Triunfalista y feliz cumplea?os
Jos¨¦ Tom¨¢s cumpli¨® ayer 33 a?os. Felicidades, torero. La banda de m¨²sica se arranc¨® con el "cumplea?os feliz" y los tendidos a coro le desearon lo mejor a su ¨ªdolo. Todo ocurri¨® durante la entusiasta vuelta al ruedo tras la muerte del segundo toro, con el que Tom¨¢s no fue el torero arrebatador de otras tardes; pero, amigo, todo lo que hace este se canta a lo grande, como si el toreo verdadero se hiciera presente cada vez que pone un pie en la arena. Pues, no.
El toreo verdadero, mire usted por d¨®nde, surgi¨® de las mu?ecas del m¨¢s joven de la terna, Daniel Luque, que protagoniz¨® toda una sinfon¨ªa de toreo a la ver¨®nica en su primero, desde las tablas hasta el centro del anillo, en un alarde del m¨¢s puro toreo cl¨¢sico.
El Pilar / Liria, Tom¨¢s, Luque
Toros de El Pilar, -el quinto, devuelto-, bien presentados, bravos y nobles; destacaron primero y cuarto y se par¨® el tercero. El sobrero, de El Torre¨®n, noble.
Pep¨ªn Liria: estocada (oreja); media baja y tendida (ovaci¨®n).
Jos¨¦ Tom¨¢s: pinchazo y estocada (oreja); estocada (dos orejas).
Daniel Luque: estocada trasera (ovaci¨®n); cuatro pinchazos y un descabello (ovaci¨®n). Plaza de la Malagueta. 20 de agosto. Corrida de feria. Lleno, se guard¨® un minuto de silencio por los fallecidos en el accidente de Barajas.
Y el que no tore¨®, lo que son las cosas, fue Pep¨ªn Liria, que se desped¨ªa, y la suerte le puso en las manos el mejor lote de toros de la buena corrida de El Pilar: bravos los dos, noble y codicioso y pronto el primer, y encastado el otro. Pero Pep¨ªn no estuvo a la altura de sus oponentes, y, aunque quiso taparse con un toreo acelerado y superficial, qued¨® en evidencia que sus oponentes lo superaron. Sus formas aceleradas, sus muletazos despegados y destemplados, sus tandas cortas y su toreo insulso no hicieron m¨¢s que sobrevalorar las cualidades de sus toros. De bandera fue el primero, pero exig¨ªa un torero en plenitud, artista profundo, y no un pegapases bullidor y tremendista; y encastado fue el segundo, que tuvo veinte o treinta embestidas con ardiente acometividad, y el torero abus¨® del pico, se dej¨® enganchar los enga?os y toda su labor qued¨® desdibujada. Una despedida impropia para una brillante carrera.
Volvamos al del cumplea?os. Limpio fue el quite por delantales ante su primero, un toro muy manejable que derrotaba al final de los muletazos. No hubo toreo grande, y s¨ª grandes adornos, recortes, trincherillas y pases de la firma, pero no ligaz¨®n en el toreo fundamental. Era Tom¨¢s la imagen de un buen torero, cargado de recursos, pero no ese virtuoso que ha encandilado otras tardes. El p¨²blico se lo pas¨® en grande, pero todo supo a un entusiasmo desmedido y a un triunfalismo que poco tiene que ver con la apoteosis verdadera. En la misma l¨ªnea se mantuvo ante el sobrero de El Torre¨®n, muy noble tambi¨¦n, al que tore¨® sobre la mano izquierda con pases aislados de buena factura, pero no hubo conmoci¨®n, ni arrebato, ni el toreo hondo y aut¨¦ntico que se espera de este torero. Pero el p¨²blico de M¨¢laga quer¨ªa ver triunfar a Jos¨¦ Tom¨¢s y el presidente le concedi¨® inmerecidamente las dos orejas del quinto. Felicidades por partida doble, Pepe, pero lo de ayer nada m¨¢s que regular, a pesar del cari?o de los malague?os.
El buen toreo, el que emociona y pone los vellos de punta y hace que te levantes del asiento sin saber c¨®mo, ¨¦se lo hizo un chaval llamado Luque. La ver¨®nica cobr¨® con ¨¦l su dimensi¨®n m¨¢s cl¨¢sica, y los capotazos se transfiguraron en pura armon¨ªa. ?Qu¨¦ belleza, se?ores! Y qu¨¦ pena m¨¢s grande que su primer toro se viniera abajo en la muleta, y s¨®lo pudiera esbozar a la muleta su innata elegancia y su aroma de torero caro. Pero sobre el albero malague?o qued¨® para quien quiso verlo el arte del toreo elevado a la cumbre. No pudo confirmar todo lo anterior ante el deslucido y violento sexto, pero dijo a voz en grito que le acompa?an el valor y la ilusi¨®n, que no es poca cosa. No sali¨® a hombros Luque, pero, atentos, se?ores, a este torero.
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