Los comadrones eran polic¨ªas

"Estoy ahora mucho m¨¢s nervioso que cuando atend¨ªa el parto esta ma?ana", comentaba el agente de la Polic¨ªa Municipal Julio Montes, de 44 a?os, rodeado de una nube de espumas de micr¨®fonos, cables y c¨¢maras. ?l y su compa?ero Juan Vicente Mart¨ªn se han convertido en h¨¦roes para la ciudadan¨ªa sin tener que atrapar a un peligroso criminal o destapar un negocio ilegal. Ayer ayudaron a una mujer espa?ola de origen chino a traer al mundo a su beb¨¦. Lo ins¨®lito, adem¨¢s de las improvisadas matronas, fue el lugar: una acera frente al n¨²mero 199 de la calle de Embajadores.

"En la academia no te ense?an estas cosas", dice Julio Montes

Los polic¨ªas se encontraban en la plaza de Legazpi cuando un camionero que ven¨ªa de la calle de Embajadores les alert¨® de que acababa de ver a dos mujeres en apuros en la acera.

Se desplazaron r¨¢pidamente hasta el lugar, donde llegaron a las 10.25, "y a las diez y media ya ten¨ªamos el ni?o fuera", dice orgulloso Julio. Pero templar los nervios fue dif¨ªcil. "La mujer hab¨ªa roto aguas, y observamos que el ni?o ten¨ªa parte de la cabeza fuera, se le ve¨ªa el pelo", contin¨²a el agente, que encontr¨® a la parturienta Xia-Minh, de 31 a?os, junto a su madre. "Estaba de pie, ten¨ªa muchos dolores, as¨ª que le ped¨ª que se tumbase. La tranquilizamos, me puse los guantes de l¨¢tex, le tomamos el pulso, le pedimos que respirase muy fuerte... y en menos de cuatro minutos hab¨ªa nacido", afirma el agente.

Despu¨¦s, cogi¨® al ni?o, le dio unos golpecitos "para comprobar que estaba bien", at¨® el cord¨®n umbilical con unas bridas de pl¨¢stico que llevaba para su uso personal en labores de jardiner¨ªa y lo cort¨®. Entonces apareci¨® una ambulancia.

Los sanitarios del SAMUR-Protecci¨®n Civil salieron del centro de salud de Legazpi en la calle de Antracita, a menos de 200 metros de donde naci¨® el beb¨¦, y comprobaron que madre e hijo se encontraban bien. Es la tercera vez que Xia-Minh da a luz, y se adelant¨® unos d¨ªas sobre lo previsto.

En los 18 a?os de servicio de Julio en la Polic¨ªa Municipal, ¨¦sta es la intervenci¨®n "m¨¢s bonita" que ha realizado. "En la academia no te ense?an estas cosas, no damos clases de comadrona", bromea el agente, que reconoce que pas¨® nervios al principio, igual que su compa?ero Juan Vicente, pero "con la adrenalina del momento y el hecho de saber que tienes que socorrer a una persona se te pasan, estuve m¨¢s nervioso con el ni?o en brazos", dice.

Julio tiene dos hijos, pero no tuvo el "privilegio" de estar presente durante el parto de cada uno de ellos. Una controladora de parqu¨ªmetros del SER que asisti¨® al nacimiento de Embajadores asegura que Julio era el que llevaba la voz cantante, a pesar de que llegaron m¨¢s polic¨ªas. "Es el ¨²nico que ha reaccionado, lo hizo muy bien, y nervios, para nada. Yo tambi¨¦n tengo dos ni?os y fui incapaz de ayudar, por los nervios, claro", afirma la controladora, que no quiso dar su nombre.

Los servicios de emergencia contaron que la madre de la parturienta les hab¨ªa dicho que acababan de bajar del autob¨²s cuando empezaron los dolores, pero no hay ninguna parada cerca del lugar donde se produjo el alumbramiento. Est¨¢ situado a mitad de camino entre el portal donde viven, seg¨²n la controladora del SER, y el centro de salud de Legazpi.

La madre, Xia-Minh, fue ingresada en el hospital 12 de Octubre. El ni?o se llama Cristian y "es muy grande, y bastante guapete", dice Julio, que fue a visitarlos por la tarde. El SAMUR atiende unos 25 alumbramientos en la v¨ªa p¨²blica a lo largo del a?o. En los ¨²ltimos 36 d¨ªas ya se han producido cinco. La semana pasada (el d¨ªa 13 de agosto), una mujer ecuatoriana de 27 a?os alumbr¨® a su tercer hijo en una ambulancia que tuvo que parar en la avenida de los Arcentales, junto al estadio de La Peineta. El 6 de agosto, una dominicana de 21 a?os dio a luz en un taxi en la glorieta de Atocha. El 31 de julio, una ecuatoriana que no sab¨ªa que estaba embaraza pidi¨® una ambulancia porque sufr¨ªa un fuerte dolor abdominal, y a los 100 metros de recorrido tuvo que detenerse para realizar el parto. Por ¨²ltimo, el 16 de julio, una mujer guineana se puso de parto en el taxi en el que viajaba, por lo que el conductor decidi¨® llamar por tel¨¦fono al 112.