El segundo 11-M del alcalde
Gallard¨®n revivi¨® durante 24 horas la conmoci¨®n de los atentados de 2004 - "Desde el principio vimos que las v¨ªctimas iban a ser much¨ªsimas", afirma
"Evolucionan bien, parece que se salvar¨¢n", dice Alberto Ruiz-Gallard¨®n tras visitar en el hospital de La Princesa a dos de las supervivientes de la cat¨¢strofe de Barajas. Una alegr¨ªa despu¨¦s de 24 horas de tristezas. El alcalde de Madrid habla por tel¨¦fono desde un coche que lo lleva a los recintos feriales de Ifema, improvisado tanatorio de las v¨ªctimas. Vuelve all¨ª a recibir a los Reyes, pero ya estuvo en Ifema la v¨ªspera, el d¨ªa del accidente. Y tambi¨¦n cuatro a?os antes, el 11 de marzo de 2004, cuando las v¨ªctimas eran otras y el contexto de las muertes muy distinto, pero el sentimiento muy similar. Lo que sigue es el relato de los primeros momentos de confusi¨®n tras la tragedia de Barajas, en boca del primer edil.
"He visto a las familias muy serenas; destrozadas pero serenas"
"Estaba comiendo en un restaurante y me llam¨® al m¨®vil la concejal de Urbanismo, Pilar Mart¨ªnez. Me dijo: 'Un avi¨®n se ha salido de la pista en Barajas, pero no hay muertos, quiz¨¢s dos heridos leves. De todas formas hemos activado el protocolo del Samur'. No parec¨ªa grave. Aun as¨ª me qued¨¦ intranquilo, porque un avi¨®n que se sale de pista siempre causa alarma. As¨ª que acab¨¦ suspendiendo la comida y me fui para all¨¢.
Cuando iba en el coche hacia Barajas, la radio ya contaba que pod¨ªa haber muertos. Me fui al gabinete de crisis que hab¨ªa montado el director del aeropuerto. El primer miembro del gobierno en llegar fue el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que estaba de guardia; m¨¢s tarde llegaron Alonso y Rubalcaba. Desde el primer momento, la impresi¨®n era que el asunto pintaba muy mal. A medida que nos facilitaban los primeros datos del choque, nos mir¨¢bamos pensando que no pod¨ªa haber muchos supervivientes en un accidente as¨ª. Pero en ese momento, cuando habl¨¦ con el director de Barajas, la cifra que se manejaba era de 20 muertos.
Llam¨¦ al jefe del Samur. Estaba en la zona del siniestro, coordinando las labores de rescate, y me dijo que no esperara nada bueno. ?l no me hablaba de muertos, me hablaba de supervivientes: contaba que hab¨ªan salido unas 20 personas con vida. Ah¨ª es cuando vimos la dimensi¨®n de la tragedia.
Telefone¨¦ a Ferm¨ªn Lucas, el director del Ifema, para que habilitara un pabell¨®n donde llevar los cad¨¢veres, y me fui para all¨¢. Eso fue lo m¨¢s tremendo. No olvidar¨¦ ese instante, cuando entr¨¦ en el pabell¨®n 6 de Ifema y vi a los trabajadores mont¨¢ndolo todo para recibir los cuerpos. Igual que el 11-M. El mismo pabell¨®n convertido en tanatorio, y la misma sensaci¨®n terrible. Reviv¨ª el 11 de marzo.
He encontrado a las familias muy serenas. Destrozadas, pero serenas. No me extra?ar¨ªa que en alg¨²n momento apareciese la furia, porque en breve el juez dictar¨¢ el levantamiento de los cad¨¢veres, y de los 153 s¨®lo hay 37 identificados a esta hora. Los familiares quieren despedirse de los fallecidos, quieren verlos y realizar la identificaci¨®n visual, pero en muchos casos no va a ser posible".
Silencio para honrar a los fallecidos
Las concentraciones en memoria de las 153 v¨ªctimas mortales se sucedieron en numerosos puntos del pa¨ªs, aunque fue en Madrid y Canarias donde los minutos de silencio se hicieron m¨¢s largos.
A mediod¨ªa, la madrile?a plaza de Cibeles vivi¨® cinco minutos de silencio sepulcral, que fueron rotos con un c¨¢lido aplauso. Instituciones, pol¨ªticos y unos 250 ciudadanos se solidarizaron con los fallecidos, y al final, varias personas con pancartas pidieron un funeral de estado civil. Comunidad y Ayuntamiento de Madrid decretaron tres d¨ªas de luto oficial, en los que las banderas ondear¨¢n a media asta, a los que tambi¨¦n se sumaron otras ciudades como Burgos, Barcelona o Almer¨ªa.
En el aeropuerto de Palma de Mallorca, m¨¢s de 300 trabajadores de Spanair (compa?¨ªa a¨¦rea propietaria del avi¨®n siniestrado) se dieron cita a las puertas de la sede de la aerol¨ªnea, visiblemente emocionados por la muerte de sus compa?eros.
En Pek¨ªn, capital china donde se celebran los Juegos Ol¨ªmpicos, la delegaci¨®n espa?ola tambi¨¦n se concentr¨® para guardar un minuto de silencio.
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