El negocio de las c¨¦lulas madre

Tendencia o cuesti¨®n de fe. Conservar la sangre del cord¨®n umbilical (rica en c¨¦lulas madre) de los reci¨¦n nacidos por si pudiera curarles en el futuro es cada vez m¨¢s com¨²n. Su utilidad es, hoy por hoy, escasa, pero proliferan las empresas que ofrecen ese servicio. Sobre todo en Madrid, donde pueden trabajar a sus anchas, incluso en hospitales p¨²blicos. Mientras, el banco p¨²blico almacena la mitad de cordones que el catal¨¢n y apenas se publicita, de modo que hay posibles donantes que ni siquiera saben que existe.

La situaci¨®n m¨¢s chocante se produce en La Paz, la mayor maternidad de Madrid (10.000 nacimientos al a?o). All¨ª no se puede donar sangre de cord¨®n umbilical porque el centro no tiene la autorizaci¨®n administrativa para extraerla, como confirma la directora m¨¦dica del Centro de Transfusi¨®n de Madrid, Luz Barbolla: "No recibimos cordones de La Paz". En cambio, la consejer¨ªa s¨ª permite extraer a empresas que trabajan con bancos privados. Tambi¨¦n las autoriza en el Doce de Octubre, el Gregorio Mara?¨®n, el Cl¨ªnico y la Fundaci¨®n Alcorc¨®n, entre otros hospitales p¨²blicos. La consejer¨ªa aduce que La Paz tiene una autorizaci¨®n gen¨¦rica para trasplantes y tejidos.

Conservar el cord¨®n en un centro privado cuesta hasta 1.800 euros

Los bancos privados cobran entre 1.300 y 1.800 euros por conservarla durante 20 a?os para uso aut¨®logo, es decir, para el ni?o del que proceden. Las donaciones a un banco p¨²blico (hay seis en Espa?a) son altruistas y quedan a disposici¨®n de quien las necesite. Mientras las empresas bombardean a sus potenciales clientes con anuncios en consultas de toc¨®logos, maternidades privadas y revistas, el banco p¨²blico es un gran desconocido. Barbolla explica que han editado un folleto, pero reconoce que "quiz¨¢ se deber¨ªa incrementar" esa informaci¨®n.

Mientras, empresas como Vidacord, Crio-Cord y Celvitae trabajan con regularidad en los hospitales p¨²blicos. En algunos casos, es el propio personal sanitario de los centros el que realiza las extracciones para ellos. En otros, como en La Paz, son enfermeros de una empresa que proporciona sus servicios a varios bancos privados los que entran en el paritorio y sacan la sangre del cord¨®n tras el parto.

S¨®lo hay dos bancos privados autorizados en Espa?a, los dos en Madrid. Uno pertenece a Vidacord, que es la ¨²nica empresa que realmente almacena en Espa?a, en Alcal¨¢. La otra, Crio-Cord, tiene la acreditaci¨®n del Ministerio de Sanidad para guardar sangre de cord¨®n en el banco de su socio, la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz-Unilabs, pero ese banco no est¨¢ operativo actualmente. La legislaci¨®n espa?ola permite la existencia de bancos privados de uso aut¨®logo, pero obliga a poner las muestras a disposici¨®n de cualquier enfermo compatible.

Todav¨ªa no ha ocurrido nunca, porque Vidacord s¨®lo tiene 162 unidades en Espa?a (el resto, 832 a finales del a?o pasado, est¨¢n en Polonia), pero si el banco p¨²blico reclamara una, la empresa tendr¨ªa que devolver el dinero a la familia. Como resultado, todas las empresas -que en realidad no son bancos, sino comercializadoras o intermediarias que ¨²nicamente recogen la sangre y la env¨ªan- se asocian con bancos extranjeros para evitar que les reclamen la sangre de sus clientes. "La familia paga para que la muestra sea suya", asegura Carlos Moreno, director comercial de Crio-Cord. Su empresa tiene 13.000 muestras en B¨¦lgica, la mayor¨ªa procedentes de beb¨¦s nacidos en Madrid.

Vidacord asegura que ha firmado convenios con el Doce de Octubre, el Gregorio Mara?¨®n, la Fundaci¨®n Alcorc¨®n y el Cl¨ªnico. "Las extracciones las realiza personal del centro. En algunos casos pagamos por ese servicio a la fundaci¨®n del hospital, que destina el dinero a formaci¨®n", afirma su presidente, ?ngel ?lvarez. Los estrictos criterios para extraer sangre destinada a banco p¨²blico (ausencia de fiebre, bolsa rota de menos de 12 horas...) no se aplican a los bancos privados, denuncian las matronas. "Sacamos la sangre igual, est¨¦ como est¨¦", cuentan las matronas de tres hospitales p¨²blicos.

La legislaci¨®n obliga a garantizar la trazabilidad de la muestra, es decir, a registrar la extracci¨®n, el transporte y el almacenaje. "Los convenios entre la maternidad y el banco son responsabilidad del director del hospital y del servicio de la salud de cada comunidad", dice Gregorio Garrido, de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes. En el Doce de Octubre, cuyas matronas protestan porque las obligan a "trabajar para una empresa privada", las familias firman un documento en el que se responsabilizan de llevar la sangre al laboratorio correspondiente. En el papel no figura a qu¨¦ laboratorio ni el nombre de la empresa que hace la recogida. "No estamos obligados a seguir la trazabilidad hasta B¨¦lgica", aducen en la consejer¨ªa.

El consejero de Sanidad, Juan Jos¨¦ G¨¹emes, asegura que el banco p¨²blico ha crecido tanto que "no tiene sentido" recoger m¨¢s cordones. Cuenta con 5.144 muestras. El de Barcelona tiene 9.400. Joan Garc¨ªa, directivo del Banco de Tejidos de Catalu?a y presidente de la organizaci¨®n internacional NetCord, sostiene que es "a partir de 10.000 unidades cuando se empiezan a repetir tipos". El banco barcelon¨¦s aspira a llegar a 22.000. El Plan Nacional de Cord¨®n Umbilical considera que en Espa?a hacen falta 60.000 cordones para garantizar las necesidades futuras, el doble de las reservas actuales. Mantener una unidad congelada cuesta de 1.400 a 1.800 euros al a?o.

"Me parece lamentable que los padres que quieran conservar el cord¨®n de sus hijos tengan que mandarlo fuera", afirma G¨¹emes. ?l mismo ha enviado el de sus hijas a un banco privado en EE UU. Madrid recurri¨® en 2006 el real decreto estatal porque cre¨ªa que limita el derecho de los padres a elegir. El Tribunal Supremo mantiene suspendida la norma auton¨®mica, que pone menos trabas a los bancos privados.