Entre el 'Cubo' y el 'Nido'

Los atletas, t¨¦cnicos deportivos, funcionarios y turistas que estos d¨ªas han desembarcado en Pek¨ªn con ocasi¨®n de los Juegos se han encontrado una ciudad con algunos de los m¨¢s modernos y atrevidos dise?os arquitect¨®nicos realizados en los ¨²ltimos a?os en el mundo. Pek¨ªn logr¨® la ansiada competici¨®n en 2001, y desde entonces ha vivido un frenes¨ª constructor que ha sembrado esta urbe octocentenaria de edificios futuristas, s¨ªmbolos del resurgir pol¨ªtico y econ¨®mico de China y de sus avances tecnol¨®gicos.

El primer contacto de muchos de los visitantes con este despliegue de dise?o se ha producido al aterrizar en la terminal 3 del aeropuerto de la capital. Concebida por el brit¨¢nico Norman Foster, su perfil de drag¨®n, sus ventanas en el techo en forma de escamas y sus dimensiones estratosf¨¦ricas son un aperitivo de lo que les espera a los aficionados a la arquitectura en Pek¨ªn. Su coste: 2.400 millones de euros.

Los chinos han criticado la elecci¨®n de arquitectos extranjeros

Tras media hora en taxi, si todo va bien, el ne¨®fito en la capital se enfrenta al m¨¢s imponente -y megal¨®mano- proyecto levantado en Pek¨ªn: la nueva sede de la Televisi¨®n Central China (CCTV, en sus siglas en ingl¨¦s), un rascacielos en forma de tres L entrelazadas, de 230 metros de altura, ideado por el holand¨¦s Rem Koolhas y el alem¨¢n Ole Scheeren, del estudio Office for Metropolitan Architecture. El proyecto, en el coraz¨®n del distrito de negocios, no ha podido ser finalizado a tiempo.

Acuclillado a la sombra de una enorme valla publicitaria con el eslogan 'Alberga unos excelentes Juegos Ol¨ªmpicos, construye un nuevo Pek¨ªn', Jin, de 34 a?os, eleva la mirada hacia la tortuosa torre, y afirma: "Me gusta". Dos guardias de seguridad vigilan la puerta de entrada a la obra que, como todas en Pek¨ªn, ha sido paralizada durante el acontecimiento deportivo. "Me gusta porque el poder de una persona viene de las piernas, y las dos L verticales parecen unas piernas, mientras que la parte superior es la cabeza. En aquellas plantas, trabajar¨¢ mucha gente, son el cerebro", dice este joven, que trabaja de transportista.

A 20 minutos de la CCTV, cerca de la plaza Tiananmen, aparece el Centro Nacional de Artes Esc¨¦nicas, una estructura elipsoidal de 212 metros de largo, de titanio y cristal, dise?ada por el franc¨¦s Paul Andreu, que ha costado 350 millones de euros. En su interior, alberga tres auditorios con una capacidad de 5.500 butacas. Fue inaugurado en diciembre pasado, tras 10 a?os de pol¨¦micas -por su estilo y coste-, retrasos y recortes presupuestarios. Problemas que, junto a las cr¨ªticas locales por la elecci¨®n de arquitectos extranjeros, han afectado tambi¨¦n a otros proyectos.

El complejo cultural, que parece una gota de mercurio, es conocido popularmente como El Huevo, y se enmarca en el esfuerzo de las autoridades por dotar a Pek¨ªn de las infraestructuras e iconos que consideran que debe tener la capital de una de las principales potencias del siglo XXI.

Para deportistas y espectadores, los dos edificios m¨¢s emblem¨¢ticos, sin embargo, son el Estadio Ol¨ªmpico, conocido como el Nido, por su estructura de vigas entrecruzadas, y el Centro Acu¨¢tico Nacional, llamado el Cubo de Agua, por su forma orto¨¦drica de burbujas de pl¨¢stico. El primero, obra del estudio de arquitectura suizo Herzog & de Meuron, con el asesoramiento del artista chino Ai Weiwei, tiene una capacidad de 91.000 espectadores. El segundo, dise?o del estudio australiano PTW y el grupo brit¨¢nico Arup, tiene un aforo de 17.000 personas.

A las puertas del Cubo de Agua, Hou Huizhao, un arquitecto de 25 a?os, se muestra entusiasmado por los Juegos, y por los cambios que ha experimentado Pek¨ªn. "El Centro Nacional de Artes Esc¨¦nicas es como una perla, y el Nido de P¨¢jaro parece una piedra gigante fabricada por un ser humano". Hou se muestra partidario de la colaboraci¨®n entre chinos y extranjeros, como ha ocurrido en todos estos edificios emblem¨¢ticos, porque "ha permitido un desarrollo urban¨ªstico de Pek¨ªn m¨¢s r¨¢pido", aunque los especialistas de fuera supongan, seg¨²n dice, "una fuerte competencia".