Israel resiste (por ahora) a la crisis
El pujante sector tecnol¨®gico mantiene a flote la econom¨ªa del Estado jud¨ªo
Tras un vistazo a las cuentas de la econom¨ªa israel¨ª, nadie dir¨ªa que es un pa¨ªs con 60 a?os de conflicto a sus espaldas. Ni que las conversaciones de paz con los palestinos han entrado en barrena, ni tan siquiera que el resto del mundo sobrevive como puede a una crisis financiera que dura ya un a?o. Las empresas de innovaci¨®n tecnol¨®gica relacionadas con el software o los chips tiran desde hace a?os de una robusta econom¨ªa a prueba de grandes crisis. Israel es, despu¨¦s de EE UU, el pa¨ªs con m¨¢s empresas en el ¨ªndice de valores tecnol¨®gicos Nasdaq, tiene una tasa de paro por debajo del 7% por primera vez desde los noventa y una econom¨ªa que lleva cuatro a?os consecutivos creciendo por encima del 5%.
La crisis acabar¨¢ por llegar. Con retraso y muy amortiguada, pero golpear¨¢
Las exportaciones siguen fuertes y contribuyendo al crecimiento
Cierto es que para este a?o las previsiones de crecimiento son algo menores -en torno al 4,2%-, y que esta ligera ca¨ªda, junto a la extrema fortaleza del shekel y la inflaci¨®n, tiene preocupados a los analistas israel¨ªes. Pero no menos cierto es que esa preocupaci¨®n provoca la risa en las grandes econom¨ªas europeas o en EE UU, donde las tasas de crecimiento son mucho menores y los problemas en el mercado inmobiliario de gran calado. En Israel, sin embargo, la ausencia de una burbuja inmobiliaria, la existencia de un sistema bancario a salvo de hipotecas subprime y un crecimiento que depende sobre todo de las exportaciones de productos tecnol¨®gicos explican en buena medida que este peque?o pa¨ªs de Oriente Pr¨®ximo no haya sucumbido, de momento, a la crisis global. No obstante, coinciden los expertos, acabar¨¢ por llegar. Con retraso y muy amortiguada, pero golpear¨¢.
"Las consecuencias de la crisis en Israel las veremos en la segunda mitad de 2008 o incluso en 2009, pero probablemente se dejar¨¢n sentir con menos intensidad que en otros pa¨ªses", vaticina Tal Keinan, el hombre que hace tres a?os fund¨® KCPS, el hedge fund (fondo de alto riesgo) con oficinas en Tel Aviv y Nueva York, y asesor del ministro de Finanzas. Keinan explica que el sistema bancario israel¨ª cuenta con una sobreprotecci¨®n crediticia que evitar¨¢ vaivenes como los estadounidenses con las hipotecas basura. Habla, adem¨¢s, de un mercado inmobiliario relativamente saneado.
Parecidas predicciones hace el ministro de Finanzas israel¨ª, Roni Bar-On, que ha advertido de que a pesar de que la econom¨ªa seguir¨¢ en buena forma, la crisis global terminar¨¢ por hacer mella. Por eso, dijo, nada de aumentar el gasto p¨²blico. En cualquier caso, el presupuesto del a?o que viene est¨¢ pendiente de un m¨¢s que probable cambio en el Gobierno despu¨¦s de que el primer ministro, Ehud Olmert, sucumbiera a uno de los varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que acumula.
En el cap¨ªtulo econ¨®mico el saliente Olmert dice preocuparle sobre todo la rampante desigualdad de un pa¨ªs en el que las cifras macro no cuadran con la distribuci¨®n de la riqueza. Seg¨²n los datos del Gobierno, hasta un 35% de los ni?os israel¨ªes vive por debajo del umbral de pobreza. La desigualdad se ceba sobre todo con la poblaci¨®n ¨¢rabe-israel¨ª y con la comunidad haredi, los jud¨ªos ultraortodoxos, que acostumbran a tener un ej¨¦rcito de hijos y que en buena parte viven de subsidios estatales y dedican su vida al estudio de la Tor¨¢.
