Viaje al interior del planeta tele
?lex de la Iglesia se aventura en la ciencia-ficci¨®n cat¨®dica con 'Plut¨®n verbenero'
"A ver, se llama Grandes Hombres de la Historia. Uno muere en realidad virtual, como muri¨® un gran hombre de la historia. Tienes para elegir...". Un teniente, uniforme azul claro y correajes plateados, bajito y con gran papada, est¨¢ abriendo un libro en presencia de un apuesto capit¨¢n, vestido de gala y pieles, y un pobre hombre, un mec¨¢nico postrado en una tumbona y conectado a trav¨¦s de cables y cables con m¨¢quinas y monitores, preparado para su desaparici¨®n virtual.
'Plut¨®n verbenero' es una 'sitcom' de 35 minutos que emitir¨¢ en septiembre La 2
La vida se hace insoportable, todo est¨¢ edificado y plagado de chal¨¦s
"Lo mejor del audiovisiual se est¨¢ haciendo hoy en la televisi¨®n"
"Es una especie de exageraci¨®n gortesca de lo que pasa en una oficina"
Est¨¢n en la sala de m¨¢quinas de una gran nave espacial. El capit¨¢n y el mec¨¢nico se lamentan de los avances tecnol¨®gicos. Donde est¨¦ la comodidad de morir por una descarga de fusileros al amanecer... El teniente, impasible, sigue a lo suyo. "Bueno, puedes elegir entre Kennedy, Bill Gates, Julio C¨¦sar, Franco... ¨¦ste no te lo aconsejo porque es todo el rato tosiendo". La ejecuci¨®n se lleva a cabo finalmente en Dallas, a coche descubierto, como JFK. "En el momento del tiro, este cable de aqu¨ª suelta una descarga en el coraz¨®n que produce la muerte instant¨¢nea", contin¨²a el teniente. "Pues, venga, dale", contesta firme el mec¨¢nico calz¨¢ndose unas psicod¨¦licas gafas.
En la serie que este verano rueda ?lex de la Iglesia en unos estudios en Madrid no s¨®lo hay ejecuciones virtuales. Tambi¨¦n hay choques de planetas, batallas de rayos c¨®smicos, androides, colonos, disparos y un extraterrestre con muy mala leche. Y una aventura espacial por delante repleta de humor y escenas transgresoras, muy alejada y diferente de lo que hasta ahora se ha visto en la televisi¨®n en Espa?a. Plut¨®n verbenero es la primera serie para la televisi¨®n que firma el realizador de El d¨ªa de la bestia, La comunidad o Los cr¨ªmenes de Oxford. Es una sitcom de ciencia-ficci¨®n de 35 minutos que estar¨¢ en antena a mediados del pr¨®ximo mes de septiembre en La 2. De momento, los productores de la serie (P¨¢nico Films y Pedro Costa) han firmado con la cadena p¨²blica 26 cap¨ªtulos con historias autoconclusivas.
Es el a?o 2530 y la vida en la Tierra se hace insoportable, todo est¨¢ edificado y plagado de chal¨¦s adosados. El presidente de los Estados Unidos del mundo, Mackulay Kulkin III, env¨ªa una nave al espacio con 5.000 colonos hibernados a explorar nuevos planetas en los que vivir. La vida en la nave Plut¨®n B.R.B. Nero es una locura. Hay un arriba y un abajo espacial. En la sala de mandos, la tripulaci¨®n, compuesta por el apuesto capit¨¢n Valladares, interpretado por Antonio Gil; el teniente Querejeta (Carlos Areces), Lorna, la guap¨ªsima androide cient¨ªfica (Carolina Bang) y el repulsivo alien¨ªgena Roswell (Enrique Vill¨¦n), convencida de su transcendental misi¨®n. Debajo, la sala de m¨¢quinas, en la que habitan los currantes: Hoffman, el mec¨¢nico (Enrique Mart¨ªnez) y Wollensky, el otro androide (Manuel Tallaf¨¦). En la Tierra se han quedado el gran jefe de la misi¨®n, el presidente de los Estados Unidos de l mundo (Mariano Venancio) y Merche, la mujer del capit¨¢n (Gracia Olayo).
?lex de la Iglesia lleva un ritmo fren¨¦tico pero se le ve feliz. Su pasi¨®n por la ciencia-ficci¨®n la ha trasladado a esta nave, construida en unos espectaculares y barrocos decorados, obra de Edou Hydallgo, plagados de botones, monitores, cables, pantallas, luces y humo. Est¨¢ realizando un viaje agotador, pero divertido, que rescata el esp¨ªritu de series como Star Treck, La gu¨ªa del autoestopista gal¨¢ctico o Doctor Who, cl¨¢sicos del humor en clave de ciencia-ficci¨®n y tremendamente populares.
Llevaba tres a?os intentado, junto a Pedro Costa, hacer esta serie, cuyos guiones est¨¢n firmados por el propio realizador, Jorge Guerricoechevarr¨ªa, Juan Maidag¨¢n y Pep¨®n Montero. Siempre ha querido hacer televisi¨®n adem¨¢s del cine. Convencido de que ahora "lo mejor del audiovisual se est¨¢ haciendo en la televisi¨®n", De la Iglesia cree que es un mercado fijo, estable y vivo, cuyos formatos admiten una mayor versatilidad. "La televisi¨®n, asombrosamente, es m¨¢s transgresora", asegura el director, quien present¨® hace a?os un proyecto para una serie sobre el servicio secreto espa?ol y otra sobre unos legionarios romanos. Las dos se las rechazaron, alegando que "no se adecuaba a la realidad del pa¨ªs". "Con la entrada de la nueva direcci¨®n de La 2 encontraron los guiones de Plut¨®n verbenero en un caj¨®n y nos llamaron".
