Premio a la constancia del Valencia

El Valencia puso todo de su parte por volver a sentirse el equipo que fue. Orden, constancia, intensidad y... Silva. El mediapunta canario ha obtenido la licencia de su entrenador, Unai Emery, para ser el jugadorazo que irrumpi¨® en la Eurocopa. El t¨¦cnico vasco es joven, pero no es tonto y, en el aquelarre del verano en el club, s¨®lo le pidi¨® una cosa a su presidente: "No venda a Silva". Ayer se entendi¨® por qu¨¦. Ubicado a la espalda de Villa, Silva urde todo el juego de su equipo. Se siente importante y decisivo. Tiene el Valencia a sus pies. El Madrid se dej¨® llevar por las soluciones que tanto le dieron en la pasada campa?a: las paradas de Casillas y la pegada de Van Nistelrooy. Esta vez no le sirvi¨®. En gran parte, porque Bernd Schuster se tom¨® la eliminatoria a broma. As¨ª se desprendi¨® de la alineaci¨®n. Cuando quiso rectificarla en el ¨²ltimo tramo, obtuvo el empate, pero se vio sorprendido por el gol de Vicente al final. Y por la constancia del Valencia, que persigui¨® un triunfo reparador para tantas cicatrices de la pasada campa?a.

El t¨¦cnico madridista encontr¨® dos culpables del mal juego: Salgado y Robinho

El Madrid recurri¨® primero a Casillas, que tuvo a los postes como aliados. Y despu¨¦s, a sus delanteros, que suelen subir por las nubes el ¨ªndice de efectividad. Difuminado Ra¨²l e irrelevante Van der Vaart, Van Nistelrooy empez¨® la Supercopa como acab¨® la Eurocopa: marcando.

?Qu¨¦ necesita Van Nistelrooy para fabricarse un gol? Apenas nada. Un metro para buscar un ¨¢ngulo, armar la pierna y encontrar el golpeo justo: raso y cruzado. Lo hizo dentro del ¨¢rea, escorado a la derecha, tras pinchar un centro picado de De la Red. Contribuy¨® Moretti, el lateral izquierdo valencianista, que incumpli¨® la regla b¨¢sica de cualquier defensa que se precie: tapar, si se est¨¢ cerca, el disparo del delantero.

El Valencia de Emery sigue arrastrando viejos defectos del curso pasado. El m¨¢s grueso est¨¢ en la porter¨ªa. Hildebrand contin¨²a sin transmitir la seguridad que le piden sus compa?eros. No manda en el ¨¢rea. El club se apresta a anunciar esta semana el fichaje del portero ol¨ªmpico de la selecci¨®n brasile?a, Renan.

Emery pidi¨® m¨¢s intensidad a sus chicos y ¨¦stos respondieron de la mejor manera posible. Albelda, de inaudito extremo derecho, meti¨® un centro que, tras dejarlo pasar Silva, cay¨® en las garras de Mata. El chico de la cantera del Madrid guarda un goleador en potencia, por mucho que se haya ganado un puesto en la ¨¦lite jugando de extremo iz quierdo. M¨¢s que potencia, su zurda es colocaci¨®n pura, casi siempre junto a los palos.

El gol enalteci¨® al Valencia y Mata, que hab¨ªa descubierto un agujero en el lateral derecho madridista, sirvi¨® un centro majestuoso que Villa cabece¨® casi desde la l¨ªnea de gol. Schuster, que se hab¨ªa tomado la eliminatoria a chirigota, reaccion¨® en ese momento. Encontr¨® dos culpables (M¨ªchel Salgado y Robinho) y dos soluciones (Sergio Ramos y Robben). El holand¨¦s le sac¨® cinco metros a Miguel en el primer sprint que lanz¨® por el extremo izquierdo. Su centro, c¨®mo no, lo empal¨® de primeras Van Nistelrooy. El gol transmiti¨® la sensaci¨®n de que el Madrid marcaba cuando quer¨ªa. Pero el Valencia ya no es tan fr¨¢gil mentalmente, sino que sigue y sigue. As¨ª, Vicente logr¨® la perseguida victoria. Inspirada por Silva, por supuesto.

El Valencia golpea primero (3-2) en la Supercopa