Salve el mundo en cien d¨ªas
El calendario est¨¢ salpicado de efem¨¦rides ligadas a problemas ambientales y sociales - Su mera visibilidad puede arrancar compromisos
?Sab¨ªa que hoy, 12 de agosto, es el D¨ªa Internacional de la Juventud, que el pasado s¨¢bado fue el D¨ªa Internacional de los Pueblos Ind¨ªgenas y que el 8 de septiembre ser¨¢ el D¨ªa Internacional de la Alfabetizaci¨®n? M¨¢s de un centenar de efem¨¦rides repartidas por los 12 meses del a?o tratan de sensibilizar a la poblaci¨®n y remover conciencias sobre graves problemas como el hambre en el mundo o los efectos causados por el cambio clim¨¢tico. Los d¨ªas, semanas, a?os y hasta d¨¦cadas de dimensi¨®n internacional dedicados a alguna causa social han sido designados, en su mayor¨ªa, por las Naciones Unidas, la Uni¨®n Europea o diferentes organismos. Poco a poco, han ido ocupando el almanaque a modo de santoral laico. Sus loables objetivos nada tienen que ver con los mercantilistas d¨ªas de la Madre o de los Enamorados, auspiciados por los avispados centros comerciales.
La mayor¨ªa de las celebraciones han sido designadas por la ONU o la UE
"Creen que hacer ruido una vez al a?o les da visibilidad", explica un experto
Octubre es el mes de m¨¢s actividad; enero, febrero, julio y agosto, los de menos
Administraciones y empresas los usan para lavar su imagen, dice Greenpeace
"Los 'd¨ªas D' son necesarios, ayudan a concienciarse", defiende Tamayo
l te¨®logo cree que la Iglseia no usa su gran potencial movilizador
El uso de Internet puede mejorar la participaci¨®n ciudadana
Para Federico Mayor Zaragoza, el impacto medi¨¢tico de los "d¨ªas D" es limitado
Para los entregados en cuerpo y alma a las actividades humanitarias, los d¨ªas internacionales no son nada m¨¢s que un recordatorio bienintencionado. ?Hay que esperar al D¨ªa de los Derechos Humanos cuando hoy, precisamente el D¨ªa Internacional de la Juventud, podr¨ªan haber sido ejecutados Behnoud Shojaee y Mohammad Feda'i en Ir¨¢n, dos j¨®venes que fueron condenados a muerte tras ser declarados culpables de homicidios cometidos cuando eran menores de edad? Ninguno de ellos cont¨® con una asistencia letrada adecuada durante el juicio, afirma Amnist¨ªa Internacional, que ha desplegado una campa?a para salvarles de la horca. Lo que parece claro es que los d¨ªas mundiales, "sobre todo el de los Derechos Humanos, son una percha que no desaprovechamos para llegar a los medios de comunicaci¨®n y al gran p¨²blico", asegura Yolanda Rom¨¢n, portavoz de Amnist¨ªa Internacional. "Tenemos que actuar todos los d¨ªas".
Tan solidarias iniciativas, ?tienen repercusi¨®n? ?Cu¨¢ntos son capaces de recordar cu¨¢ndo se celebra el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n (16 de octubre), el D¨ªa Internacional del Mar (¨²ltima semana de septiembre) o el D¨ªa Mundial de la Salud Mental (10 de octubre)? ?Provocan mejoras econ¨®mico-sociales? Seguro que a muchos les suena el D¨ªa Europeo Sin Coches, iniciativa que en los ¨²ltimos a?os ha intentado escarbar conciencias sobre la necesidad de preservar el medio ambiente evitando los trayectos innecesarios en veh¨ªculos de motor. "No ha servido de casi nada", afirma Josep Comajuncosa, profesor de Econom¨ªa de Esade. "El ciudadano no ha acabado participando porque est¨¢ acostumbrado al coche, pero tambi¨¦n porque, para conseguirlo, previamente se deber¨ªa mejorar mucho el transporte p¨²blico". Efem¨¦rides como los d¨ªas D pretenden cambiar las opiniones de las personas, "y si inciden en pautas de comportamiento, pueden tener efectos sobre la econom¨ªa, pero a largo plazo", a?ade Comajuncosa.
Entonces, ?quiz¨¢ somos m¨¢s receptivos hacia las grandes fracturas sociales?
La cosa tiene miga. Las estad¨ªsticas mundiales son para tirarse de los pelos. Existen 33 millones de personas infectadas de sida, en su mayor¨ªa, en pa¨ªses en los que los f¨¢rmacos salen a precio de oro; 1.500 millones de personas viven en la miseria, muchas con una insuficiente alimentaci¨®n, y 1.200 millones no tienen acceso a agua corriente; 300.000 ni?os combaten en conflictos a la fuerza y millones de menores trabajan interminables jornadas en penosas condiciones; el c¨¢ncer sigue cobr¨¢ndose millones de vidas; enfermedades como la malaria acechan en pa¨ªses con pocos recursos. Y la lista es interminable.
