"Una persona te ha dejado un mensaje de voz. Llama al 905..."

"Tienes un mensaje de voz, una persona quiere contactar contigo y te ha dejado un mensaje de voz, para escucharlo llama ahora al 905545002". Decenas de miles de SMS como ¨¦ste han llegado desde el pasado mes de julio a otros tantos miles de m¨®viles. Se trata del ¨²ltimo grito en estafa telef¨®nica. Es sencillo t¨¦cnicamente, no llama la atenci¨®n (lo estafado no supera casi nunca los 2,2 euros) y, por la escasa cuant¨ªa y la verg¨¹enza del timado a confesar su torpeza, apenas hay denuncias.

El mensaje, como casi siempre en este tipo de timos, tiene connotaciones er¨®ticas y estructura de cadena. Cuando se llama al tel¨¦fono indicado, una voz femenina afirma que se trata del servicio de buz¨®n de voz de Jorge Augusto Mu?iz, dando apariencia de legalidad, puesto que la normativa obliga a identificar el nombre de la empresa en este tipo de n¨²meros. Acto seguido otra voz femenina, con tono sugerente, dice: "Hola, te env¨ªo este mensaje porque...". Y, tras un intenso pitido, vuelve a hablar la locutora inicial: "Si quiere terminar de o¨ªr este mensaje llame al 905545022". Si el confiado consumidor, llevado por la emoci¨®n, llama al segundo n¨²mero, se le indica que deje un mensaje para que quien le ha llamado se ponga en contacto con ¨¦l.

Este SMS se ha convertido en la estrella del spam (mensajes basura) m¨®vil del verano. Si el destinatario pica y llama al 905, se le cargan por cada llamada 95 c¨¦ntimos en la factura o en la tarjeta de prepago (1,1 euros incluyendo el IVA). La compa?¨ªa de m¨®vil s¨®lo se queda con el establecimiento de llamada (15 c¨¦ntimos, generalmente) y el resto se lo lleva la compa?¨ªa que comercializa el presunto servicio de voz.

La estafa es posible gracias a una laguna en la regulaci¨®n de los llamados n¨²meros de tarificaci¨®n adicional (803, 806 y 807). Los que comienzan con el prefijo 905, pensados para sondeos y encuestas masivos, no fueron incluidos en esa categor¨ªa, convirti¨¦ndose as¨ª en una v¨ªa para el abuso. Los primeros en aprovecharse de este vac¨ªo legal fueron las cadenas de televisi¨®n y las emisoras de radio, que comenzaron a utilizarlos fraudulentamente para sus concursos y sorteos, en lugar de los que empiezan por 806, como se?ala la normativa.

Ante las denuncias de asociaciones de consumidores, como UCE, Industria anunci¨® a finales del a?o pasado que iba a incluir estos n¨²meros entre los de tarifaci¨®n adicional. De esta forma, los titulares de las l¨ªneas (cadenas de TV y otras empresas) deben facilitar el precio de las llamadas, no pueden alargarlas innecesariamente y est¨¢n obligados a identificar al responsable de la publicidad. Adem¨¢s, el usuario puede rechazar su facturaci¨®n si no est¨¢ de acuerdo y pagar s¨®lo el servicio telef¨®nico. Sin embargo, a¨²n no hay una norma concreta que regule los 905, seg¨²n fuentes del departamento, lo que lo ha convertido en una nueva fuente de estafa. De hecho, Facua prepara una denuncia con varios casos de afectados, seg¨²n el portavoz de la asociaci¨®n, Rub¨¦n S¨¢nchez.