Arte chino, femenino singular
Las artistas del gigante asi¨¢tico rompen las barreras sociales y culturales con sus creaciones
Puede que en esta v¨ªspera de furor ol¨ªmpico nadie repare en ellas, pero una refrescante constelaci¨®n de mujeres de nombres impronunciables est¨¢ tratando de dar un bocado al jugoso pastel del mercado del arte chino. Sin complejos. Enfrentadas a los prejuicios de una sociedad que todav¨ªa ve a la mujer como en dinast¨ªas pret¨¦ritas.
Guste o no, los tiempos han cambiado. Incluso desde aquel d¨ªa en que Xiao Lu, madre espiritual de todas ellas, empu?¨® sus armas de mujer. Literalmente. Cogi¨® a escondidas el rev¨®lver reglamentario de su abuelo, un alto oficial del ej¨¦rcito de Mao, se dirigi¨® a la Galer¨ªa Nacional de Arte y, sin mediar palabra, dispar¨® dos veces contra las dos cabinas de tel¨¦fono que compon¨ªan su obra Di¨¢logo. Era el 5 de febrero de 1989, fecha en la que se inauguraba la primera exposici¨®n avant garde patrocinada por el Gobierno. La veintea?era Xiao Lu termin¨® en la comisar¨ªa, el museo cerr¨®, y medios de comunicaci¨®n de los cinco continentes se hicieron eco de lo sucedido. Nac¨ªa el arte conceptual del gigante asi¨¢tico, que se sacud¨ªa as¨ª los paisajes en tinta china y la est¨¦tica de la propaganda comunista. Cuatro meses m¨¢s tarde, Tiananmen se te?¨ªa de sangre, el pa¨ªs echaba la persiana, y la mordaza se apretaba.
El segundo gran fogonazo de orgullo art¨ªstico femenino no llegar¨ªa hasta 13 a?os despu¨¦s. Con los seis minutos y 12 segundos del v¨ªdeo Lady's room, de Cui Xiuwen. Por poco le provocan un infarto a un profesor de Bellas Artes de la ciudad sure?a de Guangzhou. Su Jian afirm¨® sentirse enfermo e indignado, y recurri¨® a la justicia: interpuso una demanda por da?os morales con la que se embols¨® m¨¢s de 2.000 euros y que provoc¨® una verdadera tormenta art¨ªstico-pol¨ªtica.
Pero la cr¨ªtica le dedic¨® una larga ovaci¨®n a Xiuwen, que, para elaborar su obra, escondi¨® una c¨¢mara de v¨ªdeo en el interior del ba?o de una discoteca frecuentada por prostitutas, cuyo trabajo est¨¢ prohibido en China. En la pantalla se ve c¨®mo esconden el dinero en el sujetador, se maquillan y llevan a cabo pr¨¢cticas sexuales impensables para muchos.
De nuevo, el nombre de una mujer se introduc¨ªa en el estrellato del arte alternativo chino que, con la apertura al exterior y el crecimiento econ¨®mico, asaltaba ya los espacios m¨¢s ilustres. Xiuwen se convirti¨® en la primera china que expon¨ªa en la Tate Gallery de Londres y, aunque su obra todav¨ªa cotiza lejos de los 9,7 millones de d¨®lares pagados por un cuadro de su colega masculino Zeng Fanzhi, lidera el r¨¦cord femenino. En Sotheby's, una foto suya fue subastada por casi 20.000 euros. Poco despu¨¦s, Xiuwen se convirti¨® en la estrella de un especial sobre arte de la edici¨®n china de Vogue.
Lee Pei es hoy una de las m¨¢s destacadas herederas de aquellas hero¨ªnas del arte conceptual. Recibe a EL PA?S en su casa, un c¨®modo piso situado en una de las nuevas urbanizaciones de Pek¨ªn, creadas al calor del boom econ¨®mico. Mientras empaqueta los cuadros que exhibir¨¢ pronto en Nueva York -im¨¢genes al estilo ojo m¨¢gico creadas con un sinf¨ªn de parejas practicando sexo-, explica por qu¨¦ las mujeres todav¨ªa s¨®lo representan entre un 10% y un 15% de la producci¨®n art¨ªstica del pa¨ªs: "El machismo est¨¢ muy arraigado, a pesar de que la mujer tiene en el sistema comunista, te¨®ricamente, los mismos derechos e igual fuerza que el hombre. Pero China combina esos elementos introducidos con la Revoluci¨®n Cultural con la visi¨®n arraigada de que las mujeres son incapaces de crear algo importante". La menor de tres hijas de la provincia occidental de Xinjiang sabe de qu¨¦ habla, porque esa condici¨®n la convirti¨® en "menos que nada".
Con todo, como apunta Dou Tang, responsable de Art Scene Warehouse, una galer¨ªa del complejo de Mogashan, en Shanghai, "las obras de mujeres se venden m¨¢s". Sobre todo entre occidentales, "que son todav¨ªa quienes adquieren el mayor volumen". Seg¨²n Tang, aunque ellas s¨®lo exponen en una quinta parte del espacio, y rara vez en solitario, alcanzan un porcentaje de ventas superior al de sus compatriotas masculinos, en torno a un 35% m¨¢s. "Tiene que ver con la percepci¨®n occidental del exotismo chino", comenta. "Una obra de contenido pol¨ªtico o carga sexual tiende a venderse mucho mejor, porque el sello made in China todav¨ªa se liga a la estrella roja de la gorra de Mao, y la tem¨¢tica contrasta con esa idea. Por la misma raz¨®n, si la autora es mujer, se le a?ade otro valor, y si ya pertenece a una minor¨ªa ¨¦tnica, todav¨ªa m¨¢s".
