?El fin de las guerras en el Mediterr¨¢neo?

Somos muchos los convencidos de que la creaci¨®n de un Estado palestino independiente que reconociese a Israel ser¨ªa clave para resolver muchos de los conflictos entre los pa¨ªses ribere?os del Mediterr¨¢neo. Por eso es positivo que este asunto estuviera muy presente en la reciente reuni¨®n organizada en Par¨ªs por Nicolas Sarkozy de casi todos los jefes de Estado y de Gobierno de los pa¨ªses mediterr¨¢neos y de la Uni¨®n Europea. Como tambi¨¦n fue positiva la presencia de Turqu¨ªa en esa cumbre, celebrada en la v¨ªspera del 14 de julio, y ello pese a todas las conocidas reticencias de Sarkozy sobre el ingreso futuro de ese pa¨ªs en la Uni¨®n Europea.

Sin embargo, es posible ir m¨¢s all¨¢. Hace varios a?os que palestinos e israel¨ªes parecen estar a punto de encontrar una soluci¨®n al conflicto, pero sus intentos fracasan una y otra vez, y, sin duda, el actual debilitamiento de la Autoridad Palestina y la fuerza electoral de Ham¨¢s complican a¨²n m¨¢s la situaci¨®n. De modo que, sin llegar a pensar en sustituir a Estados Unidos en la b¨²squeda de una soluci¨®n al conflicto israelo-palestino, la Uni¨®n Europea puede y debe hacer m¨¢s en este asunto. Europa se ha visto reducida en el curso de los ¨²ltimos a?os a una impotencia dif¨ªcilmente compatible con el activo papel que ha desempe?ado en la aportaci¨®n de recursos financieros a la zona, en particular para paliar los sufrimientos de los palestinos. Por esta ¨²ltima y por otras razones, creo que Europa podr¨ªa llegar a ser un garante colectivo de la formaci¨®n de un Estado palestino independiente.

Sin un Estado palestino independiente es imposible una verdadera seguridad en el Mediterr¨¢neo

En el momento actual, la hegemon¨ªa y la influencia de Estados Unidos est¨¢n, como consecuencia de la guerra de Irak, en claro retroceso en Oriente Pr¨®ximo, lo que dificulta cualquier nuevo acuerdo entre Israel y los palestinos. Y por otro lado, cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil saber lo que designa la palabra "palestinos". ?Ham¨¢s o la Autoridad Palestina?

Si es cierto que no resulta f¨¢cil imaginar qu¨¦ podr¨ªa empujar a los palestinos a unirse para defender una soluci¨®n precisa y viable, no lo es menos que la intervenci¨®n del conjunto de los pa¨ªses mediterr¨¢neos podr¨ªa cambiar las cosas. Puede que ¨¦sta fuera la idea de varios de los participantes en la cumbre de Par¨ªs, entre ellos Nicolas Sarkozy y Hosni Mubarak. Y de ser as¨ª podr¨ªa producirse una situaci¨®n completamente nueva, en la que, mientras un Estados Unidos en plena transici¨®n presidencial se ocupa de elaborar su nueva pol¨ªtica, se alcanzase un principio de acuerdo que reflejase lo que han venido anunciando diferentes interlocutores. Ese acuerdo podr¨ªa dibujar dos etapas correspondientes a una duraci¨®n de seis meses y otra de dos a?os a partir de hoy.

Si es evidente que las partes implicadas no pueden ponerse de acuerdo, si tambi¨¦n lo es que Estados Unidos ya no tiene capacidad para imponer o promover una soluci¨®n, ?no le corresponde ahora no tanto a Europa como a un conjunto m¨¢s amplio -formado por pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea y por otros pa¨ªses mediterr¨¢neos- servir de garant¨ªa y apoyo a unas negociaciones cada vez m¨¢s indispensables, en particular para los palestinos, divididos, hambrientos y sometidos a la presi¨®n siempre creciente de Israel?

Al menos, tenemos derecho a formular esta hip¨®tesis. Y en este sentido, es a todas luces necesario incluir a Siria en una negociaci¨®n de conjunto, aunque las opiniones sobre el dictador sirio sean muy negativas en todos los pa¨ªses.

Por otra parte, las se?ales que nos han llegado en los ¨²ltimos tiempos sobre la posibilidad de que Estados Unidos cambie su pol¨ªtica respecto a Ir¨¢n pueden anunciar el comienzo de la soluci¨®n de uno de los aspectos m¨¢s peligrosos de la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. Dados los v¨ªnculos de Ham¨¢s y Hezbol¨¢ con Ir¨¢n, un preacuerdo entre Washington y Teher¨¢n podr¨ªa favorecer de modo decisivo la formaci¨®n de un amplio grupo de apoyo a todos los intentos de acuerdo y de paz, es decir, los intentos que aspiran a la construcci¨®n de un Estado nacional palestino.

Si estas hip¨®tesis fuesen confirmadas durante los pr¨®ximos meses, habr¨ªa que reconocer el ¨¦xito de la iniciativa impulsada por Nicolas Sarkozy, y cuyo primer logro, la realidad del encuentro en Par¨ªs entre pa¨ªses europeos y mediterr¨¢neos, ha demostrado que se pueden hacer m¨¢s cosas de las que se pensaban.

En todo caso, es dif¨ªcil negar que en un momento en el que hasta los m¨¢s optimistas se desanimaban y en el que ya nadie osaba imaginar una soluci¨®n al problema del que dependen todos los dem¨¢s, el de las relaciones entre Israel y los palestinos, la situaci¨®n ha vuelto a evolucionar.

Alain Touraine es soci¨®logo y director del Instituto de Estudios Superiores de Par¨ªs. Traducci¨®n: Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva.