"No quer¨ªa vivir como un vegetal"
R¨¦my Salvat, un franc¨¦s de 23 a?os con una enfermedad degenerativa, se suicida despu¨¦s de que el presidente Sarkozy le negara la eutanasia
"Un joven no deber¨ªa tener que matarse completamente solo para acortar su sufrimiento". Esta frase de la abogada de la madre de R¨¦my Salvat resume la indignaci¨®n de la familia ante el final de su hijo. R¨¦my, de 23 a?os, sufr¨ªa una rara enfermedad degenerativa y se suicid¨® el domingo, despu¨¦s de que el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, se negara a que se le ayudara a morir. El suicidio asistido y la eutanasia son ilegales en Francia, igual que en Espa?a.
La madre del chico ya intent¨® hace nueve a?os quitarle la vida
R¨¦my puso fin a su vida mediante una sobredosis de medicamentos en su habitaci¨®n del domicilio familiar en Valmondois, al norte de Francia. El Ministerio P¨²blico ha abierto una investigaci¨®n para esclarecer las causas de la muerte.
El joven envi¨® el 24 de mayo una carta manuscrita al presidente franc¨¦s en la que le ped¨ªa que se le permitiese morir para liberarse de su sufrimiento. "S¨¦ que en Francia no existe una ley que permita a los equipos m¨¦dicos practicar la eutanasia. Esto me impide vivir en paz. ?La ley tiene que cambiar!". Y continuaba: "El problema es que usted, se?or Nicolas Sarkozy, no quiere o¨ªr hablar . Yo, R¨¦my Salvat, le pido que deje de lado su opini¨®n personal y que deje de hacer o¨ªdos sordos. Usted puede hacerlo si es el presidente de todos los franceses".
La respuesta del presidente franc¨¦s es del 5 de agosto. Sarkozy replica: "Por razones filos¨®ficas y personales, creo que no nos pertenece, que no tenemos el derecho de interrumpir voluntariamente la vida". El El¨ªseo manifest¨® el martes que la respuesta no fue una carta tipo, sino que tuvo en cuenta las circunstancias del joven.
R¨¦my esperaba que su muerte reactivase el debate sobre la eutanasia, seg¨²n dej¨® registrado en un corto mensaje para sus padres. Fue el padre quien encontr¨® el cuerpo de su hijo el domingo por la ma?ana.
La madre del joven, R¨¦gine Salvat, intent¨® hace nueve a?os poner fin a la vida de R¨¦my, aunque no lo consigui¨®. Su caso fue
sobrese¨ªdo. "No quiero que R¨¦my se haya ido para nada", declar¨® ayer en una entrevista a Le Parisien. R¨¦my se suicid¨® "por su sufrimiento, pero tambi¨¦n por su indignaci¨®n despu¨¦s de la respuesta de Sarkozy".
En su carta, el presidente franc¨¦s declara que no quiere huir de sus responsabilidades, pero aboga por dar prioridad al "di¨¢logo en la cabecera del enfermo, entre ¨¦l mismo, el m¨¦dico y la familia
para encontrar la soluci¨®n mejor adaptada a cada situaci¨®n". Una respuesta que no gust¨® al joven.
La salud de R¨¦my se hab¨ªa degradado en los ¨²ltimos tres meses y "ya no pod¨ªa levantarse", seg¨²n su madre. La noche del s¨¢bado, antes de morir, R¨¦my acept¨® "por primera vez" acompa?ar a sus padres a casa de unos amigos. Tuvo que hacerlo en silla de ruedas.
El joven rechaz¨® recurrir a los cuidados paliativos. "Sab¨ªa que estaba condenado. No quer¨ªa acabar como un vegetal", declar¨® Cathy Richard, la abogada de la madre del joven. "R¨¦my ha sido incre¨ªblemente valiente", a?adi¨®.
La familia de R¨¦my enviar¨¢ la transcripci¨®n del mensaje del joven al presidente franc¨¦s para "ayudar a una verdadera toma de conciencia". En ¨¦l, el joven pide a sus padres que "contin¨²en su acci¨®n" para provocar un debate p¨²blico sobre la eutanasia y el suicidio asistido. La madre tambi¨¦n declar¨® que publicar¨¢n la historia de su hijo, que ya est¨¢ escrita, y que lleva un ep¨ªlogo del propio R¨¦my.
La ministra francesa de Sanidad, Roselyne Bachelot, pidi¨® ayer que no se legisle "bajo el efecto de la emoci¨®n", seg¨²n Lib¨¦ration. Por otro lado, el presidente de la Asociaci¨®n por el Derecho a Morir Dignamente, Jean-Luc Romero, afirm¨® que si Francia tuviese "una ley como las de Holanda o B¨¦lgica, tendr¨ªamos 10.000 peticiones de ayuda cada a?o. Tenemos una necesidad imperiosa de una ley de libertad que respete los derechos individuales".
La muerte de Chantal Ch¨¦bire en marzo, una profesora de 52 a?os que padec¨ªa un terrible tumor y hab¨ªa reclamado desesperadamente a los m¨¦dicos y a la justicia que le suministrasen una inyecci¨®n letal, caus¨® una fuerte conmoci¨®n en la sociedad francesa. Su caso oblig¨® al Gobierno a reaccionar anunciando la revisi¨®n de la ley de la eutanasia, aunque todav¨ªa no ha hecho nada. El suicidio de R¨¦my hace resurgir la pol¨¦mica.
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