Los puntos calientes del ?rtico
Expertos brit¨¢nicos crean el primer mapa con las ¨¢reas de conflicto territorial
La batalla por conquistar el ¨²ltimo gran territorio virgen del planeta avanza indefectiblemente, y comienzan ya a dibujarse las fronteras del C¨ªrculo Polar ?rtico. Un equipo de cient¨ªficos de la Universidad de Durham, al norte de Inglaterra, public¨® ayer un mapa en el que se detalla una eventual divisi¨®n de la gran masa de hielo.
El dise?o brit¨¢nico muestra las disputas territoriales que enfrentan a Estados Unidos, Rusia, Canad¨¢, Dinamarca y Noruega por el control de las heladas aguas del Polo Norte. Pero, sobre todo, por hacerse con las rutas comerciales y las ingentes reservas de petr¨®leo y gas que se esconden bajo el ?rtico.
EE UU, Dinamarca Canad¨¢, Noruega y Rusia se disputan la riqueza del Polo Norte
"Hemos intentado mostrar todas las reivindicaciones conocidas y los l¨ªmites acordados", declar¨® ayer a la BBC el director del estudio, Martin Pratt. Su departamento, la Unidad de Investigaci¨®n de Fronteras Internacionales (IBRU, en sus siglas en ingl¨¦s), ha utilizado un avanzado sistema inform¨¢tico que tiene en cuenta todos los factores conocidos del contencioso. Su an¨¢lisis geogr¨¢fico marca las zonas de conflicto entre los cinco pa¨ªses enfrentados, que reclaman como propias.
La carrera por el ?rtico comenz¨® hace d¨¦cadas, y fue la Organizaci¨®n de Naciones Unidas la que marc¨® las reglas del juego en 1982. La Ley del Mar estableci¨® entonces que los pa¨ªses ribere?os tienen derechos econ¨®micos sobre las 200 millas n¨¢uticas (370 kil¨®metros) contadas a partir de sus costas, la Zona Econ¨®mica Exclusiva (ZEE). Sin embargo, la misma norma fij¨® un plazo por el que, a partir de 2009, podr¨¢n solicitar una ampliaci¨®n. Si un pa¨ªs demuestra que su plataforma continental, el lecho marino anexo al continente, sobrepasa el l¨ªmite de las 200 millas, podr¨¢ extenderse mas all¨¢.
Las circunstancias extremas y el enorme coste de los estudios necesarios para demostrar sus derechos no han frenado a las potencias interesadas. Todos los pa¨ªses han iniciado complejas investigaciones para reclamar una ampliaci¨®n de su soberan¨ªa.
La tensi¨®n por el control del ?rtico lleg¨® a un punto culminante en agosto del pasado a?o, cuando Rusia plant¨® su bandera en el fondo marino situado bajo el Polo Norte. "La seguridad energ¨¦tica es un inter¨¦s impulsor", destac¨® Pratt, el director del estudio brit¨¢nico. De hecho, se calcula que la cuarta parte de las reservas desconocidas de petr¨®leo y gas natural del mundo se ocultan en esta regi¨®n. La evaluaci¨®n geol¨®gica que present¨® Estados Unidos en julio pasado cifra en 90.000 millones el n¨²mero de barriles diarios de petr¨®leo que podr¨ªan extraerse.
La conquista de las rutas mar¨ªtimas es el segundo gran objetivo de la aventura ¨¢rtica. El calentamiento global est¨¢ acelerando dr¨¢sticamente el deshielo, permitiendo nuevas v¨ªas comerciales. En 2007 se abri¨® el Paso del Noroeste, lo que rebaja hasta 14.000 kil¨®metros los 18.200 del trayecto entre Tokio y Nueva York. Su control ha sido reivindicado por Canad¨¢ desde 1973, al argumentar que pasa sobre su plataforma continental. La intenci¨®n de Espa?a en este conflicto es que el Paso del Noroeste sea considerado como aguas internacionales por su inter¨¦s pesquero.
La otra ruta, el Paso del Noreste, que comenzar¨¢ a descongelarse en los pr¨®ximos a?os, ya ha sido aprovechado por los rusos utilizando potentes rompehielos. Cruzarlo reduce a 13.000 kil¨®metros los 21.600 que separan Hamburgo de Tokio.
Tan s¨®lo EE UU resta por ratificar el Tratado del Mar, lo que le da m¨¢s tiempo para presentar los resultados de sus estudios. No obstante, si otras naciones demuestran antes su derecho podr¨ªan conseguir una mayor soberan¨ªa. El tiempo apremia y todos quieren ser los primeros en marcar sus posiciones. Si las cinco potencias interesadas no llegan a un acuerdo seg¨²n lo establecido, la ONU podr¨ªa imponer una Administraci¨®n Internacional sobre el ?rtico. Los enormes intereses que esconde la zona hacen pensar que los pa¨ªses interesados preferir¨¢n pactar antes que ceder a la humanidad el continente de hielo.
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