcil para encontrar empleo. Recientemente he tenido varias entrevistas de trabajo y me han rechazado, pienso que por ser mayor.

Son muchas las promesas que los pol¨ªticos est¨¢n haciendo a la sociedad para reactivar la econom¨ªa larvada por esta crisis que el Gobierno se niega a reconocer. Pero el problema, quien m¨¢s lo acusa es el que se queda sin trabajo y, sobre todo, el parado de larga duraci¨®n, que no cobra un duro, como yo. Hace unos a?os no pod¨ªa imaginar que me encontrar¨ªa en esta situaci¨®n.