"Es normal que la gente se sienta abrumada e impotente por las grandes cifras de violaciones de derechos humanos, porque parece m¨¢s dif¨ªcil luchar para 11 millones de refugiados en el mundo que viven en condiciones lamentables, que movilizar a la gente por casos concretos como las mujeres condenadas a lapidaci¨®n en Ir¨¢n", dice Yolanda Rom¨¢n.
Si hacemos un r¨¢pido repaso a este santoral laico, encontramos que octubre es, con una docena de fechas como el D¨ªa de la Alimentaci¨®n (16 de octubre), el de mayor actividad. En noviembre y diciembre tambi¨¦n hay traj¨ªn, mientras que enero, febrero, julio y agosto escasean en causas que defender. Encima, muchas fechas solapan sus contenidos: tenemos un D¨ªa Mundial de la Salud, pero otros para el c¨¢ncer, el sida, la tuberculosis y el paludismo. Tambi¨¦n son legi¨®n los relacionados con el medio ambiente, como la desertificaci¨®n o la capa de ozono. Unas fechas abordan problemas realmente graves, otras son meramente conmemorativas. Desde el D¨ªa Mundial Sin Tabaco (31 de mayo) al D¨ªa Mundial de la Lucha contra la Desertificaci¨®n y la Sequ¨ªa (17 de junio), pasamos a celebrar el D¨ªa Mundial del Correo (9 de octubre), la Televisi¨®n (21 de noviembre), la Semana Mundial del Espacio (4-10 de octubre) o el D¨ªa Internacional de la Aviaci¨®n Civil (7 de diciembre).
?Es una agenda impuesta? Las diferentes agencias de la ONU pueden designar una fecha, pero no existen unas normas generales. Es frecuente que se haga coincidir con un hecho hist¨®rico. Por ejemplo, el D¨ªa de la Mujer hace referencia a los hechos que sucedieron el 8 de marzo de 1908, cuando murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de una f¨¢brica textil de Nueva York que protestaban para mejorar sus condiciones laborales, en un incendio intencionado para desalojarlas.
?Qu¨¦ puede hacer la gente con tantos d¨ªas internacionales? "Si pensamos en los hombres y mujeres de buena voluntad, en los militantes de todas las causas justas, ?esperamos acaso que se entreguen como voluntarios 10 veces al mes?", critica Alfonso Gumucio Dagron, director ejecutivo de Communication For Social Change (Consorcio de Comunicaci¨®n para el Cambio Social, en ingl¨¦s). "De un ciudadano consciente que apoya el desarrollo y el cambio social en nuestro pobre y maltrecho mundo, ?esperamos que se cuelgue en el pecho todas esas cintas de colores como las medallas de un general?, ?o que vista cien camisetas con nobles mensajes?".
Lo habitual es que muchas personas se movilicen ante cat¨¢strofes como un tsunami o una posible guerra. "Tenemos que ir acostumbr¨¢ndonos a que nos recuerden que vivir significa preocuparse por los dem¨¢s, desvivirse, y pensar y comparar. Estos d¨ªas internacionales nos pueden llevar a tener una actitud participativa en lugar de ser espectadores", reclama Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundaci¨®n para una Cultura de Paz. A pesar de ello, Mayor Zaragoza critica que su impacto medi¨¢tico es mucho menor que el de otros acontecimientos, por ejemplo, los deportivos. "?Somos s¨®lo una sociedad de consumidores, de s¨²bditos, o queremos ser actores sociales para producir este cambio imprescindible?", se pregunta. Consciente de la potencia movilizadora de los mensajes a trav¨¦s de m¨®viles o de Internet, Mayor Zaragoza cree que la gente no votar¨¢ programas pol¨ªticos en los que no se tenga en cuenta la igualdad de las personas.
El potencial de las instituciones y gobiernos para resolver estas situaciones de alcance mundial es claramente mayor que el granito que puede aportar un ciudadano. Son quienes manejan presupuestos y pol¨ªticas. Pero ?est¨¢n bien orientados sus esfuerzos? Gumucio lo define con una an¨¦cdota: trabaj¨® en un pa¨ªs en el que el sida ocupaba el puesto 23 entre las causas de morbilidad y mortalidad, "muy por debajo en la lista que las enfermedades de f¨¢cil prevenci¨®n". "A pesar de esto, el pa¨ªs invert¨ªa m¨¢s fondos en hacer ruido el primero de diciembre [d¨ªa dedicado al sida] que en la comunicaci¨®n sobre malaria, diarrea o vacunaci¨®n", explica.