El viaje est¨¢ siendo a contrarreloj, con una tensi¨®n, un esfuerzo y un nivel de exigencia muy alto, rodando en formato cine un episodio cada cuatro d¨ªas. "Si rodara a este ritmo una pel¨ªcula, la acabar¨ªa en dos semanas", reflexiona el director exhausto. "En Espa?a se hace muy buena televisi¨®n. Rodando Plut¨®n verbenero me estoy dando cuenta de lo dif¨ªcil que es y del m¨¦rito que tienen todas las series. La 2 nos ha dado libertad total en los guiones y eso es muy bueno. Lo maravilloso ser¨ªa que esta cadena se convirtiera en un canal alternativo".
Lo que pasa dentro de la nave Pluton B.R.B. Nero en el 2530 es muy parecido a lo que ahora se puede vivir en cualquier oficina. "No hay ning¨²n avance en el futuro con respecto a los problemas que tenemos en la actualidad", r¨ªe divertido De la Iglesia. "Es una especie de exageraci¨®n grotesca de la vida normal de cuatro personas en una oficina. El capit¨¢n se cree tocado por un destino divino y todos los que le rodean saben que es un pobre hombre. Como en toda oficina, trabaja la t¨ªpica chica que est¨¢ buen¨ªsima pero a la que no tienes acceso. Y ah¨ª est¨¢ siempre ese individuo superaplicado que intenta hacerlo todo bien y no consigue llevar adelante nada".
Es una nave llena de patanes donde todo falla, donde el capit¨¢n Valladares se cree tocado por un toque mesi¨¢nico, dispuesto a salvar el mundo, mientras Merche, su mujer, le llama cada d¨ªa desde la Tierra, por videoconferencia, harta de esa "heroicidad" de su marido, cont¨¢ndole los problemas de su hijo, un mozalbete ya de 22 a?os que roba yogures en los supermercados. "Que vengas, que me encuentro muy sola, que esa misi¨®n se alarga y educar a un ni?o sola es muy dif¨ªcil, que te est¨¢n enga?ando", le dice Merche. "Pero, Merche, c¨®mo voy a ir si estoy en el espacio", contesta Valladares incr¨¦dulo y apabullado por las curvas de la androide cient¨ªfica y sus malas relaciones con el teniente Querejeta. No son las ¨²nicas llamadas que recibe el capit¨¢n. Tambi¨¦n el presidente Mackulay Kulkin III le exige resultados ya. Mientras, en la sala de m¨¢quinas, hay un androide sin sexo y enamorado, y un mec¨¢nico que descongela a su novia colona hibernada cuando quiere acostarse con ella. Y que no tengan mucha necesidad de descongelar al extraterrestre, que la arma.
Capit¨¢n Valladares
- Gal¨¢n de pelo engominado y rizado.Est¨¢ al mando de la nave y dispuesto a salvar a la humanidad a cualquier precio. Le gusta mantener el control, pero todo se le escapa. Se cree un h¨¦roe pero es m¨¢s mediocre de lo que quisiera.
Wollensky, androide
- Es la m¨¢quina programada para acercarse al humano. Funciona a pilas, pero su software
se qued¨® anticuado y lo relegaron a la sala de m¨¢quinas. Rom¨¢ntico y un punto triste, conoce a Lorna en la nave y cae rendido de amor.
Teniente Querejeta
- Bajito y con papada, es el segundo de abordo en la nave. Tiene una especie de relaci¨®n amor-odio con el capit¨¢n, al que cuestiona sistem¨¢ticamente. Es caprichoso, un poco ani?ado, pero de una lealtad inquebrantable.
El presidente
- Es Mackulay Kulkin III. La representaci¨®n del hombre superpoderoso que est¨¢ por encima de su pueblo. Le gusta cambiar de sexo y disfrazarse. Sus subordinados le tienen miedo, pero a sus espaldas se r¨ªen de ¨¦l.
Lorna, androide
- Supersexy, es la androide cient¨ªfica, de ¨²ltima generaci¨®n. La que sabe de todo. Es muy militar y profesional, pero tremendamente sensual. Tiene al capit¨¢n embelesado y al otro androide totalmente enamorado.
La mujer capit¨¢n
- Un ama de casa, volcada en los cuidados de su hijo de 22 a?os. No entiende c¨®mo su marido ha abandonado la Tierra por esa misi¨®n est¨²pida de buscar otro planeta. Se relaciona con ¨¦l a trav¨¦s de videoconferencia.
Hoffman, mec¨¢nico
- Un p¨ªcaro que cumple lo m¨ªnimo para que la nave funcione. Es el manipulador de androides, el encargado de descongelar a los extraterrestres y los colonos, el que hace el desayuno, el que pone la calefacci¨®n. El chico para todo.
Roswell, el extraterrestre
- Este alien¨ªgena es el ¨²nico superviviente de su planeta. Cuando la tripulaci¨®n de Pluton B.R.B. Nero es enviada al espacio en busca de un planeta habitable, se llevan al ¨²nico extraterrestre que ha ca¨ªdo en la Tierra y el ¨²nico que conoce la galaxia. Su conocimiento del universo es imprescindible para que les indique d¨®nde hallar ese planeta. El problema es que Roswell odia a la humanidad por todos los experimentos que los cient¨ªficos de la Tierra han hecho con ¨¦l. Por ello, lo mantienen hibernado por su peligrosidad y s¨®lo lo descongelan cuando lo necesitan. Siempre est¨¢ encadenado a una m¨¢quina que controla continuamente sus constantes vitales. El aspecto de Roswell es uno de los grandes secretos de la serie.
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