Pero a pesar de la desigual distribuci¨®n y de los temores y predicciones de unos y otros, las exportaciones -suman el 45% del PIB-, sobre todo las de productos de alta tecnolog¨ªa, siguen exhibiendo m¨²sculo y contribuyendo al crecimiento. Hoy operan en Israel 3.361 empresas de alta tecnolog¨ªa, seg¨²n el Instituto de Investigaci¨®n de capital riesgo. S¨®lo la hiperfortaleza del shekel podr¨ªa zarandear las exportaciones, ya que buena parte de ellas tienen como destino final EE UU, con un d¨®lar en horas bajas con el que es muy dif¨ªcil competir.
?C¨®mo es posible tanta fiebre productiva y consumista en un pa¨ªs cuya pol¨ªtica interna y externa va de mal en peor? Esta es una de las preguntas que traen de cabeza a los estudiosos del devenir econ¨®mico del pa¨ªs y a las que s¨®lo algunos se atreven a esbozar t¨ªmidas respuestas. "Porque mientras obtengan beneficios, los inversores seguir¨¢n poniendo dinero, y porque vienen a Tel Aviv a hacer negocios y apenas tienen contacto con el conflicto", explica Yaakov Fisher, de la consultora I-Biz. Cierto es que la llamada burbuja de Tel Aviv y sus suburbios empresariales conocidos como el Silicon Wadi tienen m¨¢s que ver con la lejana California que con la vecina y asediada Gaza. -
Pero los cerebros se van
El cuidado y la promoci¨®n de la materia gris han sido en buena parte responsables de la fortaleza de la econom¨ªa israel¨ª durante la ¨²ltima d¨¦cada. En los a?os noventa, los Gobiernos israel¨ªes dedicaron grandes sumas de dinero a la iniciativa privada y reformaron las leyes para crear un ambiente propicio a la innovaci¨®n y al desarrollo tecnol¨®gico. El invento funcion¨®. Que empresas como Microsoft o Intel hayan abierto en el pa¨ªs uno de sus pocos centros de desarrollo fuera de Estados Unidos no es una casualidad. Hoy, Israel atrae m¨¢s capital riesgo que ning¨²n otro pa¨ªs al margen de EE UU y son las exportaciones de productos de alta tecnolog¨ªa las que tiran del carro de la econom¨ªa nacional.
Pero advierten quienes siguen de cerca los movimientos de los j¨®venes talentos que algo est¨¢ cambiando. "La fuga de cerebros es muy alta, sobre todo en el sector p¨²blico, en las universidades o en los hospitales, donde los sueldos no son competitivos", explica Omer Moav, profesor de econom¨ªa de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n y de la Royal Holloway de Londres, adem¨¢s de miembro del Shalem Center. Israel considera la fuga de cerebros una amenaza a su propia existencia, porque los cient¨ªficos y los ingenieros que se van dejan de investigar en el terreno militar y de contribuir por tanto a la seguridad del pa¨ªs.
Seg¨²n los datos que maneja Moav, en 2005 fueron 25.000 israel¨ªes los que se fueron del pa¨ªs, frente a los 19.000 de los dos a?os anteriores. Habla este profesor de la enorme desigualdad de la sociedad israel¨ª, que obliga a los que tienen ingresos decentes a costear con sus impuestos a grandes grupos sociales entre los que destaca la poblaci¨®n ultraortodoxa. "Aunque los salarios puedan compararse a los de otros pa¨ªses, la carga impositiva es mayor, y al final, los trabajadores no encuentran los servicios en transporte o medio ambiente que ofrecen los pa¨ªses extranjeros porque aqu¨ª hay otras prioridades, como el conflicto con los palestinos", dice Moav. -
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