El mejor de los Brahms

Es probable que una de las mejores opciones, quiz¨¢ la mejor, que se pueda encontrar hoy en el mundo para escuchar la integral de los Tr¨ªos para viol¨ªn, violonchelo y piano de Brahms sea la que ofrece el tr¨ªo formado por los hermanos Renaud y Gautier Capu?on -viol¨ªn y violonchelo respectivamente-, y el pianista norteamericano Nicholas Angelich. La grabaci¨®n discogr¨¢fica de los Tr¨ªos de Brahms les vali¨® a estos m¨²sicos en alza internacional el Premio de la Cr¨ªtica Discogr¨¢fica Alemana y son requeridos en todos los escenarios para interpretar estas obras.

El Festival de M¨²siques de Torroella de Montgr¨ª, buen sabedor de que los Capu?on cocinan hoy uno de los mejores Brahms del mundo los convoc¨® en la iglesia de Sant Gen¨ªs ante su p¨²blico, una audiencia experimentada que aprecia las interpretaciones de calidad.

?mpetu y melancol¨ªa

Los tres Tr¨ªos de Brahms, encarnan de un modo casi t¨®pico las tres edades de Brahms. El primero, el Tr¨ªo Op.8, aunque fue revisado a?os m¨¢s tarde, muestra a¨²n la influencia de Schumann, su estructura es clara y di¨¢fana y en esta pieza los momentos de ¨ªmpetu se alternan con deliciosos ensimismamientos melanc¨®licos. El segundo, el Tr¨ªo Op.87, habla con autoridad de cosas importantes, est¨¢ cargado de fuerza, drama y tensi¨®n. Finalmente, el tercero, el Tr¨ªo Op.101, conserva el ¨ªmpetu y la fuerza de los anteriores, pero a?ade unos momentos de recogimiento, serenidad y paz espiritual totalmente nuevos. El m¨¢s hermoso es el primero, pero el m¨¢s sabio es el ¨²ltimo.

Los hermanos Capu?on y el pianista Angelich ofrecieron a cada obra el tratamiento que necesitaba, pero en l¨ªneas generales tendieron a un Brahms musculoso, potente, de fraseo amplio e intensamente expresivo, un Brahms de colores fuertes, sabores intensos y temperatura alta pero sin caer jam¨¢s en el exceso, el desprop¨®sito o la afectaci¨®n.

Los int¨¦rpretes capturaron totalmente la atenci¨®n del p¨²blico y hab¨ªa en la iglesia aquel silencio concentrado de las grandes noches de concierto. Realmente aquellos m¨²sicos nos hicieron vivir durante un par de horas en el mejor de los Brahms posibles.