Nadal persigue a Agassi

La pista era tan peque?a, tan limitados los espacios, que cuando Rafael Nadal carg¨® contra todo se escuch¨® el comentario. "?Qu¨¦ valiente! ?Qu¨¦ valiente!", se emocionaban los comentaristas de televisi¨®n, un escal¨®n por encima de la pista y dos pisitos por debajo de la avalancha de periodistas que luchaban contra los voluntarios por llegar hasta sus sillas. Fue ayer, contra el ruso Igor Andreev, que maldijo al mismo tiempo a la humedad, al rival machaca-cuellos y al cielo encapotado. Jug¨® Andreev entre la calima, apoyado t¨ªmidamente por los chinos -"Igor, Igor", le gritaban-, y cuando se encendieron los focos se apag¨® su avalancha. Eran las cinco de la tarde. No se ve¨ªa nada. Y Rafa Nadal, la bandera de Espa?a sobre el coraz¨®n y el coraz¨®n siempre corriendo, acababa de remontarle cuatro puntos de break para vencer el primer set (6-4 y 6-2). "?Qu¨¦ valiente!", "?qu¨¦ valiente!".

Nadal elimin¨® a Andreev, pero cay¨® en dobles con Robredo ante los australianos

Su presencia y la de Federer revalorizan el tenis como deporte ol¨ªmpico

Nadal juega hoy contra el austriaco Melzer. Roger Federer, vencedor del checo Tomas Berdych (6-3 y 7-6), lo har¨¢ con el estadounidense James Blake. Los dos tenistas hacen honor a un compromiso en Pek¨ªn, donde las cigarras cantan con su voz de sierra en los partidos. Hay quien duda de que el tenis pertenezca al programa ol¨ªmpico. De entre los mejores de todos los tiempos s¨®lo Andre Agassi ha ganado el oro (en Atlanta 96). Y las dos grandes estrellas del tenis est¨¢n en China para demostrar que los premios econ¨®micos y los lujos, ausentes de los Juegos, no tienen nada que ver con sus valores deportivos.

"Ahora que el tenis, por fin, ha sido aceptado por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, es algo que deseo apoyar", dice Roger Federer. "Cuando hablo con jugadores que no estuvieron en los Juegos de 1996 y 2000, veo que algunos tienen remordimientos, porque ven lo grande que son los Juegos y lo importante que el tenis se ha convertido para ellos", contin¨²a. "Espero que mi presencia y la de Rafa s¨®lo los hagan m¨¢s importantes para futuras generaciones. Es una de las razones por las que juego. Estar aqu¨ª es ¨²nico. Nunca querr¨ªa perderme unos Juegos".

"Probablemente, tras los torneos del Grand Slam sea lo m¨¢s importante del a?o", cuenta Nadal, el ¨²nico, con el dobles de Anabel Medina y Vivi Ruano, que se ha salvado del descalabro del tenis espa?ol. Ninguna tenista lleg¨® a tercera ronda mientras que David Ferrer y Nicol¨¢s Almagro perdieron ayer en dobles ante la pareja sueca Thomas Johansson y Simon Aspelin por 7-6(6) y 6-4. Tambi¨¦n cayeron en dobles Nadal y Robredo ante los australianos Lleyton Hewitt y Chris Guccione por 6-2 y 7-6(5). "Me siento feliz por estar aqu¨ª. Intento disfrutar con la experiencia. Estoy jugando muy cerca de mi mejor nivel. Aparte de por m¨ª, estoy jugando por mi pa¨ªs y eso es tambi¨¦n una motivaci¨®n extra".

?Por qu¨¦ ha tardado el tenis en incorporarse al olimpismo? "Porque antes, en nuestra mentalidad de tenistas no estaba ganar la medalla, porque no se valoraba", argumenta Alex Corretja, bronce junto a Albert Costa en el dobles de Sidney 2000. "En unos Juegos est¨¢s por tu orgullo y el de tu pa¨ªs. Nadie viene por dinero, eso es una tonter¨ªa. Son algo irrepetible. Por una vez compartes tu d¨ªa a d¨ªa con deportistas que sue?an con lo mismo que t¨²: con triunfar. El d¨ªa que gan¨¦ la medalla fue muy estresante, porque pens¨¦ que igual no volv¨ªa a tener esa oportunidad. Y no volv¨ª a unos Juegos. La medalla es un ahora o nunca que luego marca la diferencia en tu carrera".

En 1998, Marc Rosset tom¨® una decisi¨®n que le salv¨® de la muerte. Resolvi¨® que se quedaba entren¨¢ndose en Nueva York y cancel¨® su billete. El avi¨®n se estrell¨® en el Atl¨¢ntico. Murieron todos los pasajeros. Rosset, sin embargo, dice que lo que marc¨® su vida fue jugar en Barcelona 1992. Gan¨® el oro, y se convirti¨® en el ¨²nico campe¨®n ol¨ªmpico coronado sin aprovecharse de deshonrosas ausencias. Su heredero se elige en Pek¨ªn. Y dos tenistas se han empe?ado en serlo: Nadal y Federer. Unos valientes.