China se extiende por Asia
Los pa¨ªses vecinos abrazan la estrategia 'todos ganan' de los nuevos mandarines
La influencia de China se extiende como una mancha de aceite por su entorno y especialmente por el sureste asi¨¢tico. Apoyada en el comercio y en una diplomacia que ha cambiado el palo por la zanahoria, Pek¨ªn se gana la confianza de los vecinos con el trazado definitivo de sus fronteras terrestres y con acuerdos para explotar conjuntamente las zonas mar¨ªtimas en disputa. Adem¨¢s, ha impulsado toda una red de infraestructuras que facilitan las relaciones econ¨®micas de la regi¨®n y las conexiones entre los distintos pa¨ªses.
Hambrienta de recursos naturales y de expandir sus mercados, China cultiva con esmero a vecinos y convecinos, bajo el principio de "influir pero no intervenir". Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia y Myanmar (Pek¨ªn es el principal apoyo de la dictadura birmana, a cuyo Ej¨¦rcito suministra el 90% del armamento) se han convertido en objetivo prioritario del polo de desarrollo que tiene como cabeza a Kunming, la capital de la sure?a provincia de Yunnan que, con sus 42 millones de habitantes, es una de las zonas m¨¢s deprimidas de China.
Pek¨ªn promueve construir 120.000 kil¨®metros de autov¨ªas en 27 pa¨ªses
La ambici¨®n china alienta la Cumbre de Asia Oriental, que excluye a EE UU
En abril pasado, los primeros ministros de esos cinco pa¨ªses y su hom¨®logo chino, Wen Jiabao, inauguraron oficialmente el llamado "corredor econ¨®mico norte-sur", la carretera asfaltada de 1.800 kil¨®metros que une Kunming con Bangkok, a trav¨¦s de Laos y por la antigua ruta del contrabando de opio. Cuatro meses antes, en diciembre de 2007, se abri¨® un puente transfronterizo de 295 metros de longitud por 21,5 metros de ancho, entre Lao Cai (Vietnam) y Hekou (China), para aliviar los atascos de camiones de mercanc¨ªas que ha originado el auge comercial entre estos dos pa¨ªses. El puente sobre el r¨ªo Rojo formar¨¢ parte de la autopista que ha comenzado a construirse entre Kunming y Hanoi para impulsar el desarrollo de Yunnan y del norte de Vietnam, la regi¨®n m¨¢s atrasada del pa¨ªs.
Todo un s¨ªmbolo de la nueva diplomacia china. Pese al hist¨®rico recelo vietnamita a su gran vecino del norte, Hanoi ha adoptado algunos motores del modelo econ¨®mico chino, como el establecimiento de "zonas econ¨®micas especiales", que combinan subsidios a la exportaci¨®n, exenciones fiscales y inversiones en infraestructuras para crear polos de desarrollo. Hanoi y Pek¨ªn, que contin¨²an gobernados por partidos comunistas aunque han abrazado la econom¨ªa de mercado, dirimieron en 1979 sus diferencias ideol¨®gicas con un corto enfrentamiento armado que cost¨® miles de vidas.
China, que de cara a los Juegos Ol¨ªmpicos ha acelerado su plan de infraestructuras hasta construir tantas autopistas que si se las une pueden dar cuatro vueltas al planeta, promueve tambi¨¦n un programa asi¨¢tico de autov¨ªas, en el que 27 pa¨ªses se han comprometido a construir unos 120.000 kil¨®metros de carreteras y autopistas.
El avance chino no es s¨®lo institucional sino tambi¨¦n privado. En las capitales y en las principales ciudades de esos pa¨ªses crecen con un auge sin parang¨®n los denominados China Town, donde establecen sus negocios y viven miles de comerciantes chinos y sus familias. Los China Town se est¨¢n extendiendo por el sureste asi¨¢tico con la misma velocidad con la que se multiplica el comercio entre Pek¨ªn y su antigua esfera de influencia.
Win-Win (del ingl¨¦s ganar) es el t¨¦rmino que m¨¢s se escucha ahora por esta enorme cuenca de pa¨ªses emergentes, cuyos habitantes disfrutan de la nueva capacidad adquisitiva que les brinda la econom¨ªa de mercado sin querer mirar a las consecuencias negativas. Sin estridencias para no despertar m¨¢s desconfianza en Estados Unidos -que pierde en la regi¨®n casi tanto como China gana-, Pek¨ªn ha reforzado sus redes con una estrategia orientada a convencer a sus vecinos de que con la actual pol¨ªtica de cooperaci¨®n "todos ganan".
En esa estrategia de win-win se enmarca el compromiso chino de resolver pac¨ªficamente las disputas mar¨ªtimas que mantiene con varios pa¨ªses sobre las islas Spratly, las Paracelso y otros islotes menores en los mares del Sur y del Este de China. En 2002 se convirti¨® en el ¨²nico Estado no miembro de la Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico (ASEAN), que firmaba con ¨¦sta un Tratado de Amistad y Cooperaci¨®n. El comercio entre China y la ASEAN -que engloba a 10 pa¨ªses- alcanz¨® en 2007 los 130.200 millones de euros, un 25,9% m¨¢s que el a?o anterior.
El avance chino no es s¨®lo terrestre. Los expertos aseguran que asistimos a un resurgir de las v¨ªas mar¨ªtimas asi¨¢ticas. Despu¨¦s de la agresi¨®n colonial de Occidente a la que tanto China como otros pa¨ªses trataron de hacer frente con un catastr¨®fico cierre de sus puertos, renacen el comercio y la influencia de los mares del Este y el Sur de China que vuelven a conectar ciudades, culturas y gentes y a crear riqueza.
Sin embargo, las ambiciones chinas no se limitan a su entorno. Pek¨ªn alienta la llamada Cumbre de Asia Oriental, que incluye desde India a Jap¨®n (16 pa¨ªses), con la notable exclusi¨®n de EE UU. Adem¨¢s, ha puesto en marcha una activa diplomacia del cheque en el Pac¨ªfico Sur para atraerse a los seis diminutos Estados-islas que mantienen relaciones diplom¨¢ticas con Taiwan. La pol¨ªtica de una sola China no permite tener relaciones con Pek¨ªn si se tienen con Taipei, que tambi¨¦n con la diplomacia del cheque ha logrado mantener el reconocimiento de una veintena de pa¨ªses del Pac¨ªfico Sur, ?frica y Am¨¦rica Latina.
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