"?C¨®mo es posible que revisen un avi¨®n y a los 40 minutos se estrelle?"

Fue un trago horrible, imposible de digerir. Los familiares de las v¨ªctimas del accidente a¨¦reo en Barajas se reunieron ayer por dos veces con el presidente ejecutivo de Spanair, Lars Lindgren. En la sala Oxford del hotel Auditorium de Madrid, muy cercano al aeropuerto donde se dejaron la vida 153 personas, el ejecutivo sueco tuvo que escuchar preguntas duras pero muy necesarias de aclarar para los familiares: "?C¨®mo es posible que un avi¨®n aborte un despegue, lo revisen, y cuarenta minutos despu¨¦s se estrelle?". Lindgren no pudo responder con la exactitud que hubiera deseado la mujer que hab¨ªa formulado la pregunta. "Estamos colaborando con las autoridades espa?olas para esclarecer qu¨¦ ocurri¨®", se?al¨® escueto.

"Es el peor d¨ªa de mi vida", dijo el presidente de la aerol¨ªnea

Otra se?ora quiso conocer la cantidad de metros a los que ascendi¨® el aparato antes de precipitarse al suelo y convertirse en una bola de fuego. Pero obtuvo id¨¦ntica respuesta. La investigaci¨®n ser¨¢ la que determine todos esos detalles.

La primera reuni¨®n, prevista para las 12.30, hab¨ªa empezado con un retraso de m¨¢s de una hora, para poder as¨ª congregar a m¨¢s familiares, desperdigados entre el hotel e Ifema. Cuando ¨¦sta se produjo, alrededor de 80 personas escuchaban al presidente de Spanair. Lindgren se comprometi¨® a colaborar con ellas y a ayudarles. Adem¨¢s, asegur¨® que les proporcionar¨ªan cualquier nueva informaci¨®n al tiempo que ¨¦sta se diera a las autoridades, que ya trabajan con las cajas negras del avi¨®n.

Tras el encuentro, a Lindgren le temblaba el pulso. Solo en una sala llena de dolor, el ejecutivo pidi¨® a un camarero una taza de caf¨¦. Mientras se la serv¨ªa, susurr¨® a este peri¨®dico que era "el peor d¨ªa de su vida". A punto del llanto, Lindgren s¨®lo a?adi¨®: "Esto es muy duro". Pero no sab¨ªa lo que estaba por venir. La segunda reuni¨®n empez¨® a las 16.30. Y ¨¦sta fue mucho m¨¢s caldeada. Hab¨ªa m¨¢s de un centenar de personas en la sala. "No somos dinero, somos personas", dijo uno. Otros hablaron de "indignaci¨®n". Y alguno, muy cabreado, roto por el dolor, fue mucho m¨¢s all¨¢: "Es muy sospechoso que el accidente llegue cuando Spanair est¨¢ en crisis. Me apuesto a que la compa?¨ªa presenta la suspensi¨®n de pagos antes de afrontar las indemnizaciones". Tras esa afirmaci¨®n, se form¨® bastante revuelo y ya no hubo silencio para m¨¢s.

Pero Lindgrem hab¨ªa desmentido esa tesis por la ma?ana en los pasillos del hotel. "La culpable del accidente no es la crisis que atravesamos". En ese momento, el m¨¢ximo responsable de la compa?¨ªa tomaba una pausa para respirar. Muy agobiado, casi superado por la situaci¨®n, dec¨ªa: "Es una tragedia... un punto muy negro en nuestra historia". Lindgren, que se incorpor¨® a su cargo a finales de noviembre del a?o pasado, asegur¨® que Spanair trabaja en ofrecer su asistencia a los afectados en el accidente: "Ahora s¨®lo nos importa dar todo el apoyo a las v¨ªctimas". Pero ¨¦stas iban y ven¨ªan por el Auditorium, envueltas de un silencio plomizo roto por el llanto repentino de quien ya no soporta esperar m¨¢s.