Zhang Jie ha mamado manga japon¨¦s, y muestra sus sentimientos con autorretratos de ojos gigantes que transmiten profunda tristeza. El hecho de que s¨®lo vistan ropa interior a?ade vulnerabilidad. "Es la viva imagen de la mujer en China: abierta al mundo, pero desnuda para hacerle frente". No considera que sus ¨®leos sobre lienzo sean feministas. "No existe esa corriente, como tal, en este pa¨ªs. Pero s¨ª hay grandes diferencias entre las obras que crean las mujeres y las de los hombres". Seg¨²n Jie, ellas se centran m¨¢s en el interior, mientras que ellos fijan su objetivo en la atm¨®sfera que los rodea. "En general, nosotras buscamos transmitir sentimientos propios, mientras que los hombres tienden a la cr¨ªtica social o pol¨ªtica. Quiz¨¢ por eso el sexo est¨¦ tambi¨¦n m¨¢s presente en el arte de mujer".
Gao Shan, quien actualmente comparte espacio con su marido en el 1918 Art Space de Shanghai, est¨¢ de acuerdo. "Aunque traducido a la cultura occidental, donde la mujer busca su lugar con un arte rotundo, que impacta en todos los ¨¢mbitos de la sociedad y a veces resulta incluso m¨¢s musculoso que el masculino, parezca que las mujeres chinas son sumisas y d¨¦biles, no es cierto. La evoluci¨®n de la mujer en China ha sido diferente, y quiz¨¢ la introversi¨®n adquirida durante siglos se refleja en un arte m¨¢s suave e intimista". Shan crea esculturas con esponja, "un material que se asemeja mucho a la forma de ser de los chinos de ahora, que chupan todo", y alambre, "a la vez delicado y resistente". La experimentaci¨®n con materiales se suma a la de los conceptos, y Shan trata de combinar ambas con figuras sin rostro pero unidas por marcados genitales, o con monstruosas cabezas que surgen del suelo.
No obstante, poco a poco, la mujer va sum¨¢ndose a las corrientes m¨¢s cr¨ªticas con la sociedad y la pol¨ªtica, aunque, como Lee Pei ha sufrido en carne propia, "no importa cu¨¢nto diga el Gobierno que se abre al mundo, la censura sigue al acecho, y se ceba con la mujer". Ahora, despu¨¦s de que su serie de parejas folladoras levantara gran pol¨¦mica y tuviera que ser descolgada de una galer¨ªa, Pei teme incluso por su integridad f¨ªsica, y s¨®lo se atreve a mostrar sus obras m¨¢s atrevidas fuera de sus fronteras. "La sociedad china no est¨¢ preparada para el arte de vanguardia, y menos para mujeres que se expresan a trav¨¦s de ¨¦l". Por eso, muchas buscan primero la aceptaci¨®n fuera del radio de acci¨®n de la hoz y el martillo. Otra de las grandes escultoras del pa¨ªs, Xiang Jing, es buen ejemplo de ello. Ha triunfado en una docena de pa¨ªses con su serie de retratos en fibra de vidrio Naked beyond skin (Desnuda m¨¢s all¨¢ de la piel) con la que pretende mostrar a la mujer china contempor¨¢nea. Pero a la mujer real, muy distante de la perfecci¨®n que quiere mostrar el Partido Comunista, y, si acaso, resaltando la fealdad. Pechos ca¨ªdos, figuras grotescas y rostros melanc¨®licos para escenificar la encrucijada en la que se encuentra.
Los Juegos Ol¨ªmpicos que comienzan ma?ana seguramente llenar¨¢n de visitantes las galer¨ªas del 798 de Dashanzi, el distrito de los artistas de Pek¨ªn. All¨ª podr¨¢n saborear el arte de vanguardia light, que seguro ser¨¢ suficiente para dejar a muchos con la boca abierta. Pero en la sombra quedar¨¢n las obras m¨¢s atrevidas, sobre todo si los nombres de sus creadores se pronuncian en femenino. E imposible ser¨¢ ver a una Lu Qing posando con la falda levantada frente al retrato de Mao que preside la plaza de Tiananmen, otra de las obras clave del arte conceptual chino. Aquel que naci¨® con los dos disparos de Xiao Lu.
Qui¨¦nes son
- Cui Xiuwen. Pionera de las nuevas artistas, Xiuwen logr¨® adentrarse con su obra provocadora en el arte alternativo.
- Lee Pei. Defiende el poder de la mujer en un pa¨ªs de arraigado machismo.
- Gao Shan. Experimenta con materiales como la esponja, y niega el t¨®pico de la asi¨¢tica sumisa y d¨¦bil.
- Zhan Jie. La melancol¨ªa de sus autorretratos delata la tortuosa mirada de una mujer cuya obra tiene gran fuerza er¨®tica.
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