Al igual que otros expertos, Gumucio considera que estas fechas no deben distraer del trabajo cotidiano y de las responsabilidades de luchar contra el sida o la tuberculosis todos los d¨ªas del a?o. El problema de fondo, sostiene, es que los d¨ªas D son parte de la agenda de los donantes del Norte y no de la agenda de los pa¨ªses en desarrollo: "Lo que necesitamos son 365 d¨ªas de atenci¨®n a los problemas". Encima, la mayor¨ªa de instituciones que trabajan para el desarrollo entienden estos d¨ªas como algo que se a?ade cuando un proyecto est¨¢ en problemas o quiere promocionar su ¨¦xito antes de concluirlo. "Creen que hacer mucho ruido una vez al a?o les confiere visibilidad. Los d¨ªas internacionales los ven como un asunto de visibilidad, no de cambio social".
"De entrada, me parece muy buena idea este tipo de fechas, pero su multiplicaci¨®n impide que la gente las recuerde y, como todo lo que acaba siendo muy frecuente se deval¨²a de alguna manera, pierde el impacto", se?ala Ariane Arpa, directora de Interm¨®n Oxfam. A pesar de la reserva, Arpa reconoce que fechas como el D¨ªa Internacional del Refugiado (20 de junio) les dan "un pretexto para dar m¨¢s visibilidad p¨²blica a los mensajes de cada d¨ªa, aunque en ese d¨ªa no se tomen medidas contra el tr¨¢gico problema del campo de refugiados de Darfur (Sud¨¢n). Pero no es suficiente recordarlo una vez al a?o".
Otros expertos coinciden al valorar los d¨ªas D como algo muy complementario. "Parece que al establecer un d¨ªa mundial, los problemas se resuelven. No es malo que exista un d¨ªa para el medio ambiente; el problema es c¨®mo lo utilizan las empresas y las administraciones p¨²blicas, porque hacen un lavado de imagen y no se profundiza sobre las causas", afirma Juan L¨®pez de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace Espa?a. L¨®pez explica que su organizaci¨®n tiene mayor trascendencia medi¨¢tica cuando realizan una actividad como la protesta sobre las bombas de racimo o la advertencia de que la Manga del Mar Menor se hundir¨¢ en 50 a?os. O usando Internet como una potente herramienta de comunicaci¨®n. "Los d¨ªas mundiales no deben ocultar que detr¨¢s de ellos hay movimientos ciudadanos que est¨¢n trabajando d¨ªa a d¨ªa, generando unos valores como el cuidado del medio ambiente o la salud p¨²blica contra el tabaco y que est¨¢n dando resultados", a?ade L¨®pez.
Entonces, ?es m¨¢s positivo celebrar el D¨ªa del Medio Ambiente que San Jos¨¦? "El cambio clim¨¢tico no es una nueva religi¨®n; es un problema, una cuesti¨®n sobre la que se discute y sobre la que se tiene que trabajar. Si hubiera una nueva religi¨®n, ser¨ªa la del consumo", concluye L¨®pez de Uralde.
Hasta hace unos a?os, cualquier d¨ªa del a?o ten¨ªa connotaciones religiosas. ?D¨®nde se sit¨²a el catolicismo ante esta nueva especie de santoral laico? Las nuevas efem¨¦rides son "muy necesarias, ayudan a concienciarse, a sensibilizarse en torno a los grandes problemas de la humanidad, los que tienen que ver con el mundo de la pobreza, el medio ambiente, la paz, la salud integral, el fanatismo", dice Juan Jos¨¦ Tamayo, director de la C¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid. "Que se fije en la mente de las gentes a trav¨¦s de esl¨®ganes o a trav¨¦s de una pedagog¨ªa informativa es importante, porque la sociedad actual es muy insensible, est¨¢ muy embotada por unos discursos, por una publicidad de car¨¢cter muy consumista, con unas fuertes connotaciones fr¨ªvolas, y eso perjudica sobremanera a la conciencia c¨ªvica y a la conciencia humanitaria", dice Tamayo.
Otra cosa es lo que hace la Iglesia. "Tiene su propio santoral endog¨¢mico y muy insensible a los problemas sociales y culturales". Y es que, a pesar del potencial de concienciaci¨®n que tiene la Iglesia, "salen a la calle para reclamar la ense?anza de la religi¨®n cat¨®lica y para protestar contra el matrimonio homosexual. Nunca he visto salir a los obispos y a las jerarqu¨ªas eclesi¨¢sticas a manifestarse contra la pobreza, porque les preocupa la mayor¨ªa religiosa, mantener su organizaci¨®n. Sus reivindicaciones son el d¨ªa de la ayuda econ¨®mica a la Iglesia, el D¨ªa del Corpus Christi, el D¨ªa del Nacimiento del Se?or y de la muerte de Cristo, pero sin ninguna traducci¨®n social ni concienciaci¨®n en torno a los grandes problemas de la humanidad".
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