"Todav¨ªa estoy flipando"

Gemma Mengual llevaba 19 a?os prepar¨¢ndose. Estaba lista para lanzarse a la piscina. Hab¨ªa memorizado la rutina al detalle. Cada uno de los cientos de gestos, cada uno de los compases. Hab¨ªa llegado el momento esperado. Y de pronto le asalt¨® el temor. "?Y si me pasa algo?". Los nervios se le pasaron al entrar en su medio natural. "En el agua dej¨¦ de preocuparme", record¨®. "Pero el coraz¨®n me iba tum-tum-tum?". Su compa?era, Andrea Fuentes, siete a?os m¨¢s joven, se apoy¨® en la veterana, de 31, para luchar contra la ansiedad. "Las piernas me temblaban; sent¨ªa que ten¨ªa que intentar mantenerme a flote".

El relato de las nadadoras habla de momentos de angustia. Ese universo, sin embargo, es dif¨ªcil de apreciar desde fuera. Desde las gradas, los espectadores s¨®lo aprecian el ballet, los cuerpos expres¨¢ndose, las piernas bonitas. Al cabo de la final, alguien les pregunt¨® a las campeonas rusas si de verdad cre¨ªan que lo que hac¨ªan era un deporte. El curioso recibi¨® la mirada en¨¦rgica de Anastasia Davidova. Como para meterse con Anastasia Davidova. "Interpretamos m¨²sica", replic¨® la campeona de 2004 y de 2008; "eso es arte. Pero ahora tengo hasta el ¨²ltimo m¨²sculo paralizado. Excepto el cerebro". Anastasia Ermakova, que no le va a la zaga en br¨ªo a su colega, hizo un apunte: "Durante los Juegos de Atenas alguien me pregunt¨®: '?Por qu¨¦ se considera que lo tuyo es un deporte, si ni siquiera sudas?'. Yo le dije: 'deber¨ªas ver lo que hacemos debajo del agua antes de preguntar".

Ana Pons, la fisi¨®loga del CAR de San Cugat, asegura que la sincronizada es un deporte lact¨¢cido, comparable a las carreras. "Las nadadoras del d¨²o producen un promedio de 12 milimoles cuando est¨¢n a tope. Si no est¨¢n bien f¨ªsicamente, o si tienen problemas t¨¦cnicos, o de coordinaci¨®n, producen m¨¢s. El lactato aparece sobre los 20 segundos, y se va acumulando, provocando la contracci¨®n de los m¨²sculos y el dolor. Se dispara durante las apneas y se frena cuando ellas hacen las remadas, sacan la cabeza fuera del agua y respiran. Ah¨ª recuperan y guardan energ¨ªa. Luego vuelve el lactato a acumularse en las piruetas. Al final, las nadadoras sufren m¨¢s que nunca".

En medio de la piscina, Andrea Fuentes se abalanz¨® sobre Gemma Mengual y le plant¨® un beso mientras le daba un abrazo. "Nos emocionamos mucho", cont¨® Andrea Fuentes. "Yo todav¨ªa estoy flipando. Me acord¨¦ de cuando empec¨¦ a nadar con Gemma. Me dec¨ªa: '?Es tan superior a m¨ª!' No hac¨ªa m¨¢s que preguntarle cosas. Quer¨ªa saber qu¨¦ pasaba por su mente y qu¨¦ le sal¨ªa de talento natural. Quer¨ªa intentar mejorar para ser competitiva como ella".

"Con ella recuper¨¦ lo que ten¨ªa cuando era m¨¢s joven", dijo Gemma. "Esa energ¨ªa, esa precipitaci¨®n, esa incapacidad de parar". La nadadora de Les Corts aclar¨® que no tendr¨ªan tiempo de irse ma?ana de fiesta en su d¨ªa libre: "Como mucho abriremos un paquetito de jam¨®n".