La fuga de una prostituta hace caer una red de proxenetas

La fuga de una prostituta, que aprovech¨® un descuido de las mujeres que la manten¨ªan encerrada en su piso, ha permitido desarticular una red de proxenetas que explot¨® a m¨¢s de 30 mujeres en Lleida. El Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP) ha imputado a tres presuntos responsables de la red, informaron a este diario fuentes del caso. Est¨¢n acusados de captar a j¨®venes en Rumania con falsas promesas de trabajo para, despu¨¦s, explotarlas sexualmente en pisos bajo una f¨¦rrea vigilancia.

La banda promet¨ªa a las muchachas un trabajo "bien remunerado" en Espa?a, e incluso pagaba el viaje en avi¨®n hasta Barcelona, y en autob¨²s hasta su destino final, Lleida. Pero una vez all¨ª, el panorama para esas mujeres cambiaba. Liviu Ionel N., de 29 a?os, las recog¨ªa en la estaci¨®n y las trasladaba a un piso. ?se iba a ser su puesto de trabajo. Las v¨ªctimas eran obligadas a prostituirse y deb¨ªan rendir cuentas a sus dos controladoras. ?se es el nombre con el que se conoce, en argot policial, a las mujeres que colaboran con los proxenetas y vigilan, en general con mano dura, a las prostitutas.

La banda enviaba cada d¨ªa el dinero recaudado a Rumania a trav¨¦s de la compa?¨ªa Western Union, a?adieron fuentes de la investigaci¨®n. Harta de la explotaci¨®n, una de las mujeres huy¨® del piso y logr¨® regresar a su pa¨ªs. All¨ª denunci¨® los hechos y sufri¨® las amenazas de la mujer que la capt¨®. La denuncia, gestionada a trav¨¦s de la Embajada de Espa?a en Bucarest, lleg¨® hasta la polic¨ªa, que se puso a investigar. La mujer ha sido declarada testigo protegido.

Registro policial

Agentes de la Unidad contra las Redes de Inmigraci¨®n y Falsificaci¨®n (UCRIF) de Lleida y de Barcelona constataron una gran afluencia de hombres, a todas horas, en los pisos descritos por la denunciante. El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Lleida autoriz¨® la entrada y registro de la polic¨ªa en uno de los inmuebles.

Los agentes identificaron all¨ª a tres mujeres que ejerc¨ªan la prostituci¨®n. Dos de ellas (una brasile?a y una dominicana) se hallaban en situaci¨®n irregular en Espa?a. Cada media hora de servicios sexuales se cobraba a 40 euros, de los que s¨®lo una parte iba a manos de la mujer.