Mordiscos fenomenales
En menos de tres meses, Bolt ha rebajado el r¨¦cord mundial en media d¨¦cima de segundo a pesar de frenarse
Dicen las teor¨ªas que, cuando m¨¢s se acerca la evoluci¨®n de cualquier elemento, la especie humana, el dise?o de una bicicleta, un r¨¦cord de atletismo, hacia sus l¨ªmites, m¨¢s peque?os ser¨¢n los pasos que d¨¦, m¨¢s tiempo ser¨¢ necesario para un cambio cada vez m¨¢s peque?o. Pero a esta verdad hist¨®rica se opone el car¨¢cter de fen¨®meno de Usain Bolt, quien en s¨®lo dos meses y medio, en dos carreras corridas como quien no quiere la cosa en su primera temporada dedicada a los 100 metros, le ha pegado un mordisco de media d¨¦cima de segundo —de los 9,74s en que lo hab¨ªa dejado Asafa Powell en septiembre pasado a los 9,69s en que lo dej¨® ¨¦l ayer pasando por los 9,72s del 31 de mayo— al r¨¦cord mundial de los 100 metros. El ¨²ltimo escal¨®n de tal magnitud le cost¨® a Powell, su compatriota y antecesor, dos a?os y tres meses, desde los 9,77s en que dej¨® el anterior r¨¦cord (9,79s de Greene) en junio de 2005 a los 9,74s de septiembre de 2007. Despu¨¦s de caer pelda?o a pelda?o, el r¨¦cord ha empezado a rodar escalera abajo: su destino a¨²n no se vislumbra.
El ¨²ltimo escal¨®n de tal magnitud le cost¨® a Powell dos a?os
?En d¨®nde lo dejar¨¢ Bolt, que a¨²n tiene 21 a?os y sigue evolucionando, ganando cuerpo, la musculatura necesaria para equilibrar por arriba la velocidad el¨¦ctrica de sus pies? ?En 9,60s? ?M¨¢s abajo a¨²n?
Es como si el fabuloso jamaicano, el rayo, que dicen los de habla inglesa jugando con su apellido (lightning-bolt significa rayo), apodo que ¨¦l refuerza haciendo con los brazos la doble z con que los de los c¨®mics representan el aparato el¨¦ctrico de las tormentas, se hubiera empe?ado en llevar la contraria a la ciencia en todos los terrenos. A la de la evoluci¨®n, igual que a la de la mec¨¢nica, que busca ajustar sus conocimientos a la nueva realidad que representa el jamaicano. "En la final misma, s¨®lo con que hubiera echado el pecho hacia adelante al llegar a la l¨ªnea habr¨ªa ganado tres cent¨¦simas", apunta Ram¨®n Cid, t¨¦cnico de velocidad de la federaci¨®n espa?ola. En la foto finish, que fija el tiempo exacto de Bolt en 9,682 mil¨¦simas (por lo que se redondea a la cent¨¦sima superior, 9,69, de gran esplendor er¨®tico) se aprecia, en efecto, c¨®mo mientras el resto de los atletas adelantan el pecho casi hasta la altura de la rodilla m¨¢s avanzada, Bolt lo lleva mucho m¨¢s atr¨¢s, tres cent¨¦simas m¨¢s atr¨¢s. "Y si a eso le a?adimos que pr¨¢cticamente hizo los ¨²ltimos 30 metros sin el balanceo de los brazos, ah¨ª tenemos otras tres cent¨¦simas m¨¢s". Y, ya entregado a la causa, Cid, que cree que ayer el atletismo vivi¨® una de sus noches m¨¢s hist¨®ricas, contin¨²a con sus c¨¢lculos mentales: "Teniendo en cuenta que en la final el viento fue nulo, si metemos dos metros por segundo de viento a favor [el m¨¢ximo legal] y nos vamos a una altura de 600-700 metros, estoy seguro de que bajar¨¢ de los 9,60s, una marca que hace nada parec¨ªa ut¨®pica". Hace poco m¨¢s de un mes, en los trials estadounidenses, Gay corri¨® en 9,68s, los 100 metros m¨¢s r¨¢pidos de la historia, aunque con un vendaval a favor de 4,1 metros por segundo.
Mientras tanto, los especialistas en f¨ªsica de palancas a¨²n siguen buscando el secreto del secreto de Bolt: c¨®mo es capaz de mover su zancada de persona de 1,96 metros, el esprinter m¨¢s alto que nunca ha sido plusmarquista mundial, a la velocidad de los esprinters de bolsillo, los representantes de otras ¨¦pocas. Bolt, resumen, es como Lewis moviendo las piernas a la velocidad de Ben Johnson, fascinante. Y, como Lewis en Los ?ngeles, tambi¨¦n dej¨® al segundo, a Thompson, a exactamente dos d¨¦cimas, a poco m¨¢s de dos metros, y, como Lewis en Se¨²l, tambi¨¦n bati¨® el r¨¦cord del mundo en una final ol¨ªmpica. Como Lewis y como los m¨¢s grandes, como Donovan Bailey, Jim Hines o Bob Hayes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.